Vigo
Viernes 13 de Julio de 2012
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Seis bodegas gallegas, el Centro de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) colaborarán en un proyecto conjunto que tiene por objeto la mejora de la calidad de los vinos y fomentar el cultivo de las variedades menos utilizadas.
Las bodegas colaboradoras son Martín Códax, Marqués de Vargas, Pazo San Mauro, Moure, Rectoral de Amandi, Valdesil y Valmiñor, y en el proyecto también está involucrado el grupo de investigación del doctor Lisarrage, de la Universidad Politécnica de Madrid, informó una nota del CSIC.
El consorcio se centrará en el estudio del potencial vitícola y enológico de nueve variedades de uva para vivificación, cultivadas tradicionalmente en Galicia: Albariño, Godello, Treixadura, Loureiro y Caiño Blanco, Mencía, Castañal, Merenzao y Caiño Tinto.
El estudio, que apenas ha dado sus primeros pasos, se desarrollará durante las vendimias de 2012, 2013 y 2014, y se enmarca en el proyecto de investigación "INNTER GAL-ENO 2012".
Uno de los objetivos del mismo es impulsar el cultivo de las variedades menos utilizadas y elaborar, a partir de todas ellas, vinos diferenciados y de alta calidad, así como rediseñar los procesos de fabricación de los mismos para reducir los costes de producción.
También busca adaptar los cultivos de cada una de las nueve variedades a las condiciones climáticas concretas de cada viñedo y prevenir enfermedades.
Las cepas de las seis bodegas colaboradoras serán monitorizadas al detalle por el ITG a través de un sistema de redes de sensores inalámbricos que captarán y transmitirán información en tiempo real de múltiples parámetros ambientales, del suelo y de la planta.
El grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia-CSIC procesará e interpretará los datos recogidos y, junto con los obtenidos en el estudio de las enfermedades, se podrá elaborar un modelo de avisos de enfermedades, adaptado a las distintas zonas de Galicia y a las condiciones particulares de los viñedos.
Carmen Martínez, del CSIC, ha destacado en la presentación del proyecto que las variedades de uva tienen "mucho más peso" que las denominaciones de origen, y que la existencia de nuevos consumidores en países sin tradición vitivinícola hace necesario buscar vinos de menor graduación y de elevada concentración aromática.
Por otra parte, ha añadido Martínez, las condiciones climáticas exigen incrementar los conocimientos científicos actuales sobre el comportamiento de las variedades con la finalidad de dotar al sector vitivinícola gallego de sistemas de gestión más eficientes.
Una de las prioridades del proyecto es rediseñar los procesos con criterios de ecoeficiencia, para conseguir una producción sostenible que contribuya a aumentar la competitividad de las empresas, reducir sus costes y los posibles riesgos para la salud por la presencia de residuos potencialmente tóxicos en los productos que comercializan.
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