Lunes 27 de Octubre de 2025
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La vendimia de este año en la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo ha registrado la menor cantidad de uva recogida desde el inicio del siglo XXI. Según los datos facilitados por el Consejo Regulador, la recolección total ha superado ligeramente los 402.000 kilos, una cifra muy inferior a la habitual en esta comarca vitivinícola de Tenerife.
Las condiciones climáticas han sido el principal factor que ha limitado la producción. El año se ha caracterizado por temperaturas inusuales, ausencia de frío y una sequía que se prolonga ya durante tres años consecutivos. Estos factores han reducido el rendimiento de las viñas y han afectado al desarrollo de los racimos. Los técnicos señalan que, aunque las labores agrícolas se han realizado con normalidad y siguiendo las pautas recomendadas, la falta de agua y las altas temperaturas han impedido que las parras alcanzaran su potencial productivo.
En cuanto a las variedades recogidas, la “Listán Negro” sigue siendo la más importante entre las tintas, mientras que la “Listán Blanco de Canarias” ocupa el primer lugar entre las blancas. Estas dos variedades representan la mayor parte de la cosecha en Tacoronte-Acentejo, una zona conocida por su tradición vitivinícola y por mantener un paisaje agrícola que forma parte del patrimonio natural y cultural de la isla.
A pesar del bajo volumen recolectado, los responsables del sector subrayan el esfuerzo realizado por los viticultores para mantener sus explotaciones activas. El trabajo en el campo ha permitido conservar el viñedo y evitar el abandono de parcelas, algo que preocupa especialmente en zonas rurales donde la actividad agrícola es fundamental para evitar la despoblación y preservar el entorno.
El estado sanitario de la uva recogida ha sido óptimo, según confirman los enólogos y bodegueros de la comarca. La fruta ha llegado a las bodegas en buenas condiciones, lo que permitirá elaborar vinos con los estándares habituales de calidad que caracterizan a esta denominación. Los productores confían en que, aunque la cantidad sea baja, los vinos resultantes mantendrán su perfil y podrán competir en los mercados regionales y nacionales.
El sector vitivinícola local afronta ahora un periodo de reflexión sobre cómo adaptarse a unas condiciones meteorológicas cada vez más imprevisibles. Las organizaciones agrarias insisten en la necesidad de buscar soluciones para garantizar la viabilidad del cultivo y proteger un paisaje que es símbolo de identidad para muchos municipios del norte de Tenerife.
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