10 aspectos que debes tener en cuenta para crear tu propia bodega casera

Vilma

Compártelo

Leído › 44868 veces

Si te gusta el vino, seguro que alguna vez has pensado cómo hacer una bodega en casa. Y no únicamente para tener buen vino a mano en cualquier momento, también para tener la posibilidad de que envejezca y alcance su momento óptimo en tu propio domicilio, lo que siempre sale más rentable.

Sin embargo, las instalaciones domésticas presentan distintos inconvenientes, siendo lo más complicado encontrar un lugar adecuado donde ubicarlas.

En este post vamos a ver cuáles son los requisitos para abrir una bodega de vino en casa que debes tener en cuenta. 

Claves imprescindibles para montar una bodega en casa

Muchos vinos pueden mejorar con el transcurso de los años, optimizando su sabor y revalorizando su precio. Las bodegas caseras son buenas soluciones que te permiten comprar vino a unos precios más asequibles, permitiendo que se optimice en tu propio domicilio.

Veamos cómo hacer una bodega en casa teniendo en cuenta una serie de aspectos.

Mejor lugar

Las viviendas urbanas no suelen contar con espacios adecuados para montar una bodega, y cuando cuentan con ellos suelen ser demasiado calurosos para el almacenamiento de vino.

Existen, sin embargo, otras opciones, como adquirir bodegas artificiales o vinotecas. Los espacios que quedan debajo de las escaleras son muchas veces lugares adecuados para el almacenamiento de algunas docenas de botellas que vayan a ser consumidas en un corto espacio de tiempo.

Ahora bien, si dispones de alguna pequeña sala aislada, sótano o trastero, es posible que puedas proceder a su acondicionamiento que convierta a estos espacios en auténticas bodegas caseras.

Tiempo

No merece la pena montar una bodega en casa si los vinos que vas a almacenar son vinos jóvenes que no hayan sido elaborados con vistas a su envejecimiento.

Los mejores vinos para almacenar son los grandes reservas, reservas y crianzas, que ya han madurado un tiempo en botella y barrica de madera, y que por tanto podrán seguir evolucionando en tu bodega casera.

Temperatura

Si quieres almacenar botellas de vino en tu bodega casera, debes elegir un espacio que no supere los 15 °C.

Cuando la temperatura supera los 20 °C puede estropear el vino, haciendo que su aroma se asemeje a “fruta cocida”, muy parecido al de la mermelada. El frío excesivo tampoco es conveniente.

Aún mayor influencia que la temperatura absoluta es la de los cambios bruscos, que pueden provocar que las botellas empiecen a “respirar”. Que el oxígeno llegue al vino puede tener como consecuencia que surjan aromas indeseados.

Humedad

La humedad más adecuada para el vino oscila del 75 % hasta el 85 %.

Al montar una bodega hay que tener en cuenta que un ambiente excesivamente seco pueden provocar que los vinos maduren con demasiada rapidez y de una forma inadecuada.

Por contra, los ambientes demasiado húmedos pueden enmohecer los corchos de las botellas, lo que puede ser un problema si el vino se filtra por el tapón.

Luz

El vino se altera con la luz, como le ocurre a la mayor parte de los alimentos. Los rayos ultravioleta pueden provocar alteraciones perjudiciales en el sabor, olor, color y, en general, la calidad del vino.

Al montar una bodega en casa hay que evitar la entrada constante de luz natural. En cuanto a la iluminación artificial, hay que utilizarla lo menos posible, evitando siempre los tubos fluorescentes.

Ruidos

Las vibraciones de los ruidos pueden afectar a los vinos de tu bodega casera, agitándolos y alterando sus cualidades.

Los botelleros deben estar aislados de cualquier aparato con motor.

Olores

Los corchos evitan que el vino se escape de las botellas, pero pueden dejar pasar algunos gases a su interior.

Ciertos productos de limpieza, materiales de construcción o botes de pintura pueden influir en el sabor y el olor de los vinos al montar una bodega.

Ventilación

La ventilación es muy importante para que el vino esté en perfectas condiciones, ya que consigue que el aire se renueve.

Sin embargo, hay que contar con sistemas de ventilación que no cuenten con motores, ya que sus vibraciones pueden perjudicar al vino, como ya hemos comentado anteriormente.

Colocación de las botellas

Las botellas de vino deben almacenarse tumbadas, de forma que los corchos se mantengan siempre húmedos.

Es conveniente almacenar en estanterías con sistemas de marcaje las botellas, de manera que puedan ser rápidamente identificadas. La ventaja de las cajas de madera originales es que se pueden apilar sin la necesidad de abrirlas o vaciarlas.

Clasificación de los vinos

La forma más común de clasificar los vinos al montar una bodega es según su denominación de origen o lugar de procedencia. Dentro de esta clasificación se pueden colocar según la llamada pirámide de calidad del vino: desde los vinos de mesa a los vinos de mayor calidad.

Otras formas de clasificación son:

  • Según su azúcar: secos, abocados, semisecos, semidulces y dulces.
  • Según la edad de los vinos: crianza, reserva y gran reserva.
  • Tipo de cultivo: ecológico, biodinámico y convencional.

 

Saber cómo hacer una bodega no es complicado. Lo difícil es encontrar el lugar adecuado dentro de una vivienda que cumpla con los principales requisitos para asegurar la buena salud del vino. Sin embargo, una vez encontrado el espacio para el almacenamiento, el sueño de tener una bodega casera propia será una realidad fácil de mantener.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 44868 veces