Abrir un restaurante en España cuesta mínimo 40.000€

Abrir un restaurante en España es una tarea que requiere no solo pasión y dedicación, sino también una inversión considerable. El coste mínimo estimado para poner en marcha un negocio de restauración se sitúa en torno a los 40.000 euros, según lo señalado por Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España. Sin embargo, esta cifra puede aumentar drásticamente dependiendo del tipo de establecimiento que se quiera abrir, llegando hasta los dos millones de euros en casos de locales de mayor envergadura o más sofisticados.

España, con una rica tradición gastronómica y un mercado saturado de bares y restaurantes, cuenta con una media de cinco locales por cada mil habitantes. En este entorno, el sector representa un 6 % del Producto Interior Bruto (PIB) nacional, dando empleo a aproximadamente 1,7 millones de personas. Según datos recientes de Hostelería de España, entre 2022 y 2023 se registraron 1.432 nuevas aperturas de restaurantes independientes, una cifra que demuestra la dinámica y competitividad del mercado, pero que también refleja la dificultad de mantenerse a flote a largo plazo.

Uno de los principales escollos para los emprendedores en el sector es el largo y complicado proceso para obtener las licencias necesarias, algo que, según Gallego, depende de diversas administraciones y puede extenderse por años. A pesar de ello, la motivación de la mayoría de quienes deciden emprender en la hostelería no es exclusivamente económica. Según un estudio reciente elaborado por la plataforma de reservas TheFork y la empresa Cint, un 87 % de los emprendedores en restauración lo hace por razones personales y creativas, mientras que solo un 13 % tiene como objetivo principal la generación de ingresos adicionales.

El estudio, que recoge las opiniones de 610 profesionales del sector, también destaca las dificultades a la hora de obtener financiación. Muchos de estos emprendedores carecen de un historial crediticio que les permita acceder a capital con facilidad, lo que se suma a las complicaciones burocráticas inherentes al sector. Una vez en funcionamiento, los problemas persisten, y las regulaciones sobre el alcohol y el tabaco se posicionan como una de las principales preocupaciones para un 65 % de los encuestados, por delante de las ya mencionadas licencias y permisos.

Carito Lourenço, chef y propietaria del restaurante Fierro en Valencia, ofrece una perspectiva cercana sobre los obstáculos que sufren los nuevos empresarios en la restauración. Lourenço, quien inició su andadura empresarial hace más de una década con una consultora gastronómica, Tandem Gastronómico, subraya la falta de información con la que muchos emprendedores se encuentran al inicio de su aventura. Según la chef, uno de los errores más comunes es la mala gestión del capital durante los primeros meses, lo que puede comprometer la viabilidad del negocio en una etapa temprana.

A pesar de estos retos, Lourenço reconoce que el panorama para los emprendedores ha mejorado en los últimos años, ya que hoy en día se cuenta con más información sobre los pasos a seguir para abrir un restaurante. No obstante, aconseja a quienes se adentren en este competitivo sector que no dejen de innovar si desean mantener su negocio en funcionamiento a largo plazo.