El auge de los “vinos de chimenea” impulsa las ventas en tiendas y restaurantes con la llegada del frío

La estrategia apela a emociones y experiencias de confort para atraer a un público amplio durante el otoño e invierno

Miércoles 01 de Octubre de 2025

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Fireplace Wines Gain Popularity as Retailers Tap Into Autumn Comfort Trends

Con la llegada del otoño y la bajada de temperaturas, muchas tiendas de vino y restaurantes en España comienzan a impulsar la venta de los llamados “vinos de chimenea”. Este término, aunque no tiene una definición oficial ni responde a una categoría regulada, se utiliza en el sector para referirse a vinos que evocan sensaciones de confort y recogimiento, asociadas a momentos en casa durante los meses fríos. La imagen de una chimenea encendida ayuda a crear un ambiente acogedor que invita al consumo pausado y compartido.

El concepto de “vino de chimenea” funciona como herramienta comercial porque apela a emociones comunes en diferentes grupos de edad y perfiles sociales. Esto permite a los comercios diseñar campañas dirigidas a un público amplio, aprovechando el cambio estacional para renovar su oferta y captar la atención del cliente. El objetivo es vincular el producto con experiencias agradables, como pasar una tarde en casa con amigos o familia mientras fuera llueve o hace frío.

En cuanto a los vinos que suelen incluirse en esta categoría, predominan los tintos con cuerpo, taninos marcados y mayor graduación alcohólica. Ejemplos habituales son el Primitivo de Apulia, el Zinfandel californiano, los vinos de Burdeos, Châteauneuf-du-Pape del Ródano, Amarone della Valpolicella del Véneto o Shiraz australiano. También figuran mezclas bordelesas de distintas regiones del mundo, tintos aterciopelados del Languedoc-Rosellón, Malbec argentino o Cabernet Sauvignon chino. En España, un Gran Reserva de Rioja suele ocupar un lugar preferente en este tipo de selección.

Aunque estos vinos suelen tener menos demanda durante el resto del año, su consumo aumenta cuando llegan los primeros días fríos tras el verano. Por eso, muchos comercios preparan sus campañas desde finales de agosto o principios de septiembre para estar listos cuando cambian las condiciones meteorológicas.

No solo los tintos tienen cabida en esta propuesta. Cada vez hay más consumidores que prefieren blancos con estructura y crianza en madera. Un Chardonnay de Borgoña (especialmente de zonas como Meursault), un Chardonnay californiano potente o blancos del Ródano elaborados con Marsanne, Roussanne o Viognier pueden formar parte de la oferta. También se incluyen Gewürztraminer alsacianos o Riesling alemanes del Rheingau por su mayor cuerpo. La clave está en buscar blancos complejos y persistentes que puedan disfrutarse lentamente.

En cuanto a los espumosos, aunque suelen asociarse al verano y celebraciones al aire libre, existen opciones adecuadas para el otoño e invierno. El champagne añejo o maduro y algunos espumosos alemanes con largas crianzas sobre lías pueden sorprender al consumidor en esta época. Si la tienda dispone de estas referencias, integrarlas en la campaña puede diferenciar su propuesta respecto a otros establecimientos.

Las bebidas espirituosas también encuentran su espacio junto a los vinos de chimenea. El whisky y el coñac son habituales en este tipo de campañas, así como vinos generosos como oporto, Madeira o jerez. Para atraer a quienes no están familiarizados con estos productos, se recomienda crear experiencias combinadas con chocolates o puros seleccionados.

El éxito comercial depende tanto de la selección del producto como del diseño de la campaña. Es importante anticiparse y lanzar las promociones cuando aparecen los primeros días lluviosos o fríos tras el verano. Los paquetes promocionales con descuentos atractivos (a partir del 20%) suelen funcionar bien tanto en tienda física como online. La presentación también juega un papel importante: decorar el espacio con hojas secas u otros elementos otoñales ayuda a reforzar la idea de confort.

Las actividades complementarias pueden aumentar el interés del público. Ofrecer catas temáticas sobre vinos para el otoño o paquetes especiales para regalar fomenta la participación y fideliza al cliente. Las redes sociales permiten ampliar el alcance mediante concursos donde los seguidores comparten sus mejores momentos con vino bajo un hashtag relacionado con la tienda. Si se opta por sortear un vale entre los participantes, conviene fijar una fecha límite clara y comunicarla repetidamente para animar la participación.

La estrategia detrás del concepto “vino de chimenea” muestra cómo las emociones asociadas al consumo pueden influir en las decisiones de compra durante los meses fríos. Los comercios que adaptan su oferta y comunicación a este momento consiguen impulsar sus ventas y reforzar su relación con los clientes habituales y potenciales.

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