Lunes 16 de Diciembre de 2024
Leído › 1428 veces

Las Navidades no son sólo una época del año, son uno de los momentos en los que más se comparte, se disfruta y se celebra. Las mesas se llenan de los sabores más especiales y los brindis se convierten en el símbolo de los buenos deseos para el futuro. Porque brindar en Navidades es una tradición que une generaciones, y hacerlo con los vinos de Otazu transforma cada comida en una experiencia memorable. Este año, Pago de Otazu Chardonnay 2022 y Pago de Otazu 2022 se convierten en la elección perfecta para acompañar los platos tradicionales y las reuniones que llenan de calidez estas fiestas.
Pago de Otazu Chardonnay 2022 (D.O.P Pago de Otazu), es un vino 100% Chardonnay elaborado con uvas vendimiadas a mano durante septiembre. De color amarillo brillante, destaca por sus aromas florales con notas cítricas, frutos frescos y fondo especiado. En boca, es elegante, con un final largo y una fina mineralidad. Con un paso por barrica de roble francés, es una elección perfecta para entrantes frescos y ligeros como tartares, ceviches, tiraditos y sushi, opciones cada vez más populares en las mesas navideñas. También armoniza de forma excepcional conclásicos como mariscos, foie y jamón ibérico.

En los platos principales, su mineralidad y equilibrio lo convierten en un gran compañero para pescados a la brasa, salmón, sardinas o caballa marinados. Su versatilidad le permite destacar con arroces, verduras de temporada, carnes blancas y rojas.
Por su parte, Pago de Otazu 2022 (D.O.P. Pago de Otazu) es un vino tinto 61% Merlot y 39% Cabernet Sauvignon elaborado con uvas vendimiadas a mano durante octubre y un paso en barrica de roble francés. Un vino sorprendente que refleja fielmente las características del terruño de Otazu bajo la influencia del clima atlántico.
Este tinto de color rojo cereza es un reflejo de la esencia navideña. Su nariz compleja, con notas de frutos rojos, grosellas y frutillos silvestres lo convierte en una opción ideal para platos contundentes como el cochinillo asado: todo un emblema de la gastronomía navideña.
También es perfecto pensando en asados, carne y pescado a la brasa. Como aperitivo, acompaña maravillosamentetablas de quesos, surtidos de patés y embutidos ibéricos, lo que sin duda marca el inicio de cualquier celebración navideña.
En cada botella de Otazu se encuentra el reflejo de una tierra única, cultivada con dedicación y cuidado con el fin de preservar la esencia de su terroir. Las Navidades son el momento perfecto para disfrutar de los vinos de la gama Pago de Otazu que, con su calidad y personalidad, elevan cualquier evento. Porque en Otazu, cada brindis es mucho más que un gesto: es una celebración del pasado, el presente y el futuro que reúne a las personas en torno a lo esencial, para compartir momentos inolvidables.


Otazu es una propiedad familiar ubicada en el norte de España, dedicada al vino, con más de 150 obras de arte contemporáneo integradas en sus espacios. Favorecida por un microclima único, cuenta con su propia denominación de origen protegida, D.O.P. Pago de Otazu.
Siglos de tradición vitivinícola, reflejada en un Señorío del siglo XII y una Bodega centenaria de 1840, inspiraron a una familia y un equipo comprometidos con la elaboración de vinos de gran calidad en un entorno donde el vino y el arte se fusionan en perfecta armonía.
En Otazu, el arte contemporáneo se aprecia a través de la estrecha colaboración con artistas para la presentación de sus vinos, así como de la colección permanente, su exposición anual y sus piezas de arte monumentales, que enriquecen la belleza natural que la enmarca.
"Crear un vino es una forma de expresión artística y, al igual que el arte, es un reflejo de su tiempo con una mirada al futuro. Por lo cual, inexorablemente, nos comprometemos con la continuidad a través de nuestras futuras generaciones", reflexiona Guillermo Penso, presidente de la Fundación Otazu.
Leído › 1428 veces