El sector del vino italiano apoya el acuerdo UE-Mercosur para acceder a un mercado de 250 millones de consumidores

El sector del vino en Italia ha mostrado este miércoles, 17 de diciembre, su apoyo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur. La Unione Italiana Vini (UIV), principal organización del sector vitivinícola italiano, ha pedido al Gobierno de Italia que ratifique el tratado. Su presidente, Lamberto Frescobaldi, ha enviado una carta a la presidenta del Consejo, Giorgia Meloni, y a los ministros de Asuntos Exteriores y Agricultura, Antonio Tajani y Francesco Lollobrigida, en la que solicita avanzar hacia la firma del acuerdo.

Frescobaldi argumenta que el tratado permitiría abrir un mercado de más de 250 millones de consumidores en Sudamérica. Según sus palabras, la liberalización progresiva prevista en el acuerdo facilitaría la entrada de productos europeos en estos países y reduciría tanto los aranceles como las barreras no arancelarias. El presidente de UIV señala que actualmente cerca del 60% de las exportaciones italianas de vino se concentran en solo cinco mercados internacionales. Esta situación genera una dependencia que puede afectar a las empresas ante posibles cambios o problemas en esos destinos.

El acuerdo UE-Mercosur prevé eliminar los aranceles sobre el vino europeo en un plazo de ocho años. En la actualidad, los vinos europeos que llegan a Brasil soportan incrementos de hasta el 27% para los vinos tranquilos y del 35% para los espumosos debido a los impuestos a la importación. La reducción o eliminación de estos aranceles podría mejorar la competitividad de las bodegas europeas e italianas en Sudamérica.

La UIV considera que el tratado también incluye garantías para proteger las indicaciones geográficas europeas, lo que ayudaría a preservar la identidad y calidad de los vinos frente a posibles imitaciones. Además, subraya que el acuerdo puede servir para diversificar los mercados de exportación en un momento en el que algunos destinos tradicionales muestran signos de ralentización o mayor incertidumbre.

Mientras tanto, organizaciones agrícolas de varios países europeos han mostrado su rechazo al acuerdo. Argumentan que podría facilitar la entrada de productos sudamericanos con controles menos estrictos que los exigidos en Europa. Sin embargo, desde el sector del vino se considera que el tratado puede ser beneficioso si se aplican las garantías necesarias para proteger la agricultura europea.

La UIV pide al Gobierno italiano que impulse el proceso diplomático para lograr una ratificación equilibrada y dentro de plazos razonables. El objetivo es aprovechar las oportunidades comerciales y culturales que ofrece Sudamérica para el vino europeo e italiano. El sector espera que la apertura del mercado ayude a compensar la concentración actual de las exportaciones y permita crecer en nuevos destinos.

El debate sobre el acuerdo UE-Mercosur sigue abierto en Europa. Francia ha manifestado su oposición al tratado por motivos relacionados con la protección agrícola y medioambiental. La posición italiana contrasta con esta postura y pone sobre la mesa las diferencias entre sectores productivos dentro de la Unión Europea ante un posible nuevo marco comercial con Sudamérica.