Vitaminas en la uva y en el vino

La comunidad médica está de acuerdo en que el consumo moderado del vino no es malo para la salud, sino todo lo contrario. Tomar hasta una copa al día puede resultar beneficioso por muchas de las características de este fermentado milenario.

Y es que, al fin y al cabo, tintos, rosados, blancos y espumosos son un producto derivado del fruto de la vid y, por tanto, se beneficia de todas las vitaminas en la uva, que se transforman durante el proceso de elaboración del vino, pero aportan otra serie de beneficios para el consumidor.

Vino y uva son dos partes de un todo y tienen una cosa en común: aportan vitaminas para el organismo. Conocer los puntos a favor de ambos productos hará que quieras introducirlos en tu dieta de manera habitual.

Cuáles son las vitaminas de la uva

¿Qué vitamina tienen las uvas? Este fruto tiene una gran riqueza de elementos positivos para el organismo. Sobre todas ellas, destaca la presencia de vitamina C, muy necesaria para el crecimiento y el desarrollo del organismo.

Más allá de las vitaminas más abundantes en la uva, este fruto es rico en antioxidantes y fibra. Y, por último, cada pieza de uva contiene una gran cantidad de minerales, entre los que se encuentra el potasio, el selenio, el azufre, el fósforo o el magnesio.

¿Y las vitaminas del vino?

El proceso de fermentación que sufren las uvas para convertirse en vinos hace que la composición del líquido varíe respecto al de las uvas frescas. En otras palabras, las vitaminas de la uva y las vitaminas del vino no son necesariamente iguales.

De hecho, solo hay que ver la composición de cualquier tinto o blanco para comprenderlo: encontramos vitamina C, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B5 y otros elementos de interés para quienes beben una copa de manera habitual o esporádica.

Estas, además de aportar beneficios para el organismo, son claves en los procesos de fermentación y oxidación de los vinos. Las vitaminas intervienen a la hora de dar tonalidad a las bebidas, aportan aromas, etc.

Beneficios de tomar vino y uva para la salud

Vista la alta presencia de las vitaminas en la uva y el vino, está claro que su consumo debe tener beneficios para la salud. Obviamente, en el caso del vino, será así siempre que se haga un consumo responsable y controlado.

Beneficios de comer uva

Como ocurre con cualquier fruta, comer uva de mesa en su época sin duda es muy positivo: se estará tomando un producto fresco, de cercanía y contribuyendo a tener una dieta variada, con presencia de estos productos que están en la base de la pirámide alimentaria.

• Aporta energía: la uva tiene una gran presencia de hidratos de carbono. Por eso se considera una de las frutas que mayor aporte de energía ofrece al organismo. De hecho, están recomendadas para tomar antes del consumo de cualquier deporte.
• Evita la oxidación: la uva tiene propiedades antioxidantes que son clave para el mantenimiento de órganos como el riñón y el hígado. En otras palabras, tomar uva mantiene el cuerpo “más joven”.
• Mejora el tránsito intestinal: la uva es un producto muy recomendado para las personas que sufren de estreñimiento gracias a su alta presencia en fibra. Las personas que toman uva de manera habitual en su dieta van al baño de manera más regular y controlada.

Además de todo esto, la uva está vinculada a una clara reducción de sufrir enfermedades cardiovasculares y la prevención de la hipertensión y la osteoporosis.

Beneficios de beber vino

Por sus características, el vino también ofrece ciertos beneficios en una toma recomendada de una copa como máximo al día.

• Previene enfermedades cardiovasculares: especialmente el vino tinto es clave para limpiar la sangre y proteger los vasos sanguíneos. Esto tiene una repercusión directa para el funcionamiento del corazón, venas y arterias: se reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
• Aumenta los niveles de Omega 3: el Omega 3 es un tipo de grasa poliinsaturada que fortalece las neuronas y el sistema cardiovascular. Diversas investigaciones han demostrado que el vino eleva los niveles de Omega 3 en el organismo.
• Cuida de la vista: el vino tiene un componente llamado resveratrol, que es un antioxidante que tiene mucho que ver con la vista. Estudios científicos han demostrado que la ingesta habitual de vino puede detener el crecimiento incontrolado de los vasos sanguíneos del ojo, que son una de las causas de la ceguera.
• Reduce el riesgo de depresión: el resveratrol combate también los síntomas que causan la ansiedad y la depresión y es un excelente estimulante de la felicidad.

Esto quiere decir que las personas que incluyen el vino en su dieta semanal se suelen mostrar más relajados y con una menor tendencia a dejarse afectar por estas enfermedades mentales y nerviosas.

Estos son tan solo algunos de los beneficios que tiene tomar uvas y vino. Las vitaminas en la uva y en los tintos, blancos y espumosos son un aporte esencial para el buen funcionamiento del organismo. Y sus beneficios están avalados por distintos estudios científicos que han confirmado estas repercusiones positivas para los consumidores.