Miércoles 15 de Octubre de 2025
Leído › 782 veces
El consumo de alcohol en Estados Unidos ha caído a su nivel más bajo en casi un siglo, según una encuesta reciente de Gallup. Solo el 54 por ciento de los adultos estadounidenses afirma consumir alcohol, una cifra que no se veía desde 1939, cuando se realizó la primera encuesta sobre hábitos de consumo en el país. Este descenso forma parte de una tendencia que se ha acentuado en los últimos años: en 2022, el porcentaje era del 67 por ciento; en 2023, del 62 por ciento; y en 2024, del 58 por ciento. Además, solo el 24 por ciento de los encuestados dijo haber tomado una bebida alcohólica en las últimas 24 horas, el dato más bajo registrado.
Expertos de la Universidad de Harvard señalan varios factores que pueden estar influyendo en este cambio. Marisa Silveri, profesora asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard y directora del Laboratorio de Neurodesarrollo en Adicciones y Salud Mental del Hospital McLean, explica que décadas de investigación en neurociencia y salud pública están empezando a tener un impacto real en la sociedad. Silveri subraya que los mensajes sobre los riesgos del alcohol están calando y que se observan cambios medibles en el comportamiento y la conciencia sobre el consumo.
Durante la pandemia, la situación fue diferente. El consumo de alcohol aumentó de forma importante, lo que preocupó a las autoridades sanitarias por el posible aumento de enfermedades relacionadas con el alcohol, como el cáncer o la insuficiencia hepática. Sin embargo, tras ese periodo, movimientos como el “sober-curious” han ganado fuerza. Este movimiento anima a las personas a replantearse su relación con el alcohol y ha impulsado iniciativas como el “Dry January” (enero sin alcohol) o el “Sober October” (octubre sin alcohol), que han pasado a ser prácticas habituales para muchos estadounidenses.
Silveri cuenta que ella misma decidió prolongar un “Dry January” hasta 500 días y comprobó mejoras en el sueño y el estado de ánimo, algo que coincide con los resultados de estudios sobre los efectos del alcohol en la salud cerebral. Además, la popularidad de dispositivos tecnológicos como los relojes inteligentes o pulseras de actividad también puede estar influyendo. Estos aparatos no solo miden pasos o calorías, sino que muestran cómo una noche de consumo afecta al ritmo cardíaco, la presión arterial y la calidad del sueño, lo que puede tener consecuencias en el estado de ánimo y la salud mental.
En los últimos años, investigaciones científicas han puesto en duda la idea de que un consumo moderado de alcohol pueda ser beneficioso. Silveri recuerda que no existe evidencia clara de que el alcohol mejore la fisiología humana y que incluso pequeñas cantidades pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. El cirujano general de Estados Unidos advirtió en enero que el alcohol es la tercera causa prevenible de cáncer en el país, solo por detrás del tabaco y la obesidad. El consumo está relacionado con siete tipos diferentes de cáncer, y para algunos, como el de mama, boca y garganta, el riesgo aumenta incluso con una sola bebida diaria.
Joji Suzuki, profesor asociado de psiquiatría en Harvard y director de la División de Psiquiatría de Adicciones del Hospital Brigham and Women’s, señala que la aparición de alternativas sin alcohol, como cócteles sin alcohol y nuevas cervezas y vinos sin graduación, ha ayudado a reducir el estigma y a hacer más accesibles los bares y fiestas para quienes no beben. Suzuki insiste en la importancia del mensaje de moderación: quienes no beben no deberían empezar por motivos de salud, pero quienes sí lo hacen deben mantener un consumo moderado.
Otro cambio reciente es el uso de medicamentos para tratar la obesidad, como los inhibidores GLP-1, que también parecen reducir el deseo de consumir alcohol. Suzuki explica que algunas personas que toman estos medicamentos han notado una disminución espontánea en su consumo de alcohol. Actualmente se están considerando ensayos clínicos para evaluar estos fármacos como tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol.
Gyongyi Szabo, profesora de medicina en Harvard y experta en inflamación hepática, observa un cambio generacional en los datos y en su entorno personal. La encuesta de Gallup muestra que las tasas de consumo entre jóvenes adultos han bajado del 59 al 50 por ciento desde 2023. Szabo atribuye este cambio a una mayor conciencia sobre las consecuencias sociales y para la salud de las decisiones relacionadas con la alimentación y la bebida.
Durante los meses más duros de la pandemia, algunos padres permitieron a sus hijos adolescentes consumir alcohol en casa pensando que era más seguro. Sin embargo, el cierre de escuelas interrumpió muchas actividades sociales donde suele haber consumo entre menores. Los expertos señalan que retrasar la edad de inicio en el consumo reduce los riesgos para el desarrollo cerebral y disminuye la probabilidad de problemas futuros relacionados con el alcohol.
A pesar de estos datos positivos, los especialistas advierten que los problemas asociados al alcohol no han desaparecido. Jagpreet Chhatwal, profesor asociado de radiología en Harvard y director del Instituto de Evaluación Tecnológica del Hospital General de Massachusetts, indica que la encuesta no analiza en profundidad el consumo problemático ni los casos de consumo excesivo puntual. Chhatwal recuerda que los efectos negativos del consumo prolongado, como la insuficiencia hepática, tardan años en reflejarse en los hospitales.
Suzuki añade que las urgencias siguen recibiendo a muchas personas con problemas relacionados con el alcohol y que el consumo entre adolescentes sigue siendo motivo de preocupación. Además, las mujeres están acortando distancias con los hombres en cuanto a problemas derivados del consumo, lo que está provocando un aumento de enfermedades hepáticas entre ellas.
Los expertos coinciden en que, aunque hay señales positivas y una mayor conciencia sobre los riesgos del alcohol, todavía existen problemas importantes relacionados con su consumo en Estados Unidos.
Leído › 782 veces
Fundada en 2007, Vinetur® es una marca registrada de VGSC S.L. con una larga historia en el sector del vino.VGSC, S.L. con CIF B70255591 es una entidad inscrita en el Registro Mercantil de Santiago de Compostela, Boletín 181, Referencia 356049 en el Tomo 13, Folio 107, Sección 6, Hoja 45028, Inscripción 2
Email: [email protected] | Telf.: +34 986 077 611
Sede y oficinas en Vilagarcía de Arousa