La producción mundial de vino cae a su nivel más bajo en más de sesenta años

El cambio climático y la transformación del consumo agravan la crisis del sector vitivinícola en 2024 según la OIV

Martes 15 de Abril de 2025

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Global wine production and consumption hit lowest levels in decades amid climate and economic pressures

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) presentó este jueves, 15 de abril de 2025, en una rueda de prensa virtual, los datos mundiales del sector vitivinícola correspondientes al año 2024. El informe incluye cifras sobre producción, consumo y comercio del vino en más de 180 países productores y consumidores. La presentación estuvo a cargo del director general de la OIV, John Barker, quien subrayó la necesidad de cooperación entre países y adaptación a las nuevas condiciones que afectan al sector.

Según los datos publicados, la superficie mundial de viñedo se redujo un 0,6 % en 2024, hasta alcanzar los 7,1 millones de hectáreas. Aunque esta cifra confirma una tendencia descendente que se mantiene desde hace cuatro años, el ritmo de disminución ha sido más lento. Esta reducción se debe principalmente a la eliminación de viñedos en regiones tradicionales productoras. Sin embargo, algunos países han comenzado a ampliar sus superficies plantadas.

La producción mundial de vino en 2024 se estima en 226 millones de hectolitros. Esta cifra representa una caída del 5 % respecto a 2023 y es la más baja registrada en más de seis décadas. La causa principal ha sido la incidencia del cambio climático, que ha provocado fenómenos meteorológicos extremos e imprevisibles tanto en el hemisferio norte como en el sur.

En cuanto al consumo mundial, se calcula que alcanzó los 214 millones de hectolitros en 2024, lo que supone un descenso del 3,3 % respecto al año anterior. De confirmarse este dato, sería el nivel más bajo desde 1961. La OIV atribuye esta caída a factores económicos y políticos que han generado inflación e incertidumbre. También influyen los cambios en los hábitos sociales y las preferencias de las nuevas generaciones, especialmente en mercados maduros. A pesar de ello, el vino se consume actualmente en más países que nunca: está presente en 195 naciones. Además, algunos países con grandes poblaciones y alto consumo general aún presentan posibilidades de crecimiento.

A pesar del descenso tanto en producción como en consumo, la OIV prevé que el equilibrio entre oferta y demanda se mantenga durante 2024. La cosecha reducida por segundo año consecutivo podría contribuir a estabilizar el mercado internacional. No obstante, los niveles de existencias seguirán siendo desiguales según las regiones.

En lo referente al comercio internacional, las exportaciones se mantuvieron estables con un volumen total de 99,8 millones de hectolitros. El valor total exportado fue de 36 mil millones de euros, lo que representa una ligera bajada del 0,3 % respecto a 2023. Aun así, el precio medio por litro exportado se situó en 3,60 euros, una cifra elevada si se compara con los niveles anteriores a la pandemia. La inflación y la escasa oferta han contribuido a mantener estos precios altos.

Durante su intervención, John Barker afirmó que el sector vitivinícola debe adaptarse para superar los efectos del cambio climático y las transformaciones sociales. Señaló que trabajar juntos para buscar soluciones sostenibles y comprender mejor a los nuevos consumidores puede abrir nuevas oportunidades para el vino. También insistió en reforzar el comercio internacional y la cooperación entre países como vía para afrontar los problemas actuales.

La OIV agrupa actualmente a 51 Estados miembros y actúa como organismo técnico y científico encargado de recopilar información sobre la vid y el vino a escala mundial. Su objetivo es fomentar la armonización normativa y facilitar el intercambio de conocimientos entre los países productores y consumidores.

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