El enoturista demanda nuevas experiencias y productos innovadores

El turismo vinculado al mundo del vino hace frente a la actual situación de crisis con experiencias exclusivas dirigidas a clientes concretos

EFE

Lunes 11 de Junio de 2012

Compártelo

Leído › 2417 veces

El turismo vinculado al mundo del vino hace frente a la actual situación de crisis con experiencias exclusivas dirigidas a clientes concretos, como los viajes en helicóptero que ha desarrollado el grupo Matarromera que ofrecen al turista la posibilidad de conocer la Ribera del Duero desde el aire.

La responsable del enoturismo del grupo, Ana Vivero, ha explicado que este nuevo producto está dirigido al "enoturista VIP", exigente y que busca vivir las experiencias más privilegiadas.

Vivero señalado que las siete bodegas del grupo reciben unos 30.000 turistas cada año y que el sector, ha crecido mucho, especialmente en los últimos diez años, una evolución que ha hecho necesaria la creación de productos diferenciados.

De hecho, según los últimos datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin), las diferentes rutas del vino de España recibieron 1,5 millones de visitantes durante 2011, una cifra un 6 % superior a la de la anterior campaña.

Por su parte, el presidente del grupo Matarromera, Carlos Moro, ha precisado que el grupo fue pionero en ofrecer experiencias enoturísticas desde su creación a finales de los 80 y que, desde entonces, ha apostado por innovar y ofrecer productos innovadores como los viajes con chófer en minivan o el recién estrenado vuelo en helicóptero.

En esta última aventura, el viajero comienza su jornada en el aeropuerto de Cuatro Vientos, cuando un helicóptero para dos o tres personas le recoge y les lleva a recorrer la Ribera del Duero.

La Milla de Oro

Desde el aire, se puede conocer la "Milla de Oro" de esta zona y descubrir lugares como el Castillo de Peñafiel, sede de la Cofradía del Vino de Ribera del Duero, o las excavaciones de Pintia, un emplazamiento en el que vivió Atio, el jefe de una tribu romana que según la historia ya celebraba sus victorias brindando con los caldos de la tierra.

El trayecto se realiza a una velocidad de entre 160 y 180 kilómetros por hora, por lo que los viajeros pueden contemplar tranquilamente los meandros suaves del río, las parcelas dedicadas a la vid, las bodegas o enclaves históricos como el Monasterio de Santa María de Valbuena.

Al aterrizar, comienza otro itinerario que tiene como objetivo acercar al enoturista el pasado y el presente de la cultura del vino de la Ribera.

La primera parada es Bodega Rento, un casa noble construida por el Marqués de Olivares que, a lo largo de la historia, ha tenido muy diferentes usos, desde mesón a convento jesuita.Hoy en día, es el lugar donde se produce artesanalmente el vino más exclusivo de la compañía que los visitantes pueden probar en una cata directa desde la barrica.

La ruta continua con una visita a la bodega matriz del grupo, Matarromera, en Valbuena del Duero, que se encuentra semienterrada en la ladera de una pequeña loma y que esconde secretos como contar con uno de los botelleros privados del Rey de España y otro del Príncipe de Asturias.

Innovación

Finalmente, el itinerario plantea una visita a la bodega Emina, en la que el grupo ha proyectado la modernidad del sector, con el uso de energías renovables y la innovación como seña de identidad, una partida a la que se destina el 30 % de la inversión de la entidad.

Este espacio alberga el Centro de Interpretación Vitivinícola o el Jardín de Variedades, un espacio en la entrada del museo en el que se pueden descubrir hasta 40 tipos de uvas procedentes de todo el mundo.

Para culminar esta jornada, en el restaurante del grupo se ofrece una almuerzo clásico castellano con platos como la sopa castellana o el lechazo, maridado con cinco vinos distintos.El último contacto con la Ribera del Duero, un vistazo desde el aire en el helicóptero que devuelve al enoturista al punto de partida.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 2417 veces

Tendencias

Más Tendencias