Exjefe de bodega de Francis Ford Coppola acusado de apropiarse de 1,2 millones de dólares tras venta de tanques de vino

La Fiscalía del condado de Napa ha emitido una orden de detención contra George Giles Beeker III, exjefe de proyectos de la bodega Inglenook, propiedad de Francis Ford Coppola en Rutherford, California. Beeker está acusado de apropiación indebida y hurto mayor tras supuestamente quedarse con 1,2 millones de dólares procedentes de la venta de tanques de vino, fondos que habría destinado a reformas en una propiedad vinculada a la bodega sin autorización del propietario.

La acusación formal se presentó el 2 de octubre, según ha confirmado la oficina del fiscal. La orden de detención sigue activa desde el 9 de octubre, ya que Beeker no ha sido arrestado hasta el momento. El acusado no ha respondido a las solicitudes de los medios para dar su versión. Sin embargo, en un escrito judicial presentado en septiembre del año pasado, Beeker negó los hechos y afirmó que la venta de los tanques se realizó con el visto bueno de la empresa y que los fondos se emplearon en un proyecto de la propia bodega.

Beeker comenzó a trabajar con Inglenook en 2019, encargado de supervisar la construcción de una nueva instalación de elaboración de vino en Rutherford. Según la acusación, adquirió 120 tanques de fermentación para el proyecto y, entre diciembre de 2021 y enero de 2022, vendió 26 de ellos por un total de 1,2 millones de dólares. Los documentos judiciales indican que el dinero se utilizó para mejoras en una propiedad relacionada con la bodega. Beeker sostiene que tenía autorización para vender los tanques y destinar los fondos a ese inmueble.

La empresa propietaria de Inglenook, Niebaum-Coppola Estate Winery, presentó una demanda civil en julio del año pasado. En ella acusa a Beeker y a su empresa, MissionFirst Associates, de uso indebido de fondos del proyecto y de proporcionar información falsa sobre costes, reembolsos y trabajos realizados. La bodega reclama más de 2,1 millones de dólares en daños y perjuicios, además de intereses, honorarios legales y daños punitivos.

La demanda también incluye como parte demandada a Calistoga Vintner Services, la empresa que compró los tanques. Niebaum-Coppola sostiene que esta compañía debía saber que Beeker no era el propietario legítimo de los tanques. Por su parte, Beeker ha negado cualquier irregularidad en su respuesta judicial, asegurando que no hubo conspiración, fraude ni robo, y que el precio de venta era adecuado porque los tanques estaban personalizados y llevaban tiempo almacenados.

Calistoga Vintner Services ha presentado a su vez una demanda contra Beeker, alegando que este se presentó falsamente como propietario durante las transacciones. Tanto esta causa como la demanda principal de Inglenook siguen abiertas en el Tribunal Superior del condado de Napa, con un juicio previsto para el mes de julio. Si Beeker es declarado culpable en el proceso penal, podría enfrentarse a una pena máxima de seis años de prisión.