Los mejores cabernets sauvignon de España

¿Quién no conoce esta uva en el mundo del vino? Es el nombre aún más famoso que el de las...

José Peñín

Martes 28 de Febrero de 2023

Compártelo

Leído › 17454 veces

cabernet sauvignon

¿Quién no conoce esta uva en el mundo del vino? Es el nombre aún más famoso que el de las más reputadas zonas vitivinícolas, si exceptuamos el término champagne. España no fue una excepción en su cultivo, que se impuso más en los años ochenta. Hoy, redescubriendo los valores de nuestras cepas autóctonas, su uso ha ido disminuyendo o, al menos, se mantiene como complemento en los ensamblajes.

Cuando en la segunda mitad del siglo XIX la Rioja se convirtió en el primer alumno aplicado del vino bordelés y se imitaba sus modos de elaboración y crianza, también se plantaron las vides bordelesas. Su implantación fue fugaz debido a que la CS no maduraba tanto como en el Médoc francés. Sin embargo, por el hecho de ser una cepa tardía e inicialmente perfecta para climas cálidos, su cultivo fue muy bienvenido basándose en su estructura tánica que se complementaba en las mezclas con la tempranillo y garnacha. En Navarra, entre la tesitura de eliminar la garnacha en aras de la tempranillo o elegir la cabernet sauvignon, se optó por esta última gracias al impulso de EVENA (Estación de Viticultura y Enología de Navarra), bajo la dirección de Javier Ochoa. Asimismo, la propia Denominación de Origen Somontano nació merced a las cepas francesas ante la escasa presencia y desarrollo de la autóctona moristel.

Servir vino tinto

¿Cuáles son sus encantos?

Si exceptuamos su valor como soporte tánico, los rasgos varietales son menos evidentes que en Chile y California por la mayor influencia fría de las aguas polares que bañan sus respectivos litorales. Lugares en donde la CS puede figurar en solitario en cualquier vino, mientras que en Burdeos solo en el Médoc bordelés funciona si se combina con una pequeña parte de merlot. Es quizás la variedad todo terreno que mantiene su identificación en casi todos los suelos y climas. Es difícil encontrar una cepa de calidad que se defienda tan bien frente a los inconvenientes criptogámicos y geoclimáticos. Su sabor peculiar y opulencia, su estructura y color sólidos la convierten en líder mundial. Siempre será la cepa recurrente.  Los del Penedés, Rioja y los del norte de Navarra se acercan al patrón bordelés, mientras que los de Somontano, leridanos, los navarros de la Ribera Baja, Aragón y Castilla-León guardan ciertas afinidades con los californianos y chilenos. Los cabernets de Castilla-La Mancha, Extremadura, Tarragona y Levante cultivados en suelos cálidos, pedregosos y arenosos, extremando la maduración del racimo pertenecen al modelo típicamente mediterráneo-árido con menor identificación varietal, más densos y compotados.

Hoy las cosas han cambiado. La inclinación hacia el modelo borgoñón de elaboración, el tanino, la intensidad de color y la fortaleza ya no tiene la relevancia de antaño, imponiéndose menor extracción de taninos y color. La nueva generación de viñadores no comulga tanto con esta cepa que impone su sabor sobre los generados por el terroir.

Los 11 mejores cabernets sauvignon de España

Recurriendo a la Base de Datos de la Guía Peñin (de acceso gratis  https://guiapenin.wine/guide/wines) que contabiliza el mayor número de vinos catados en España con esta variedad, asciende a 663, de los cuales solo 83 son monovarietales. He seleccionado las más elevadas calificaciones de 93 y 92 puntos. En cambio, los multivarietales, son más numerosos, alcanzando valoraciones superiores a los 95 puntos. Esto confirma lo que dije más arriba respecto a que la variedad mezclada con otras resulta más útil como uva mejorante. También es cierto que en estos tiempos en España no se lleva exhibir como vino de una cepa a la CS, tan generalizada en el mundo.

El perfil tánico de la CS permite crianzas más rotundas, lo que hace que el rasgo inequívoco de la variedad quede sumergido en los matices especiados de la madera, con maduraciones de la uva más largas. Por eso la mayoría son "reserva". De los 11 vinos que se reseñan nada menos que 6 son catalanes, ya que ellos fueron los primeros en adoptar esta variedad de un modo generalizado. En la descripción de cada vino solo destaco sus rasgos principales.

Las dos marcas más caras, como Mas La Plana y Abadía de Retuerta se deben a su mayor reputación y consolidación en el mercado.

93 Plana d'en Jan Plana in Albis 2018 – 46€

(D.O. Penedés)

Maduración, carácter mediterráneo.

93 La Casona de la Vid 2017 – 34€

(IGP Castilla y León)

Con cuerpo, especiado, potente.

93 Dehesa del Carrizal 2019 – 17€

(Vino de Pago, Toledo)

Fruta madura y leves notas herbales. Buena relación precio-calidad.

93 Mas La Plana 2018 – 76€

(D.O. Penedés)

Carácter mediterráneo: fruta negra madura especiado.

93 Albret La Viña de mi Madre 2017 – 26€

(DO. Navarra)

Especiado, crianza, fruta negra madura

93 Abadía Retuerta Pago Valdebellon 2017 – 70€

(Vino de Pago Duero)

Fruta negra madura con ciertos rasgos balsámicos (fresco)

92 L'Estació Negre 2016 – 24€

(DO. Catalunya)

Rasgos maduros, con cuerpo, muy mediterráneo

92 Ca Elsa 2016 – 28€

(Vino de Mesa Girona)

Cierta expresión varietal con notas maduras y algo especiadas.

92 Torrent Negre Selecció Privada 2014 – 35€

(DO. Pla i Levant Mallorca)

Rasgos especiados de la crianza y ligeras notas finas de reducción.

92 Casa Vella D'Espielles 2017 – 14€

(DO. Penedés)

Rasgos maduros con leves notas frutales y septentrionales.

92 Pago de Larrainzar 2018 – 25€

(DO. Navarra)

Rasgos mediterraneos a partir del viñedo de microclima cálido.

José Peñín
Posiblemente el periodista y escritor de vinos más prolífico en habla hispana.
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 17454 veces