En España han desaparecido más de 300 bodegas desde 2008

El sector vinícola español ha registrado una reducción en el número de bodegas durante el último año, según los datos publicados por el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y analizados por la Interprofesional del Vino de España (OIVE). A 1 de enero de 2025, el censo nacional se sitúa en 3.868 empresas cuya actividad principal es la elaboración de vino, lo que supone 57 menos que en enero de 2024. Este descenso representa una variación negativa del 1,5% en el conjunto del país.

El análisis territorial muestra diferencias notables entre comunidades autónomas. Cataluña encabeza la lista con 607 bodegas, nueve más que el año anterior, lo que supone un aumento del 1,5%. Castilla y León mantiene su posición como segunda comunidad con mayor número de bodegas, con 596 empresas y sin cambios respecto a 2024. Galicia ocupa el tercer lugar con 388 bodegas, aunque ha perdido dos respecto al año anterior (-0,5%).

En el grupo de comunidades con entre 300 y 400 bodegas figuran Castilla-La Mancha (358 bodegas, +0,3%), País Vasco (327 bodegas, -8,1%), La Rioja (315 bodegas, +0,6%) y Andalucía (309 bodegas, -1%). Por debajo de las 200 bodegas se encuentran la Comunidad Valenciana (189 bodegas, -4,5%), Comunidad de Madrid (160 bodegas, -3%), Islas Canarias (123 bodegas, -0,8%), Aragón (114 bodegas, -8,8%) y Extremadura (107 bodegas, -4,5%).

En el grupo con menos de cien empresas elaboradoras están Islas Baleares (96 bodegas), Navarra (85 bodegas, -3,4%), Región de Murcia (60 bodegas, -1,6%), Asturias (18 bodegas, +5,9%) y Cantabria (16 bodegas, -5,9%). Asturias es la comunidad que más ha incrementado su número de empresas en términos porcentuales durante el último año (+5,9%), aunque parte de una base muy baja.

El informe también analiza la evolución histórica desde 2008. En ese año había en España un total de 4.190 bodegas. Desde entonces se han perdido 322 empresas (-7,7%). El máximo reciente se alcanzó en enero de 2018 con 4.373 empresas censadas; desde entonces la tendencia ha sido descendente.

Por comunidades autónomas, el País Vasco es la región que más ha reducido su número de empresas desde 2008 (-238), seguido por Castilla-La Mancha (-136), La Rioja (-101), Extremadura (-55), Galicia (-36), Navarra (-35), Aragón (-23), Comunidad Valenciana (-7) y Región de Murcia (-6). En cambio, otras regiones han incrementado su tejido empresarial: Castilla y León suma 118 empresas más que en 2008; Cataluña añade 98; Islas Baleares suma 37; Islas Canarias y Comunidad de Madrid aumentan en diez cada una; Cantabria suma nueve y Asturias cinco.

El análisis a largo plazo muestra que algunas regiones han conseguido aumentar su número de empresas elaboradoras pese a la tendencia general a la baja. Cantabria e Islas Baleares presentan los mayores crecimientos porcentuales desde 2008 (+128% y +62%, respectivamente), aunque partiendo de cifras muy bajas. Por otro lado, País Vasco presenta la mayor reducción absoluta y relativa en este periodo.

La tasa anual compuesta de crecimiento empresarial refleja diferencias importantes entre regiones. Cantabria lidera este indicador con un crecimiento anual medio del 5%, seguida por Baleares (2,9%) y Castilla y León (1,3%). En sentido contrario figuran País Vasco (-3,2% anual), Extremadura (-2,4%) y Castilla-La Mancha (-1,9%).

El sector vinícola español parece estar viviendo un proceso de concentración geográfica. Regiones como Castilla y León y Cataluña refuerzan su papel como motores principales del sector tanto por volumen como por capacidad para mantener o aumentar su tejido empresarial. Otras zonas históricas como País Vasco o Castilla-La Mancha experimentan una reducción importante en el número de operadores.

La información recogida por OIVE e INE permite conocer con precisión la situación actual del sector vinícola español y su evolución reciente. Los datos muestran una tendencia general a la reducción del número total de empresas elaboradoras en España durante los últimos años. Sin embargo, existen diferencias notables entre comunidades autónomas tanto en términos absolutos como relativos. El sector sigue siendo uno de los pilares económicos para muchas regiones españolas y mantiene una presencia relevante en todo el territorio nacional.