Ana Gómez
Lunes 09 de Enero de 2023
Leído › 11258 veces
Crujiente y con un agradable aroma almendrado. Así es el Cantuccio toscano, la tercera galleta más popular del mundo. Un dulce muy consumido que se disfruta acompañado con una copa de vino dulce, generalmente Vin Santo.
El origen de los cantucci se remonta al siglo XVI y hay dos teorías en torno a su nombre. La primera dice que el nombre deriva de "cantellus", que en latín significa "trozo o rebanada de pan". La otra sin embargo dice que la palabra deriva de "canto", rincón, parte pequeña.
Lo que sí que sabemos es que en el siglo XVI estas galletas se consumían en la corte de los Médicis, aunque parece que aún no contenían almendras. La Accademia della Crusca de finales del siglo XVII dio la primera definición de "cantuccio": "galleta en rebanadas, hecha de harina, con azúcar y clara de huevo". Esto fue un orgullo del Made in Italy ya en aquella época, los Cantucci se llevaron a la Exposición Universal de París de 1867 y tuvieron un gran éxito. A partir del siglo XX, el Cantucci con almendras comenzó a producirse en toda la región a una escala cada vez mayor.
Y es que la economía toscana le debe mucho a esta galleta, ya que la facturación de ella supera los 30 millones de euros. Pero no solo se disfrutan en Italia, el 37% del consumo tiene lugar en otros países de Europa, Estados Unidos, Japón o Rusia.
Los ingredientes de estas famosas galletas no son otros que harina, miel, azúcar, huevos, mantequilla y un poco de levadura. Todos ellos se mezclan formando una pasta que se amasa durante un buen rato hasta que adquiere una consistencia elástica y blanda. Al final se le añaden almendras y se divide la masa en partes alargadas para luego cocerlas en el horno durante unos 20 minutos.
Posteriormente se dejan reposar unos diez minutos y se cortan a mano con su famoso corte oblicuo tan característico de estas galletas. En este punto deben volver a introducirse en el horno a una temperatura más baja para terminar la cocción. Es precisamente este paso el que confiere al cantuccio su típica consistencia de galleta.
Para cumplir todos los requisitos, cada galleta no debe pesar menos de 15 g, su grosor no debe superar los 2,8 cm y la presencia de almendras no debe ser inferior al 20% por kilogramo, y por supuesto se deben envasar en su zona geográfica.
Si vais a un restaurante en la Toscana es raro que no os ofrezcan en la carta de postres el tradicional maridaje de estas galletas. Este consiste en acompañarlas y/o mojarlas en Vin Santo. Aunque también es posible maridarlas con un Passito di Pantelleria, un vino ligeramente fortificado y dulce, o un Marsala añejo, un vino siciliano dulce.
En Japón y Estados Unidos es común acompañar estas galletas con té o café. Y en algunas recetas italianas se sirven con nata montada o como base para hacer un delicioso tiramisú. Otra característica buena es que estos dulces duran varias semanas sin perder el crujiente que las caracteriza.
Si te han entrado ganas de probar este dulce toscano te dejo aquí una receta para prepararlos en casa:
Más información |
---|
La historia del Vin Santo |
Leído › 11258 veces
Fundada en 2007, Vinetur® es una marca registrada de VGSC S.L. con una larga historia en el sector del vino.
VGSC, S.L. con CIF B70255591 es una entidad inscrita en el Registro Mercantil de Santiago de Compostela, Boletín 181, Referencia 356049 en el Tomo 13, Folio 107, Sección 6, Hoja 45028, Inscripción 2
Email: [email protected] | Telf.: +34 986 077 611
Sede y oficinas en Vilagarcía de Arousa