Ni ecológico, ni biodinámico, sino vino natural

¿Qué es un Vino Natural? ¿De dónde ha salido? Pues por lo visto son los franceses los que tienen la culpa

Adrian McManus

Viernes 04 de Mayo de 2012

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El movimiento Vin Naturale surgió por una parte como una reacción contra el uso de productos químicos que, a la larga, destrozan la tierra y por otra parte, contra las técnicas enológicas industriales que producen vinos aburridos y sin carácter, 'fabricados' en los laboratorios de las grandes (o no tan grandes) bodegas.

Los Vinos Naturales son elaborados de uvas que proceden de viñedos donde todo el proceso del cultivo es estrictamente ecológico (sean o no certificados como tal) y donde la vendimia se hace a mano sin la presencia de ningún tipo de máquinas.

Durante el período de vinificación, la intervención humana es prácticamente nula – no se utiliza levadura, acido, azúcar, enzimas, bacterias o taninos, y sólo sulfitos naturales. La utilización de los sulfitos es muy polémica. Los puristas rechazan totalmente cualquier uso de dióxido de azufre.

Otros menos radicales sí añaden sulfitos naturales en el momento de embotellar, aunque con mucho menos frecuencia que los enólogos convencionales.

Los Vinos Naturales también se elaboran sin la presencia de las tecnologías modernas comunes, como la ósmosis inversa y la microoxigenación, que alteran la textura del vino, añadiéndole sabor o alcohol.

A pesar de las quejas de algunos vinófilos, principalmente por su sabor rústico y/o olor a gallinero, el Vino Natural está ganando miles de adeptos en todo el mundo, desde París, pasando por Londres y hasta San Francisco.

¿Qué pinta Galicia en este movimiento de "terruño-istas" radicales?

En Vilanova de Arousa tenemos a Todd Blomberg, oriundo de San Francisco. Es copropietario de la bodega Sucesores de Benito Santos S.L. donde el 70% de su producción se exporta a países como los EEUU, México, Alemania, Reino Unido y Japón.

Empezó su periplo por estas tierras hace diez años cuando conoció a su futura esposa, una gallega, en la Universidad en California.

En el 2002, se trasladó a Vigo donde montó una cadena de tiendas delicatesen con unos socios avispados.

Gran parte del éxito de la empresa se debía al hecho de que habían dirigido una parte significativa de su marketing al sector empresarial, especializándose en cestas de gourmet de alta gama, hechas al gusto del cliente y muy diferentes a las que se veían habitualmente en el mercado.

Bioquímico de profesión, su paso al mundo de la elaboración del vino fue francamente fácil. Ya había sido marchante de vinos trabajando en una prestigiosa firma de San Francisco.

En el año 2006 se le presentó la oportunidad de invertir en una empresa familiar, la bodega de Benito Santos, que lleva elaborando vinos en su finca de Vilanova de Arousa durante muchas generaciones.

De hecho, Benito Santos fue la primera bodega en tener un puesto en la Fiesta de Albariño. Corría el año 1965 y Don Benito llevó unas 500 botellas que se esfumaron en menos de cuatro horas el primer día. Parece que algunas cosas no cambian.

También fue una de las primeras bodegas en ser premiadas en la Fiesta de Albariño de Cambados allá por los años sesenta. Hoy en el 2012 la filosofía de la bodega, respecto a la elaboración de sus vinos no ha cambiado un ápice.

Los vinos deben reflejar sus raíces, ser inconfundibles en cuanto a su procedencia siendo la máxima expresión del terruño que les ve nacer: el Valle del Salnés.

Todd Blomberg es en este momento, la voz que grita en el desierto en relación a la implantación de esta filosofía en Galicia, pero el hecho que esté ahí gritando es una buena señal, tanto para la viticultura gallega como para la española.

Los vinos disponibles en el mercado español son Igrexario de Saiar y Terra de Cálago, ambos 100% Albariño Rías Baixas de la finca de Sucesores de Benito Santos S.A.

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