Hasta diez nuevos Cavas optan a la máxima distinción de Guarda Superior de Paraje Calificado

Este viernes, 19 de diciembre, la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava en Vilafranca del Penedès ha acogido una cata técnica para valorar la posible incorporación de nuevos Cavas a la categoría de Guarda Superior de Paraje Calificado. Un panel formado por sumilleres y Master of Wine reconocidos ha sido el encargado de analizar los vinos candidatos. Entre los expertos presentes se encuentran Pedro Ballesteros MW, Almudena Alberca MW, David Forer MW y Ramon Francàs. También han participado Oriol Roig, director técnico actual de la D.O. Cava, y Francisco González, anterior director técnico e impulsor de esta categoría.

La categoría de Cava de Guarda Superior de Paraje Calificado representa el nivel más alto dentro de la denominación. Para acceder a ella, los vinos deben cumplir una serie de requisitos estrictos. El primero es una crianza mínima de 36 meses en botella con sus lías. Además, los viñedos deben tener más de diez años de antigüedad y un rendimiento máximo de 8.000 kilos por hectárea. La vendimia debe realizarse a mano y la vinificación tiene que llevarse a cabo en la propiedad. El control del rendimiento de extracción está limitado a 48 hectolitros por hectárea. Solo se admiten vinos de añada y se exige trazabilidad completa desde el viñedo hasta la comercialización.

Actualmente, solo diez Cavas cuentan con el distintivo de Guarda Superior de Paraje Calificado. Con la valoración realizada este viernes, hasta diez nuevos vinos podrían sumarse a este grupo selecto si cumplen todos los requisitos establecidos por el Consejo Regulador.

El presidente del Consejo Regulador, Javier Pagés, ha explicado que esta categoría busca poner en valor la singularidad y calidad que pueden ofrecer ciertos viñedos concretos dentro del territorio amparado por la D.O. Cava. Según Pagés, estos vinos reflejan las características propias del lugar donde se cultivan las uvas y del trabajo realizado en cada finca.

La cata técnica celebrada en Vilafranca del Penedès forma parte del proceso anual para reconocer nuevos Cavas dentro de esta categoría superior. Los resultados definitivos se conocerán en las próximas semanas, una vez que el Consejo Regulador revise toda la documentación y los informes técnicos presentados por las bodegas candidatas.

El sector del Cava continúa así su apuesta por reforzar su imagen internacional mediante productos que cumplen con estándares muy exigentes y que buscan diferenciarse tanto en origen como en elaboración. La figura del Cava de Guarda Superior de Paraje Calificado se creó para identificar aquellos vinos que proceden de parcelas concretas con condiciones especiales y que han demostrado una calidad constante a lo largo del tiempo.

La iniciativa responde también al interés creciente por parte del consumidor en conocer el origen exacto y las prácticas empleadas en la producción del vino espumoso español más conocido fuera de nuestras fronteras. Con este tipo de medidas, la D.O. Cava pretende consolidar su posición entre las grandes regiones productoras europeas y ofrecer garantías adicionales sobre el origen y la calidad final del producto.

Las bodegas interesadas en obtener este reconocimiento deben someterse a controles periódicos tanto en campo como en bodega, además de superar catas técnicas realizadas por profesionales independientes. El proceso es riguroso y busca asegurar que solo los vinos que cumplen todos los requisitos puedan llevar el distintivo en su etiquetado.

La decisión tomada este viernes supone un paso más en el camino hacia una mayor diferenciación dentro del sector del Cava y refuerza el compromiso con la calidad y la transparencia ante consumidores nacionales e internacionales.