Amancio Moyano, presidente CECRV: “Se va a implantar un sistema de autorizaciones, que esperemos equilibre la oferta y demanda”

Las intensas negociaciones que han culminado en el acuerdo alcanzado el pasado 26 de junio para la nueva orientación de la Política Agraria Común (PAC) han puesto en el punto de mira la labor de la Conferencia de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) y su trabajo como interlocutor entre el sector vitivinícola y las administraciones públicas, tanto españolas como europeas. Hablamos con su presidente, Amancio Moyano, para conocer mejor las funciones del CECRV y su valoración sobre el nuevo sistema de autorizaciones aprobado en Bruselas que sustiuirá a los derechos de plantaciones. Aunque el sector valora como positivo el acuerdo, puesto que se partía de una situación mucho peor, Moyano asegura que se mantendrán muy atentos al desarrollo de los distintos reglamentos para garantizar la defensa de la postura del sector: el control sobre las plantaciones en aras de mantener el equilibrio entre oferta y demanda y, por tanto, la rentabilidad del producto.

La diversidad es una de las riquezas de los vinos de España, pero las grandes diferencias entre denominaciones de origen grandes y pequeñas, ¿complica el trabajo del CERCV? ¿cómo se consensúan intereses comunes que aunen a todas las denominaciones de origen?

Si tenemos en cuenta que estamos hablando de 56 denominaciones de origen muy variopintas entre sí, el trabajo del CECRV es realmente meritorio, ya que nuestra labor es ser capaces de coordinar todos sus intereses de todos estos consejos reguladores y creo que se está haciendo de manera eficiente, gracias en buena medida a la responsabilidad de los propios consejos reguladores, que son muy considencientes de que, al final, hay un objetivo común: la defensa del vino con denominación de origen a nivel nacional y la coordinación con las administraciones públicas e instituciones europeas.

En este sentido, nuestro trabajo como intermediario con el Ministerio de Agricultura y también nuestra pertenencia a la European Federation of Origin Wines (EFOW), la federación constituída junto con las conferencias de denominaciones de origen francesas, portuguesas, italianas y húngaras, hacen que las Denominaciones de Origen grandes y pequeñas sean conscientes del papel tan importante que desempeña la CECRV y nos facilitan el trabajo. Independientemente de su superficie de producción hay problemas que todas tienen en común y a la hora de tomar decisiones tan importantes como las que hemos tenido que abordar en los últimos meses ha habido muchas coincidencias. Al fin y al cabo todos tenemos la misma pretensión: la defensa de un vino con características particulares, propias de su territorio y de sus variedades.

“¿Qué supone el acuerdo sobre la PAC en lo que respecta al sector del vino? ¿es un acuerdo definitivo o aún cabe modificaciones?

Por lo que respecta a nosotros, la preocupación fundamental está dirigida a la permanencia de los derechos de plantación, que en la anterior OCM ya se contemplaba eliminar, liberalizando estos derechos sin ningún tipo de control. El sector ya veía mal esta situación puesto que el problema que tenemos es el profundo desequilibrio entre la oferta y la demanda: tenemos más oferta que demanda de producto y la consecuencia clara es la falta de rentabilidad, tanto para el viticultor como para el bodeguero. Si esta situación no se había solucionado con los derechos de plantación en la anterior OCM, imagina si se liberalizara sin ningún control: el desequilibrio sería mayor y las consecuencias para el sector, desastrosas.

Con este acuerdo reciente hacemos en principio una valoración positiva porque, aunque es verdad que el sistema de derechos de plantación va a desaparecer tal y como lo planteaba la anterior OCM, se va a implantar un sistema denominado de autorizaciones, que esperemos que consiga mantener el equilibrio entre oferta y demanda, que es el planteamiento que siempre hicimos desde el sector. Estaremos atentos al desarrollo de este nuevo sistema, puesto que aún queda por desarrollar los distintos reglamentos que se vayan elaborando pero, por lo que hemos visto, va en la línea de autorizar las plantaciones en función de la oferta y demanda cada año, manteniendo un tope de plantación en función del número de hectáreas totales pero con la decisión de autorizar o no la plantación en manos de cada país miembro para ejercer un control sobre la plantación, que es lo que siempre ha pretendido el sector. Según las informaciones de las que disponemos, el acuerdo alcanzado la semana pasada en el seno de las instituciones europeas permite asegurar que el nuevo sistema de autorizaciones estará vigente hasta 2030, comenzando el 1 de enero de 2016. En cuanto a las medidas de transición para pasar del actual sistema de derechos de plantación al nuevo sistema de autorizaciones, lo que se establece es que los actuales derechos dejan de tener validez el 1 de diciembre de 2016, pero se pueden convertir en autorizaciones posteriormente a esa fecha siempre que así se le haya solicitado al Estado Miembro antes del 31 de diciembre de 2015, pues los Estados Miembros pueden decidir alargar ese plazo y permitir a los productores convertir derechos en autorizaciones hasta 2020.

