El precio medio del vino importado en China sube un 13% pese a caer el consumo

El mercado del vino en China ha mostrado cambios importantes durante el primer semestre de 2025, según los datos de las aduanas chinas analizados por la Interprofesional del Vino de España (OIVE). El país asiático atraviesa un proceso de reajuste estructural que afecta tanto al volumen como al valor de las importaciones. Aunque el consumo masivo se reduce, se observa una tendencia clara hacia la premiumización, es decir, los consumidores chinos buscan vinos de mayor calidad y exclusividad. Este cambio obliga a los proveedores internacionales a modificar sus estrategias, priorizando la rentabilidad por unidad vendida frente a la rotación de inventario.

En cifras generales, China ha invertido 651 millones de euros en importaciones de vino durante el primer semestre del año, lo que supone una bajada del 1,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el volumen importado ha caído mucho más, con 114,2 millones de litros, un descenso del 12,5%. Esta diferencia entre valor y volumen ha provocado que el precio medio por litro suba hasta los 5,70 euros, un aumento del 13%. El consumidor chino está reduciendo la compra de grandes volúmenes y optando por productos mejor posicionados en precio y calidad.

El análisis muestra tres efectos principales: una reducción neta de 7,5 millones de euros en el gasto total en importaciones; una caída de 16,3 millones de litros en el volumen físico importado; y un aumento notable en el precio medio unitario. Estos datos reflejan que el mercado chino está filtrando el exceso de oferta y concentrándose en vinos con mayor valor añadido.

La evolución no afecta por igual a todas las categorías. El vino envasado sigue siendo la base del mercado chino. En este segmento se han registrado ventas por valor de 615,44 millones de euros y un volumen total de 74,82 millones de litros. Aunque el volumen ha bajado un 7,4%, el precio medio ha subido hasta los 8,23 euros por litro, lo que supone un incremento del 6,4%. Este comportamiento permite mantener la facturación pese a vender menos cantidad.

Por otro lado, el segmento Bag-in-Box ha sufrido una caída importante. Su valor se ha reducido un 31,2%, lo que indica una menor demanda para este formato asociado al consumo más económico y práctico. En contraste, el vino a granel presenta una situación diferente: aunque su volumen ha caído un 20,7%, su valor ha crecido un 4,86%, alcanzando los 35,57 millones de euros. El precio medio del granel se sitúa ahora en 0,90 euros por litro tras subir un 32%. Esto significa que China importa menos vino a granel pero paga más por cada litro recibido.

En cuanto al vino espumoso, las cifras muestran un comportamiento mixto. El valor total importado es de 29,43 millones de euros con una ligera bajada del 1,7%. Sin embargo, el volumen importado ha subido un 20,9%, hasta los 3,79 millones de litros. El precio medio del espumoso baja hasta los 7,77 euros por litro tras descender un 18,7%.

Estos datos confirman que la premiumización es la tendencia dominante en China durante este periodo. Los consumidores están dispuestos a pagar más por vinos mejor posicionados y con mayor reconocimiento internacional. Al mismo tiempo, se reduce la entrada de productos orientados al consumo masivo o formatos económicos.

Para España y otros países exportadores resulta necesario adaptar sus estrategias comerciales a esta nueva realidad. La rentabilidad dependerá cada vez más del posicionamiento en segmentos medios y altos y menos del volumen total exportado. Las bodegas deben reforzar su imagen y trabajar en la diferenciación para captar la atención del consumidor chino que busca calidad y exclusividad.

El informe también señala que las presiones inflacionarias afectan especialmente al vino a granel debido al aumento de costes industriales para el embotellado local en China. Esto puede limitar las oportunidades para este tipo de producto si no se acompaña de mejoras en calidad o diferenciación.

En resumen, el mercado chino del vino está cambiando rápidamente hacia productos con mayor valor añadido. Las empresas españolas deben tenerlo en cuenta para mantener o mejorar su posición comercial durante los próximos meses.