Muere Luis Sande Lamas, impulsor de la recuperación vitícola de Betanzos

Luis Sande Lamas, nacido en Santiago de Compostela en 1954, falleció este jueves 11 de diciembre. Su vida profesional estuvo marcada por una doble formación en Biología y Farmacia en la Universidad de Santiago. Desarrolló su carrera como alto funcionario en instituciones europeas, donde supervisó políticas de apoyo al mundo rural. Más tarde trabajó en la Xunta de Galicia, siempre vinculado a la gestión pública y al desarrollo del entorno rural.

Al jubilarse, Sande Lamas centró sus esfuerzos en la recuperación de los vinos de Betanzos, ciudad con la que mantenía un fuerte vínculo personal y familiar. Fundó Pagos de Brigante, un proyecto que supuso la recuperación de más de diez hectáreas de viñedos históricos en las orillas del río Mandeo. Apostó por variedades autóctonas y por una viticultura artesanal, con el objetivo de devolver a Betanzos el reconocimiento como zona vinícola.

La primera añada de Pagos de Brigante salió al mercado en 2020. Desde entonces, la bodega ha producido vinos como Ramallo, Bacelouro, Na Beira, Val do Ceo y Gran Brigante, además del aguardiente O Boo y el licor Tía Concha. La añada 2023 fue especialmente valorada por reflejar la identidad local y la visión del fundador.

Sande Lamas presidió la Asociación de Productores das Terras de Betanzos. Desde esta posición impulsó la colaboración entre bodegas y defendió una viticultura que contribuye a crear empleo y a preservar el paisaje y la memoria local. Su trabajo ayudó a que Betanzos recupere parte del protagonismo perdido dentro del sector vinícola gallego.

Además de su labor profesional, Sande Lamas participó activamente en la vida social y cultural de Betanzos. Fue miembro de la Coral Polifónica y colaborador habitual en las celebraciones religiosas, especialmente durante la Semana Santa. Compartía el vino con amigos y vecinos como forma de encuentro y celebración.

Su familia es conocida en Santiago por regentar la joyería Amboa. El propio Sande Lamas mantuvo siempre una relación cercana con ambas ciudades.

En su despedida este jueves, amigos y allegados han pedido que se consagre vino de Pagos de Brigante durante la ceremonia religiosa. Consideran que este gesto refleja el vínculo entre el homenajeado y la tierra a la que dedicó sus últimos años.

Quedan proyectos pendientes, como la recuperación de la viña medieval de Picha, pero su legado continúa a través del trabajo iniciado en los viñedos del Mandeo y en los vinos que llevan su sello personal.