Un taller en Ciudad de México une costura y vino en una experiencia creativa

La vinícola Hilo Negro organiza una jornada que combina técnicas textiles y cata de vinos para públicos diversos

Martes 29 de Abril de 2025

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Un taller en Ciudad de México une costura y vino en una experiencia creativa

El pasado 26 de marzo, la Academia Sistema C y C, situada en Campeche 351 interior 101, Colonia Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México, acogió un taller que reunió a aficionados de la costura y del vino. La vinícola Hilo Negro, originaria del Valle de Guadalupe y reconocida en certámenes internacionales como el Concurso Mundial de Bruselas y el Concurso Internacional de Vinos Bacchus, organizó esta actividad con el objetivo de mostrar la relación entre la creatividad manual y la elaboración del vino.

Durante la jornada, los asistentes aprendieron a utilizar máquinas de coser bajo la guía de maestras especializadas. El taller permitió que personas con distintos niveles de experiencia se acercaran a técnicas básicas y avanzadas de costura. Las instructoras explicaron el funcionamiento de las máquinas, los tipos de puntadas y la importancia del detalle en cada prenda. Los participantes practicaron con diferentes telas y compartieron sus avances en un ambiente relajado.

Mientras se desarrollaba la parte práctica, los organizadores ofrecieron una cata guiada de tres vinos producidos por Hilo Negro. Cada etiqueta presentada tenía un vínculo conceptual con el mundo textil. El vino Tricot, un rosado elaborado para transmitir frescura y flexibilidad, acompañó los primeros ejercicios del taller. Su color fresa y sus aromas a cereza y flores fueron descritos por el equipo de Hilo Negro como una opción adecuada para platos ligeros.

A continuación, se sirvió Escala, un tinto elaborado con uva Syrah. Este vino pasó 24 meses en barricas de roble francés y mostró aromas a moras y flores junto a notas de caramelo y vainilla. Los responsables del evento señalaron que su estructura equilibrada lo convierte en una buena elección para quesos curados o carnes asadas.

La última etiqueta fue Zigzag, un ensamblaje de Nebbiolo y Syrah que permaneció en barricas francesas y americanas. Este vino presentó notas a cerezas, frambuesas, especias, chocolate y café. Su textura fue descrita como suave al paladar, lo que lo hace adecuado para acompañar carnes rojas.

El taller buscó poner en valor cómo la precisión y la creatividad son elementos comunes tanto en la costura como en la producción vinícola. Los organizadores explicaron que cada puntada requiere atención al detalle, igual que cada etapa en la elaboración del vino demanda cuidado y conocimiento técnico.

El evento reunió a entusiastas del diseño textil, amantes del vino y representantes de medios especializados. La actividad permitió que los asistentes conocieran nuevas técnicas manuales mientras degustaban vinos reconocidos fuera del país. Según los responsables de Hilo Negro, este tipo de iniciativas buscan acercar el mundo del vino a públicos diversos mediante experiencias sensoriales combinadas con otras disciplinas creativas.

La cita concluyó con una conversación abierta entre los participantes sobre las similitudes entre ambos oficios. Los asistentes intercambiaron impresiones sobre los vinos catados y las prendas confeccionadas durante el taller. La organización anunció su intención de repetir este formato en futuras fechas para seguir promoviendo el aprendizaje conjunto entre costura y cultura vinícola.

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