Jueves 23 de Octubre de 2025
Leído › 849 veces

El pasado lunes, 20 de octubre, expertos en sostenibilidad y representantes del sector vitivinícola de la región portuguesa de Alentejo se reunieron en la Nash Conservatory de Kew Gardens, en Londres, para analizar el papel de la sostenibilidad en el vino. El encuentro puso en primer plano el Wines of Alentejo Sustainability Programme (WASP), una iniciativa voluntaria que busca reducir el impacto ambiental de las bodegas y mejorar su responsabilidad social.
João Barroso, coordinador de sostenibilidad de la Comisión Vitivinícola Regional de Alentejo (CVRA), explicó que WASP ayuda a las bodegas a aplicar prácticas más responsables y a medir sus avances. Según Barroso, en la última década se ha producido una evolución importante en la forma en que las empresas del sector entienden y aplican la sostenibilidad. Sin embargo, también advirtió sobre la proliferación de declaraciones poco rigurosas y el uso del término “sostenible” como herramienta de marketing sin un respaldo real.
Luís Sequeira, presidente de la CVRA, señaló que la sostenibilidad es un elemento diferenciador para los vinos de Alentejo y que la región aspira a figurar entre las más reconocidas a nivel internacional en este ámbito en los próximos cinco años. Sequeira subrayó que el papel de las autoridades es fundamental para garantizar que las certificaciones tengan valor y no se conviertan en simples etiquetas sin control. Recalcó que tanto a nivel nacional como internacional es necesario contar con una estructura reguladora que evite el llamado greenwashing y aporte credibilidad a las certificaciones.
Durante la conferencia, Anne Jones, consultora de sostenibilidad, explicó que cada vez más minoristas buscan trabajar con empresas que puedan demostrar credenciales ambientales claras. Según Jones, si una bodega no puede demostrar su compromiso con la sostenibilidad, ni siquiera entra en negociaciones sobre precios. Añadió que los consumidores están dispuestos a pagar más por productos con certificaciones fiables, pero que la variedad de sellos y certificaciones puede generar confusión y dificultar la confianza en el mercado.
Barroso insistió en que la transparencia y la honestidad son esenciales para evitar el greenwashing. Recomendó a las empresas hablar solo de lo que pueden demostrar y ser claras en su comunicación. Recordó que la sostenibilidad es un concepto complejo que abarca muchos aspectos, desde el uso del agua y la energía hasta la gestión de residuos y productos químicos.
Sequeira advirtió que ignorar la sostenibilidad tiene consecuencias económicas para todos. Explicó que los costes asociados a prácticas poco responsables acaban repercutiendo en toda la cadena, incluidos los consumidores. Defendió que encontrar un equilibrio entre intereses económicos y sostenibilidad permitirá avanzar más rápido hacia un modelo más responsable.
En el panel también participó Åke Thidell, profesor de la Universidad de Lund y experto en economía ambiental industrial. Thidell afirmó que la sostenibilidad puede ser rentable y suponer un ahorro de costes para las empresas. Propuso que los productores de vino colaboren más con universidades y centros de investigación para aprovechar conocimientos académicos y nuevas perspectivas. Según Thidell, esta colaboración puede aportar beneficios tanto a la sociedad como a la investigación científica.
El encuentro en Londres puso de relieve la necesidad de avanzar hacia una regulación internacional que aporte claridad y confianza a las certificaciones de sostenibilidad en el sector del vino. Los participantes coincidieron en que la demanda de prácticas responsables es cada vez mayor tanto por parte de los consumidores como de los inversores, pero recalcaron que solo una regulación clara y una comunicación transparente podrán evitar la confusión y garantizar el valor real de las iniciativas sostenibles.
Leído › 849 veces