Martes 02 de Diciembre de 2025
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La Denominación de Origen Ribera del Duero ha finalizado la vendimia de este año con cifras que la sitúan como la segunda más abundante de la última década. Entre el 28 de agosto y el 28 de octubre se recogieron 129.555.457 kilos de uva en una superficie inscrita de 27.468,59 hectáreas, lo que supone un rendimiento medio de 4.716,50 kilos por hectárea. El 98,89% de la uva vendimiada corresponde a variedades tintas.
La campaña ha estado marcada por la presencia de mildiu y episodios climatológicos adversos, como el pedrisco, que afectaron a varias zonas de la denominación. A pesar de estas dificultades, los viticultores han conseguido una uva con buena sanidad y calidad. El Consejo Regulador ha realizado un seguimiento continuo de los índices de maduración para ayudar a las bodegas a decidir el momento adecuado para la recolección.
Un dato relevante es que el 65,35% de la superficie se ha vendimiado a mano. Este método permite seleccionar los racimos directamente en la cepa y reduce el daño en las uvas y en las vides, lo que ayuda a mantener la integridad del viñedo y asegura que solo llegue a bodega fruta en buen estado sanitario.
Durante toda la campaña, el Consejo Regulador ha reforzado los controles para garantizar el origen y la calidad de la uva. Se han realizado análisis periódicos de maduración, aforos de producción, inspecciones a viticultores y auditorías en las bodegas. Estas acciones han permitido asegurar que la uva recogida cumple con los estándares exigidos por Ribera del Duero.
En cuanto al perfil de los vinos que se elaborarán con esta cosecha, se espera que presenten equilibrio, estructura y potencial para evolucionar bien en botella. Los blancos y rosados mostrarán intensidad aromática y estructura en boca, mientras que los tintos tendrán taninos pulidos y un buen equilibrio entre grado alcohólico y acidez. El pequeño tamaño de la baya favorece un alto punto de color en los tintos, lo que augura una buena capacidad para el envejecimiento.
Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador, ha señalado que esta vendimia demuestra la fortaleza del sector en Ribera del Duero. Ha explicado que, pese a las dificultades climáticas del año, los viticultores y bodegas han gestionado el viñedo con precisión y compromiso, logrando una uva de calidad y una cosecha abundante. Pascual ha puesto en valor el trabajo riguroso en el campo y los controles realizados durante todo el proceso.
La añada 2025 refleja el esfuerzo conjunto del sector vitivinícola en Ribera del Duero para mantener sus estándares de calidad incluso en años complicados desde el punto de vista climático. La diversidad de suelos, altitudes y orientaciones sigue siendo uno de los factores que definen la identidad propia de esta denominación.
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