La vendimia de 2025 en Italia anticipa una producción al alza y uvas de alta calidad

El sector vitivinícola afronta el reto de los nuevos aranceles estadounidenses pese a las buenas perspectivas en cantidad y calidad

Lunes 01 de Septiembre de 2025

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Italy anticipates abundant 2025 grape harvest with high quality despite regional disparities and export concerns

La vendimia de 2025 en Italia ha comenzado con buenas perspectivas en la mayoría de las regiones, según los datos recogidos por la Accademia Italiana della Vite e del Vino y diversas organizaciones agrarias. El inicio de la recolección se ha adelantado en casi todo el país, una situación poco habitual que responde a las condiciones meteorológicas registradas durante el año. El clima ha sido, en general, favorable para el desarrollo de la vid, aunque con diferencias notables entre el norte y el sur.

En el sur y en las islas, la producción de uva muestra un aumento respecto al año anterior. En cambio, en el centro y norte del país se prevé un descenso de entre el 10% y el 20%. A pesar de estas variaciones, la calidad de las uvas se mantiene alta gracias a un estado sanitario satisfactorio en todas las zonas productoras. La Accademia Italiana della Vite e del Vino ya había avanzado estas previsiones a principios de agosto y, tras un mes de vendimia anticipada, los datos recogidos confirman en gran medida esas estimaciones. En algunas regiones septentrionales, las pérdidas han sido menores de lo esperado.

El presidente de la Accademia, Rosario Di Lorenzo, ha señalado que aún es pronto para emitir un balance definitivo sobre la calidad de la vendimia. Ha explicado que el clima durante la fase final de maduración será determinante para la cantidad y calidad final de las uvas. Por ello, la institución publicará un informe más detallado al término de la campaña.

Según Coldiretti, se espera que Italia produzca unos 45 millones de hectolitros de vino este año, lo que supone un incremento superior al 9% respecto a los 41 millones del año pasado. La calidad general se sitúa entre buena y muy buena. Sin embargo, existe preocupación entre los productores por la situación comercial internacional. Los aranceles impuestos por Estados Unidos han pasado del 2,4% al 15%, lo que dificulta la exportación a ese mercado y obliga a buscar nuevos destinos para parte del vino italiano.

En el noreste, el Veneto prevé una producción superior a la del año pasado gracias a nuevas plantaciones y a un clima que ha permitido un desarrollo vegetativo regular. Las primeras variedades se han recogido desde finales de agosto. El Friuli Venezia Giulia también ha registrado adelantos en algunas variedades como Merlot y retrasos en otras como Glera. En Trentino Alto Adige, las condiciones meteorológicas han favorecido una maduración homogénea y no se esperan pérdidas importantes salvo en casos puntuales como el Gewürztraminer.

En el noroeste, especialmente en Piemonte y Liguria, la primavera fue muy lluviosa y hubo presión de enfermedades fúngicas como la peronospora. No obstante, los daños han sido limitados gracias a una gestión adecuada. Se estima una reducción productiva entre el 10% y el 15%. En Lombardía, sin embargo, se espera un ligero aumento respecto al año anterior.

En las regiones adriáticas del norte como Emilia Romagna y Marche, las condiciones han sido favorables tras una primavera fresca que retrasó el desarrollo inicial. Se prevén aumentos para variedades como Lambrusco o Verdicchio. En Abruzzo también se espera una cosecha superior tanto en cantidad como en calidad.

En Toscana, Lazio y Umbria, el invierno fue más cálido y húmedo de lo habitual seguido por olas de calor en junio. La vendimia del Sangiovese comenzó en septiembre en las zonas costeras y terminará en octubre tierra adentro. La producción será algo menor que en 2024 pero dentro de los valores medios históricos. En Toscana crece además la proporción de vino ecológico hasta alcanzar entre el 13% y el 15% del total regional.

El sur muestra incrementos claros: Puglia prevé alcanzar los 11 millones de hectolitros tras dos años difíciles marcados por enfermedades y condiciones meteorológicas adversas. La vendimia comenzó con Chardonnay y Negroamaro y continuará hasta octubre con otras variedades autóctonas. Basilicata espera subidas entre el 10% y el 20%, mientras Calabria calcula aumentos similares.

En Sicilia occidental, el clima estable ha permitido obtener uvas más grandes que otros años; sin embargo, en zonas como Etna o Sicilia sudoccidental se han producido retrasos por enfermedades fúngicas más agresivas y pérdidas puntuales que pueden llegar al 35%. En Cerdeña se prevé un crecimiento del 5% respecto a la media reciente gracias a unas condiciones meteorológicas favorables.

La única preocupación generalizada entre los productores italianos es la dificultad para colocar toda esta producción extra en los mercados internacionales debido a los cambios arancelarios recientes y a la necesidad de encontrar nuevos compradores fuera de Estados Unidos. A pesar de ello, tanto las organizaciones agrarias como los consorcios regionales coinciden en señalar que la vendimia avanza con normalidad y que tanto cantidad como calidad permiten mirar con optimismo al cierre de campaña.

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