Santander
Jueves 26 de Diciembre de 2013
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El aula de Gastronomía tiene previsto iniciar sus actividades en enero de 2014 y entre otros, organizarán conferencias, debates, cine, talleres prácticos, visitas guiadas...
La primera actividad se iniciará en enero y el tema será 'A pan y agua', e incluirá coloquio con panaderos, una cata y una visita a la fábrica de Agua de solares y al manantial de Fuencaliente.
Los cinco cocineros con estrella Michelin de Cantabria se han unido en el libro '5 tipos con estrella. 50 recetas con sabor a Cantabria', y en él han depositado la sabiduría y creatividad de su fogones con los productos y paisajes de la región.
Óscar Calleja de Annuna, Jose Antonio González del Nuevo Molino, Nacho Solana del Solana, Fernando Sainz de la Maza del Serbal y Jesús Sánchez del Cenador de Amós, recopilan en esta obra 50 recetas vistosas, sencillas y sabrosas.
El protagonismo de las propuestas gastronómicas de estos chefs son los productos de la tierra. La anchoa, el pollo picasuelo, el cachón, el queso de Cantabria o el sobao son los ingredientes principales de los platos que nos ofrecen estos cocineros.
El libro tiene un capítulo aparte para los vinos de la tierra y los licores como el orujo lebaniego.
EL Gobierno de Cantabria ha solicitado la inscripción en la denominación de origen protegida para la miel de Campoo y la de Liébana.
Esto supone contar con un nuevo sello de calidad para un producto gastronómico de Cantabria.
También está previsto implantar un sello de Calidad Controlada para la semiconserva de anchoa, que podría estar operativo en dos o tres meses, y otro para los limones de Novales.
Liébana tiene merecida fama por su belleza, su gastronomía y la espectacularidad de sus paisajes, donde predomina siempre la visión de las cumbres del Parque Nacional de los Picos de Europa. De la comarca es espectacular hasta la ruta de acceso, que parte de Unquera, en la costa, y atraviesa la angosta garganta del desfiladero de La Hermida, tallado a lo largo de millones de años por el río Deva, uno de los más salmoneros de la región
La capital de Liébana es Potes, villa que se mueve a un ritmo propio de tranquilidad contagiosa y a sólo tres kilómetros de Potes está Santo Toribio, donde se guarda, entre otras reliquias, el Lígnum Crucis, el fragmento más grande que se conserva de la Cruz de Cristo. Los valles de Liébana tienen en común sus grandes bosques caducifolios, su relieve sinuoso y los pueblecitos llenos de encanto, con su arquitectura tradicional de roble y piedra, en casas muy funcionales siempre acompañadas de pequeños huertos. El Valle de Baró termina en Fuente Dé, circo glaciar de imponentes paredes verticales, desde donde se puede acceder a Picos de Europa mediante el tercer teleférico más grande de Europa, con 700 metros de desnivel.
Liébana ofrece una gastronomía bastante diferenciada de otras zonas de la región. Su especial orografía, protegida de los vientos marinos, le confiere un microclima más propio de latitudes mediterráneas, por lo que en esta zona se cultivan productos distintos al resto de Cantabria.
Los quesos lebaniegos gozan de gran fama, especialmente el Picón Tresviso-Bejes, con denominación de origen, y los quesucos como los ahumados de Áliva, los de cabra u oveja. También son típicos los perniles, jamones de cerdo curados al frío, el borono, una especie de morcilla, y los embutidos de cerdo, jabalí y venado.
El plato típico es el cocido lebaniego elaborado con los pequeños garbanzos que se cultivan en las huertas de la comarca. Las carnes de vacuno, cordero y cabrito guisadas o, simplemente, asadas, son manjares de las mesas lebaniegas.
La miel y los postres caseros, y un te del puerto con orujo destilado en los valles lebaniegos completan una sabrosa y típica comida.
Hacia la meseta castellana
Los valles de Campoo y Valderredible son la transición entre la Cornisa Cantábrica y la Meseta. Sus atractivos están tanto en la naturaleza como en la historia.
Allí está el nacimiento del Ebro en Fontibre, y el pico Tres Mares, desde cuyas laderas nacen ríos que vierten al Cantábrico (el Nansa), al Atlántico (el Pisuerga) y el Mediterráneo (el Ebro).
Valderredible, es un entorno único para entrar en contacto con la naturaleza en estado puro, y también con la historia. Otra zona de gran interés son los alrededores del Pantano del Ebro, donde abundan la fauna y los bosques autóctonos, en convivencia con una abundante actividad ganadera.
La cocina de la zona cuenta entre sus platos más conocidos con la “olla ferroviaria”, que tiene su origen en los guisos realizados por los ferroviarios que hacían la línea del tren hullero que unía Campoo con La Robla en León. También típicas de esta zona son las pantortillas, delicado dulce realizado en hojaldre. Otros alimentos típicos de Campoo son el chuletón de “rechao”, la miel de brezo y las setas. En las pequeñas aldeas campurrianas se degustan, además, ricos cabritos, carne de vacuno.
En el valle de Valderredible lo más afamado son sus patatas, de una calidad superior, que están presentes en toda la tradición culinaria del valle. También en esta vega bañada por el río Ebro, destacan las preparaciones basadas en la ganadería bovina, caprina y ovina y en los cultivos hortícolas de sus fértiles huertas.
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