Naciones Unidas debate si endurecer el control del alcohol equiparándolo al tabaco en la política internacional

La declaración política que se apruebe marcará las estrategias globales sobre el alcohol y la salud pública hasta 2030

Miércoles 24 de Septiembre de 2025

Compártelo

Leído › 1266 veces

UN Considers Stricter Global Alcohol Regulations Amid Debate Over Health Risks

La sede de Naciones Unidas en Nueva York acoge este jueves, 25 de septiembre, la cuarta Reunión de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT) y Salud Mental. En este encuentro, representantes de gobiernos, organismos internacionales y organizaciones del sector privado debatirán el papel del alcohol en la salud pública y si debe ser tratado con la misma severidad que el tabaco. El resultado será una Declaración Política que marcará la política internacional sobre el alcohol hasta 2030 y posiblemente más allá.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el 74% de las muertes a nivel mundial se deben a enfermedades no transmisibles, como cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Según la OMS, estas enfermedades comparten cinco factores de riesgo principales: consumo de tabaco, inactividad física, consumo nocivo de alcohol, dietas poco saludables y contaminación del aire. Por ello, la OMS propone que Naciones Unidas impulse impuestos y restricciones sobre productos como el alcohol.

En la reunión estarán presentes ministros, jefes de Estado y representantes de organizaciones civiles y empresariales. Entre ellos figura la Asociación Internacional para el Consumo Responsable de Alcohol (IARD), representada por su presidente y director ejecutivo Julian Braithwaite. IARD es una organización sin ánimo de lucro financiada por trece grandes empresas del sector, entre ellas ABInBev, Asahi Group, Diageo, Heineken y Moët-Hennessy. Su objetivo declarado es reducir el consumo nocivo de alcohol y promover un consumo responsable.

Julian Braithwaite explica que existe una estrategia internacional acordada en 2010 por la Asamblea Mundial de la Salud para reducir el consumo nocivo de alcohol. Según Braithwaite, esta estrategia se basa en dos principios: no todo consumo de alcohol es objeto de políticas públicas y el objetivo es reducir el consumo perjudicial, no eliminar el consumo en general. Defiende que los avances deben lograrse mediante la colaboración entre gobiernos, sociedad civil y sector privado.

Sin embargo, grupos defensores del control del alcohol consideran insuficiente esta distinción. Movendi International, una influyente organización abolicionista, pide que se elimine el término “consumo nocivo” porque sugiere que existe un consumo inocuo. Proponen que se reconozca al alcohol como perjudicial desde la primera gota. Este cambio facilitaría la imposición de etiquetas con advertencias sanitarias y mayores restricciones a su disponibilidad.

La OMS respalda medidas como impuestos más altos y limitaciones a la venta para reducir los daños asociados al alcohol. Sin embargo, el borrador actual de la Declaración Política mantiene el término “consumo nocivo”, reconoce un papel para la industria en las políticas públicas y no adopta plenamente las recomendaciones más estrictas propuestas por la OMS.

El debate sobre los datos también está presente. Según Braithwaite, los indicadores oficiales muestran avances desde 2010: la mortalidad atribuible al alcohol ha caído un 20% a nivel internacional entre 2010 y 2019, según datos publicados por la OMS. Además, se prevé una reducción similar en el consumo per cápita para 2030. Los grupos abolicionistas argumentan que el número absoluto de muertes relacionadas con el alcohol apenas ha variado debido al aumento poblacional mundial.

El papel de IARD en estos debates ha sido criticado por organizaciones como Movendi International, que acusan a IARD de actuar como portavoz encubierto del sector empresarial del alcohol y manipular los datos presentados ante Naciones Unidas. Braithwaite defiende que su organización solo recopila y analiza estudios existentes para informar a sus miembros sobre los avances científicos relacionados con el alcohol y la salud.

El proceso para aprobar la Declaración Política ha sido complejo. El texto ha pasado ya por tres revisiones debido a las presiones tanto del sector sanitario como del empresarial. La versión actual preocupa a los defensores del control del alcohol porque consideran que no recoge medidas suficientemente estrictas.

En paralelo a las negociaciones oficiales, diferentes actores han hecho públicas sus posiciones. La Académie Internationale du Vin —formada por cerca de cien personalidades reconocidas del mundo del vino— ha pedido a los gobiernos rechazar las propuestas más restrictivas impulsadas por la OMS.

Las decisiones que se tomen este jueves influirán en las políticas nacionales e internacionales sobre el alcohol durante los próximos años. El debate sigue abierto entre quienes defienden un enfoque basado en evidencias científicas y colaboración multisectorial y quienes piden medidas más contundentes para reducir los daños asociados al consumo de bebidas alcohólicas.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 1266 veces