La industria del vino califica de equilibrado el nuevo paquete del vino de la UE, aunque rechaza las ayudas para el arranque

El Parlamento Europeo y el Consejo alcanzaron este miércoles, 4 de diciembre, un acuerdo político provisional sobre el nuevo paquete legislativo para el sector del vino en la Unión Europea. La propuesta, conocida como “Wine Package”, busca ofrecer herramientas legales y recomendaciones para ayudar a los productores de vino a afrontar los problemas sociales, económicos, geopolíticos y medioambientales que afectan al sector. El Comité Européen des Entreprises Vins (CEEV), que agrupa a empresas vinícolas de toda Europa, ha valorado positivamente el acuerdo y ha agradecido la rapidez con la que se ha tramitado.

El paquete incluye medidas sobre promoción, inversión y enoturismo. Según Marzia Varvaglione, presidenta del CEEV, estas acciones responden a peticiones históricas de los operadores del sector para contar con instrumentos orientados al mercado. Varvaglione también ha señalado que la legislación europea no puede resolver todos los problemas existentes, pero considera que el resultado del diálogo entre las instituciones muestra una vía equilibrada que evita centrarse solo en medidas de crisis.

Entre los avances recogidos en el acuerdo figura una mayor flexibilidad en la gestión de las autorizaciones de plantación de viñedo. Esta medida permitirá a las bodegas planificar y adaptarse mejor a las condiciones cambiantes del mercado y del clima. Sin embargo, el sector lamenta la eliminación del plazo fijado para 2045, ya que esto podría reducir la previsión y estabilidad a largo plazo.

Otra novedad es la posibilidad de que los Estados miembros aumenten hasta el 80% la cofinanciación europea para inversiones relacionadas con el clima, tanto en mitigación como en adaptación. Este apoyo adicional se considera fundamental para acelerar la transición hacia una producción más resistente y sostenible ante las presiones derivadas del cambio climático.

El marco reforzado para los programas de promoción también supone un avance. La introducción de una estructura 3+3+3 años y el aumento de fondos disponibles buscan mejorar la competitividad internacional de los vinos europeos. El CEEV ha puesto en valor el respaldo explícito al enoturismo, considerado un pilar económico local y una herramienta eficaz para acercar los productos al consumidor.

En materia de etiquetado, la Comisión Europea se ha comprometido a desarrollar un símbolo armonizado a nivel comunitario para identificar el código QR en las etiquetas. Esta medida aportará seguridad jurídica a las empresas vinícolas, que llevaban tiempo reclamando una solución común.

El acuerdo también ajusta el marco legal aplicable a los productos aromatizados elaborados con vino, equiparándolo al del resto de vinos. Esto facilitará la producción y comercialización de nuevas variedades con bajo o nulo contenido alcohólico.

A pesar de estos avances, el CEEV mantiene reservas sobre dos puntos concretos del acuerdo final. Por un lado, reitera su rechazo al uso de fondos europeos para arrancar viñedos, aunque se haya incluido una restricción. Por otro lado, muestra preocupación por la regulación de los vinos parcialmente desalcoholizados. La organización considera que se ha creado una laguna legal para productos con más del 6% de volumen alcohólico, lo que podría afectar a la claridad normativa y a la coherencia del mercado.

Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, ha explicado que finalmente se utilizará el término “vino con alcohol reducido” para presentar estos productos parcialmente desalcoholizados, aunque no era la opción preferida por el sector. Sin embargo, valora positivamente la armonización del uso del término “0.0%” en toda la Unión Europea.

El CEEV ha pedido a los legisladores europeos que avancen con rapidez hacia la adopción formal del paquete legislativo acordado este miércoles.