El sector vitivinícola mundial sufre su mayor retroceso en más de seis décadas

Francia registra su peor vendimia desde 1957 y Estados Unidos desde 2004

Lunes 21 de Abril de 2025

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Global wine production hits lowest level since 1961 amid climate and market pressures

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) presentó el pasado 15 de abril de 2025, en una rueda de prensa online, los datos mundiales del sector vitivinícola correspondientes al año 2024. La información incluye cifras de producción, consumo y comercio de más de 180 países productores y consumidores. El director general de la OIV, John Barker, explicó que el sector se encuentra ante un proceso de adaptación debido a los efectos del cambio climático, las nuevas preferencias de los consumidores y la incertidumbre geopolítica. Según Barker, estos factores suponen un reto para el sector, pero también pueden abrir nuevas oportunidades si se abordan mediante cooperación internacional, sostenibilidad e investigación.

Con el foco en la producción mundial de vino —sin incluir mostos ni zumos— se estima en 225,8 millones de hectolitros para 2024. Esta cifra representa una caída del 4,8 % respecto a 2023 y marca el nivel más bajo desde 1961. Las condiciones meteorológicas extremas han sido la causa principal de esta disminución. Heladas tempranas, lluvias intensas y sequías prolongadas han afectado gravemente a los viñedos tanto del hemisferio norte como del sur. En algunas regiones, además, la reducción responde a ajustes del mercado por la bajada en el consumo.

En la Unión Europea, la producción vinificada alcanzó los 138,3 millones de hectolitros en 2024, lo que supone un descenso del 3,5 % respecto al año anterior. Es el volumen más bajo registrado desde comienzos del siglo XXI. Las condiciones climáticas adversas han afectado a muchas zonas productoras: sequías severas en algunas regiones y lluvias torrenciales en otras han dificultado el cultivo y favorecido enfermedades en las vides.

Italia produjo 44,1 millones de hectolitros en 2024. Esta cifra representa un aumento del 15 % respecto a 2023, aunque sigue siendo un 6 % inferior a la media de los últimos cinco años. Las tormentas de granizo afectaron especialmente al norte del país. Francia registró una producción de 36,1 millones de hectolitros, lo que supone una caída del 23,5 % respecto al año anterior y un volumen un 17,9 % inferior a su media quinquenal. Es su nivel más bajo desde 1957. Las lluvias continuas durante la floración y la vendimia provocaron brotes de mildiu y redujeron considerablemente los rendimientos.

España produjo 31 millones de hectolitros en 2024, un aumento del 9,3 % respecto a 2023. Aun así, esta cifra está un 11,1 % por debajo de su media quinquenal. Castilla-La Mancha y Extremadura tuvieron cosechas relativamente buenas tras las sequías severas del año anterior.

Otros países europeos como Alemania (7,8 millones de hectolitros), Portugal (6,9), Rumanía (3,7) y Austria (2,2) registraron caídas importantes respecto a 2023 debido a fenómenos como heladas tardías o lluvias intensas en verano. En cambio, Hungría (2,7) y Grecia (1,4) lograron aumentar ligeramente su producción.

Fuera de la UE, Rusia alcanzó los 5,4 millones de hectolitros (+19,3 % respecto a 2023), su mayor volumen desde 2015. Georgia también tuvo una buena campaña con 2,4 millones (+26,6 %), gracias a unas condiciones meteorológicas favorables. Moldavia sufrió una fuerte caída hasta los 1,1 millones (-39,7 %), uno de sus niveles más bajos desde el año 2000.

En Asia, China produjo unos 2,6 millones de hectolitros en 2024. Esto supone una reducción del 17 % respecto al año anterior.

Estados Unidos registró una producción estimada en 21,1 millones de hectolitros en 2024. Es un descenso del 17,2 % respecto a 2023 y un volumen un 15,5 % inferior a su media quinquenal. La ola de calor extremo y los problemas con los inventarios provocaron que California tuviera su cosecha más baja desde el año 2004.

En el hemisferio sur también se repitió una tendencia descendente por segundo año consecutivo. La producción total fue de unos 45,8 millones de hectolitros (-3,6 % respecto a 2023), lo que representa el nivel más bajo en dos décadas.

Argentina lideró la producción en esta parte del mundo con unos 10,9 millones (+23,3 % respecto al año anterior), aunque aún por debajo de su media quinquenal (-3,9 %). Chile produjo unos 9,3 millones (-15,6 %) debido a una primavera fría que retrasó la vendimia y a la sequía persistente. Brasil tuvo una fuerte caída hasta los 2,1 millones (-41 %) por las lluvias excesivas durante la primavera y problemas con enfermedades fúngicas como el mildiu.

Sudáfrica produjo unos 8,8 millones (-5,1 %), su nivel más bajo desde el año 2005. El país sufrió heladas invernales intensas seguidas por lluvias fuertes e inundaciones que complicaron la vendimia.

En Oceanía se observaron situaciones dispares. Australia alcanzó los 10,2 millones (+5,3 %), pero sigue estando un 16 % por debajo de su media quinquenal debido a las lluvias excesivas y al exceso de existencias acumuladas. Nueva Zelanda registró una caída importante hasta los 2,8 millones (-21 %) por daños causados por heladas durante la floración en Marlborough.

La OIV subrayó que estos datos reflejan cómo las condiciones meteorológicas extremas están influyendo cada vez más sobre el rendimiento vitivinícola mundial. También señaló que es necesario reforzar la cooperación entre países para afrontar estos cambios mediante políticas comunes e intercambio técnico entre regiones productoras.

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