¿En qué se bebe el vino?

Un recorrido por los diferentes recipientes en los que se bebía históricamente el vino

Javier Campo

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¿En qué se bebe el vino? Pues la respuesta que todos esperamos es en la copa, y sí. Es una de las respuestas correctas, pero no siempre ha sido así y a lo largo de la historia el vino se ha bebido en muchos "recipientes"

La necesidad de beber vino en recipientes

Sabemos que los cavernarios utilizaban los cráneos de cualquier animal o las conchas para beber agua. Pero se supone que el vino apareció después. Teniendo en cuenta que hace miles de años que se hace vino y que se hace cerámica también, es más que probable que el vino se empezase a beber en vasijas de cerámica, aunque algunos sostienen que se sacaba de donde fermentaba con las propias hojas de la vid que servían para beber.

Claro que, si pensamos en un plato, el vino se nos caería y lo más natural sería crear lo que hoy conocemos como cuenco. Pero, para traerlo a cuencos desde donde se hace hasta donde se come o se bebe, tendría que inventarse algo. Ese algo fueron los odres o pellejos. Los odres eran pieles de animal, curtidas y cosidas que servían para transportar el vino hasta donde estaban las vasijas, de las vasijas a las jarras y de las jarras a los cuencos. Pero se sospecha que por el camino se iba perdiendo una parte dedicada a la cata, para velar que estuviese en condiciones claro. En algunas culturas, los cuernos vacíos de animal también se usaban para beber.

Las primeras copas de vino

Todo apunta a que los fenicios que empezaron a trabajar el cristal fueron los que hicieron la primera copa, aunque otros sostienen que o los romanos o los griegos ya las usaban de metal o piedras nobles, como los chinos que las hacían de jade.

Lo curioso es que la copa como tal, con el pie, tallo y cáliz, no aparece hasta el siglo XVI, lo anterior, eran cuencos con pie. Pero tengo que decir que es difícil poner fecha y origen a todo esto.

El vino que se bebía en las tabernas

Además, existen más cosas para beber vino. Como por ejemplo el vaso de cristal de toda la vida llamado chato, además del zurito o chiquito. Aquí el tema iba un poco más de "trago" largo en ciertas tabernas. Pero, las tabernas encerraban un artilugio maravilloso y que me encanta defender a ultranza como es el porrón.

Hay variantes del porrón (que es de cristal) que están hechas de cerámica como si de un botijo se tratase. Y de cerámica también hay jarras que sirven tanto para servir como para beber directamente de ellas según su forma o acabado.

La cerámica sigue presente hoy en día, de hecho, en Galicia por ejemplo todavía es posible encontrar las "cuncas", cuencos pequeños de cerámica blanca, y se sigue bebiendo en ellos para perpetuar su uso.

No podíamos dejar la bota aparte. Una derivación reducida de los odres y que hay que seguir utilizando para no perder esa maravillosa tradición.

Hoy en día, el plástico, el metal, el papel o el cartón sirven para beber nuestro preciado vino. Algunos piensan que, si no está en una copa adecuada, el vino se mancilla. Es indiscutible que se disfruta mejor en una buena copa, pero si durante toda la historia hemos bebido en cualquier cosa, ahora, en teoría, podemos seguir haciéndolo ¿no?.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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