José Peñín
Lunes 02 de Octubre de 2023
Leído › 21808 veces
La uva verdejo, con la garnacha blanca, es la variedad que más identifica el vino blanco español y sin parangón en los países de nuestro entorno. Es una uva de sabor peculiar. Aunque el viñedo más importante y mejor se halla en la D.O. Rueda, en el pasado se ha extendido por León, Zamora, algo en Asturias y Santander y, en los últimos años, Rioja. Desde hace 20 se ha plantado también en Castilla-La Mancha y en Extremadura, aunque, por la juventud de sus cepas, aún no existe alguna marca que destaque sobre las que se producen en Castilla y León.
Es una uva de oscuros orígenes, por lo que se mueve en el ámbito de las hipótesis. Según Martín Carrión experto en viticultura, las primeras vides de verdejo se habrían plantado en la zona de Rueda entre los siglos XI y XII coincidiendo con el reinado de Alfonso VI. Aunque no existen pruebas documentales al respecto, sí se sabe que, en esta época, tras la conquista de Toledo, se ordenó a cántabros, vascones y mozárabes repoblar el Duero, Estos últimos la habrían traído en sus alforjas desde Algaida en el norte de África, después de un periodo de aclimatación en el sur de la Península. Por otro lado, el ampelógrafo Jose Vouillamoz la vincula como una mutación de color con la trousseau como verdejo negro que se cultiva en Asturias y que después haya salido de su tronco la verdejo blanca. En fin...
Uno de los grandes valores es la condición de la verdejo para envejecer, tanto en velo de flor como oxidativamente. De hecho, uno de los mejores vinos de este listado que cito más abajo, Alberto Dorado, es un vino rancio clásico. Un tipo de vino que caracterizó en su historia el verdejo de la Tierra de Medina como relata el historiador francés Alain Huetz de Lemps. Señala que ya eran conocidos en el siglo XVI cuando se distinguían los vinos viejos (añejos) a muy viejos (trasañejos) de verdejo clarificados con arcilla fina. Entonces no era raro conservarlos durante cuatro o seis años en toneles a 25 metros de profundidad. Incluso se citaba con admiración un tonel de 20 años propiedad de Simón Ruiz, fundador del hospital general de Medina. "Su precio era muy alto, estaba presente en las tabernillas", y se consideraba un buen fortalecedor para los enfermos. El otro productor más importante a comienzos del XVI era Madrigal de las Altas Torres, la aldea donde nació Isabel la Católica. A finales de ese siglo, ganan en importancia Alaejos y Medina del Campo, y su vino es de los más apreciados durante la permanencia de la Corte en Valladolid (1601-1006). El mismo Quevedo canta sus virtudes cuando dice que los paños franceses no abrigan lo mismo que una santa botella de Alaejos".
Cuando se pusieron de moda los vinos afrutados a finales de los años 70 del siglo pasado, en Serrada y La Seca, corazón de los vinos de Rueda, la verdejo era minoritaria frente a la palomino y viura. La primera, por su afinidad para vinos rancios y la segunda para mejor envejecimiento en toneles.
He probado todos los verdejos de España y puedo afirmar que en la D.O. Rueda existen varios sabores dependientes del tipo suelos (pedregoso fluvial, calizos, arcillosos y arenosos) y altitud (algunas zonas arenosas y pizarrosas de Segovia). Desde sensaciones de volumen y cuerpo de los suelos pedregosos, pasando por los matices de finura y elegancia de los escasos suelos calizos, hasta llegar a la ligereza y acidez fresca de las zonas segovianas. La característica común es esa nota amargosa, de hierbas secas y persistencia de sabores que distingue a esta variedad tan castellana con la mejor entrada en boca, muy afrutada, aunque deja una cierta astringencia al final del trago. En cuanto a los que he bebido de León y algo menos en Zamora, baja su acento varietal, volumen y persistencia.
La variedad ha desarrollado una excelente adaptación en todos los climas. Capaz de resistir al frio, al calor extremo y a la sequía como pocas. Lo más notable de esta uva es que los vinos de las bodegas integradas en la D.O Rueda y los que se adhieren a la denominación regional Castilla y León cuentan con una calidad que se exhibe en los vinos precisamente menos puntuados, cuya evaluación no baja de los 87 puntos. Eso quiere decir que la verdejo es de las pocas uvas que se resiste a perder su fisonomía, aunque la producción sobrepase los 10.000 kilos por hectárea, que son posiblemente la mayoría de las puntuaciones inferiores.
En la base de datos de la Guía Peñín aparecen catados 388 vinos donde participa la verdejo con otras vides. De ese total 304 son los de solo una variedad distribuidos en la D.O. Rueda con 201, bajo la contraetiqueta de Castilla y León con 29, y 13 en Castilla-La Mancha y el resto repartido por el resto de España.
Al listado del Podio entre 95 y 100 puntos, he añadido los calificados con 94 puntos por si algún lector pensara que hay ausencias notorias en el pelotón de cabeza. Simplemente tienen un punto menos, pero son tan excelentes como los demás.
Toda una conjunción de fruta madura y flores secas, lías finas y frutos secos, ampuloso, complejo.
Excelente visión de un rueda con potencia en aroma y sabor. Exquisito matiz cremoso, hierbas silvestre con cuerpo y graso.
Color dorado con aroma complejo frutos secos, elegantes matices oxidativos con un paladar especiado con un final amargoso.
flores secas, lías finas, mineral, complejo, elegante, equilibrado boca redondo, especiado, largo, graso, complejo
Más información |
---|
Los mejores Albariños de España en 2023 |
Los mejores Monastrell de España en 2023 |
Los mejores Garnacha Blanca de España en 2023 |
Los mejores Cabernets Sauvignon de España en 2023 |
Leído › 21808 veces
Fundada en 2007, Vinetur® es una marca registrada de VGSC S.L. con una larga historia en el sector del vino.
VGSC, S.L. con CIF B70255591 es una entidad inscrita en el Registro Mercantil de Santiago de Compostela, Boletín 181, Referencia 356049 en el Tomo 13, Folio 107, Sección 6, Hoja 45028, Inscripción 2
Email: info@vinetur.com | Telf.: +34 986 077 611
Sede y oficinas en Vilagarcía de Arousa