Residuos de TFA detectados en el 100% de panes y vinos analizados en supermercados suizos

Expertos alertan de riesgos sanitarios pese a niveles por debajo del límite europeo y piden más investigación sobre sus efectos

Miércoles 15 de Octubre de 2025

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Traces of TFA Detected in 100% of Swiss Bread and Wine Samples, Raising Food Safety Concerns

La presencia de residuos de trifluoressigsäure (TFA) en alimentos básicos como el pan y el vino ha sido confirmada en la región suiza de la Romandía. El hallazgo se ha producido tras un análisis encargado por la radiotelevisión suiza francófona RTS, que examinó productos adquiridos en supermercados Lidl, Migros, Aldi y Coop. Todas las muestras, incluidas las ecológicas, contenían TFA.

La TFA es una sustancia química utilizada en la industria como reactivo y disolvente. También se genera como subproducto durante la degradación de pesticidas y refrigerantes. Desde 2024, se sabe que está presente en todas las muestras de aguas subterráneas analizadas en Suiza. Ahora, su detección en alimentos ha generado preocupación entre expertos y autoridades.

En los vinos analizados, los niveles de TFA oscilaron entre 11 y 150 microgramos por kilo. En el pan, los valores se situaron entre 29 y 130 microgramos por kilo. Estos datos son, de media, un 50% inferiores a los encontrados en productos similares de otros países europeos. Sin embargo, Murielle Bochud, responsable del Departamento de Epidemiología y Sistemas de Salud del Centro Universitario de Medicina General y Salud Pública de Lausana, advierte que la presencia de TFA en agua potable o alimentos supone un problema desde el punto de vista sanitario.

A pesar de ello, Bochud señala que los valores detectados están muy por debajo del límite de 0,03 miligramos por kilo de peso corporal establecido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Por este motivo, las autoridades suizas han decidido esperar antes de tomar medidas. El Departamento Federal de Seguridad Alimentaria ha comunicado que observará los avances a nivel internacional, especialmente en la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud, antes de fijar una posición oficial.

Los representantes del sector vitivinícola y de los productores de cereales han sido informados del hallazgo. El sindicato suizo de viticultores ha declarado que necesita más información antes de actuar, ya que existen muchas fuentes posibles de contaminación. Al mismo tiempo, asegura que los vinos suizos cumplen con los estándares de seguridad alimentaria y que los consumidores pueden seguir confiando en ellos. Por su parte, Swiss Granum, la organización que agrupa a la industria cerealista del país, afirma no tener constancia previa de la presencia de TFA en el pan y no prevé medidas inmediatas debido a la falta de datos.

El conocimiento sobre los efectos de la TFA en la salud humana es limitado. Para avanzar en este campo serían necesarias investigaciones amplias. Sin embargo, el gobierno suizo ha cancelado recientemente la financiación de un estudio de gran escala en el que participaba Murielle Bochud. Según la experta, esto supone una oportunidad perdida para medir la exposición de la población a sustancias tóxicas como las PFAS, grupo al que pertenece la TFA. Bochud explica que actualmente se depende de estudios realizados en otros países para evaluar la situación en Suiza.

Las investigaciones realizadas hasta ahora en animales han vinculado la TFA con malformaciones fetales y problemas reproductivos. No existen estudios equivalentes en humanos, pero los especialistas consideran probable que los efectos sean similares. Linda Bapst, responsable del servicio cantonal de protección al consumidor y veterinaria del cantón del Valais, recuerda que la Agencia Europea de Sustancias Químicas ha propuesto clasificar la TFA como posible tóxico para la reproducción, algo habitual en este tipo de compuestos. Según Bapst, mujeres embarazadas y niños pequeños podrían estar más expuestos a riesgos potenciales.

No obstante, tanto Bochud como Bapst coinciden en que la falta de datos impide establecer una clasificación definitiva sobre los riesgos de la TFA. En el ámbito europeo, existe consenso sobre la necesidad de impulsar la investigación para conocer mejor los efectos de esta sustancia en la salud pública.

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