La PAC incluye importantes ayudas para la promoción de nuestros vinos, ¿están satisfechos con las ayudas para las ventas en el exterior?

Es un tema muy importante para nosotros, muy relacionado con el anterior, puesto la oferta y demanda también va a venir determinada por la comercialización, que va unida a las labores de promoción de cada uno de los países. Desde el sector se reclamaba el apoyo de la Unión Europea en las tareas de promoción y la inclusión de estas ayudas son buenas noticias para nosotros aunque tenemos que ser cautos porque no sabemos aún como se va a desarrollar este planteamiento. Tendremos que esperar. De igual forma es ahora una incógnita si podremos mantener el crecimiento racional de la superficie plantada. Lo iremos viendo año a año, aún es aventurado valorar si esta reforma garantizará el equilibrio.

¿Con este acuerdo se aleja el fantasma de la viticultura a dos velocidades, aquella opción que se llegó a plantear de liberalizar los viñedos con y sin IG?

Queda totalmente descartado, el acuerdo al que hemos llegado afecta a todos los niveles de protección que era algo que se llevaba reclamando desde el sector, no sólo ahora si no desde la anterior OCM del 2008 porque al final tanto el vino con D.O como sin ella siguen siendo competencia unos y otros por lo que siempre va a tener incidencia que haya mucha producción de uno de ellos, siempre afectará al otro. Por ello siempre reclamamos que hubiera un control de plantación a todos niveles de protección.

¿Cómo ha sido el funcionamiento del Grupo de Alto Nivel creado para formular propuestas y recomendaciones sobre la reforma de la PAC?

Ha sido positivo. Hemos tenido la oportunidad de dar nuestro punto de vista a través de la EFOW, y, en definitiva, ha sido una forma más de dar a conocer los planteamientos del sector y plantear nuestras propuestas. Lógicamente todo es mejorable, pero creo que podemos estar contentos con el funcionamiento de todos los operadores ya que ha demostrado ser una fórmula que nos ha permitido trasladar la postura del sector y conseguir que los planteamientos del sector se hayan plasmado en el acuerdo.

¿La postura del Ministerio español está ahora claramente definida alineada con el sector representado por la Confederación o hay discrepancias?

La verdad es que ha habido un cambio de postura muy importante con respecto a la postura del gobierno. Nuestro planteamiento ha sido siempre el mismo pero ahora afortundamante ahora hay sintonía, hay una coincidencia en nuestros planteamientos y más relación que la que podíamos tener antes, aunque este cambio no es achacable al Ministerio si no a nuestra propia organización, que ha promovido una mayor contacto con ellos. Este cambio ha permitido que podamos convertirnos en un interlocutor válido para que puedan conocer la opinión de las denominaciones de origen.

Hablando de promoción una de las campañas que tienen en marcha es SABER BEBER, SABER VIVIR con rostros muy conocidos del panorama nacional, ¿cómo está funcionando? ¿Hasta cuando estará en marcha?

De momento está siendo muy satisfactoria, tanto por su acogida como porque, por vez primera, hemos conseguido que todo el sector vitivinícola se vuelque en ella. Es la primera vez que hemos conseguido aunar a todo el sector en una campaña de promoción única, que nos permite abordar el problema del bajo consumo del vino en España. Con una duración de tres años, el objetivo es informar al consumidor de todo lo que hay detrás de una botella de vino para que sean conscientes de lo que supone para un país como el nuestro el consumo de una copa de vino, un consumo siempre con moderación.

El sector vitivinícola en España es fundamental para nuestra economía por lo que debemos intentar ofrecer toda esta información al consumidor y poner todos los medios a nuestro alcance para mejorar estas cifras de consumo medio de vino por habitante.

Al final de los tres años haremos balance y esperamos haber transmitido esta información al consumidor pero creo que, lo más es muy importante es haber dado ya el primer paso para poner solución a esta situación. Y es que actualmente tan importante es hacer un buen producto como luego saber comercializarlo y publicitarlo adecuadamente.

Las nuevas tecnologías abren grandes posibilidades pero también suponen un nuevo frente que controlar, tal y como advertían con la creación de los dominios .wine, ¿ha habido movimiento por parte de la ICAAN para salvaguardar a las IGPS de abusos o falsificaciones?

Con la idea de no crear confusión al consumidor con los nuevos dominios, solicitamos a la ICAAN garantías para la protección de las IGS a la hora de conceder nuevos dominios porque se han detectado casos de personas o entidades que no representan lo que aparece en su dominio. A través de la federación europea estamos muy atentos a estos casos, que vemos que se están incrementando, y queremos tomar precauciones. Estamos encontacto con el Ministerio y las administraciones europeas, para que estudien la situación y valoren la forma adecuada de actuar en cada caso, aunque aún no hay un protocolo establecido. La normativa tiene que irse adaptando a la realidad social pero la verdad es que Internet va a una velocidad tan alta que es complicado, por lo que debemos estudiar medidas para evitar problemas en un futuro próximo.