Viernes 21 de Noviembre de 2025
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El sector del vino en Italia ha mostrado señales mixtas durante la semana del 17 al 21 de noviembre. Los datos presentados por organismos como Nomisma, ICQRF, OIV, UIV y Confcooperative, junto con los informes financieros de 2024, permiten conocer la situación actual de una de las principales industrias del país. El vino sigue siendo un pilar para la economía italiana, con 30.000 empresas de transformación, 240.000 explotaciones agrícolas y 74.000 personas empleadas. El volumen de negocio alcanza los 16.000 millones de euros, lo que representa el 9% del sector nacional de alimentación y bebidas.
En cuanto a las exportaciones, en 2024 se situaron en 8.100 millones de euros, lo que supone el 14% del total agroalimentario italiano. Italia mantiene el primer puesto mundial en exportaciones por volumen y el segundo en valor, solo por detrás de Francia. Entre 2014 y 2024, las exportaciones casi se han duplicado, pasando de menos de 5.000 millones a los actuales 8.100 millones de euros, a pesar de las crisis económicas, conflictos internacionales, inflación y la pandemia.
Sin embargo, durante los primeros siete meses de 2025 se ha registrado una caída del 0,9% en las exportaciones. Esta bajada se produce en un momento marcado por la introducción de nuevos aranceles estadounidenses del 15%, un tipo de cambio euro/dólar desfavorable y una reducción del consumo en los principales países productores.
El análisis de los mercados muestra una estructura sólida pero con vulnerabilidades coyunturales. Estados Unidos sigue siendo el principal destino para el vino italiano, con casi 2.000 millones de euros exportados en 2024 (un aumento del 10,2%). No obstante, los aranceles aplicados desde este año afectarán a los precios a partir de 2026, ya que muchas empresas adelantaron envíos para crear reservas antes del cambio normativo. Existe el riesgo de que los productores locales estadounidenses ganen cuota frente a los italianos.
Para reducir la dependencia del mercado estadounidense, las empresas italianas están diversificando sus destinos: Canadá ha crecido un 15,3%, Rusia un 40%, y también se observan avances en Sudamérica, Europa del Este y Asia. El comercio electrónico vinculado al vino alcanza un valor estimado de 6.700 millones de dólares a nivel internacional este año.
Las tensiones geopolíticas y las políticas arancelarias internacionales afectan tanto a Italia como a otros grandes productores. La Unión Europea está preparando un nuevo paquete normativo para el sector vitivinícola y busca acuerdos comerciales con Mercosur, India y países asiáticos. Además, se prevé aumentar la financiación para promoción exterior hasta el 80% cofinanciado.
En cuanto al consumo interno en Italia, la tendencia es descendente desde hace décadas: desde 1995 ha caído un 30%, situándose en torno a los 23 millones de hectolitros anuales. La producción se mantiene estable entre los 46 y los 47 millones de hectolitros; aproximadamente la mitad se destina a la exportación.
El perfil del consumidor italiano también está cambiando. Hay menos consumidores diarios (del 55% en 2008 al 40% en 2023) y más interés por la calidad, la sostenibilidad y productos con menor graduación alcohólica o sin alcohol. Se espera que el segmento “no/low alcohol” alcance el 20% del mercado para el año 2029. El consumo de espumosos representa ya el 15,2%, casi el doble que en 2010; los vinos blancos se mantienen estables (39,6%) mientras que los tintos han bajado hasta el 37,3%.
Los datos sobre existencias publicados por ICQRF a fecha del pasado 31 de octubre muestran una acumulación importante: hay almacenados 44,5 millones de hectolitros de vino, además de otros tantos millones en mostos y vinos nuevos aún fermentando (VNAIF). En comparación con octubre del año anterior hay aumentos notables: vino (+5,2%), mostos (+6,9%) y VNAIF (+6,2%). El norte concentra el mayor volumen almacenado (62%), especialmente la región del Véneto.
La estructura del inventario revela que más de la mitad corresponde a vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP), un cuarto a vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP), mientras que solo un pequeño porcentaje corresponde a varietales u otros tipos. Veinte denominaciones acaparan casi el 59% del total almacenado bajo indicación geográfica.
Este exceso de existencias ejerce presión sobre los precios y márgenes empresariales, especialmente para las bodegas pequeñas.
El informe económico elaborado por Studio Impresa – Management DiVino junto al Corriere Vinicolo analiza los resultados financieros de casi novecientas empresas con ingresos superiores al millón de euros anuales. En promedio, la facturación creció un 2% respecto al año anterior (0,7% descontando la inflación) y el margen EBITDA medio fue del 10,5%. Sin embargo, casi la mitad (415 empresas) han visto reducir su rentabilidad.
El tamaño empresarial es determinante: las grandes compañías (más de cincuenta millones en ingresos) representan solo el 6% pero generan más de la mitad del volumen total analizado; su facturación creció un 8,4% entre 2022 y este año y su EBITDA también aumentó ligeramente. Las medianas empresas muestran estabilidad o ligeros descensos según su rango; las más pequeñas (menos de diez millones) suponen el grueso del sector pero solo aportan el 17% del total facturado y han sufrido una fuerte caída en sus márgenes operativos.
La situación actual obliga al sector italiano a buscar nuevas estrategias para mantener su posición internacional e impulsar su rentabilidad ante un escenario cada vez más exigente tanto dentro como fuera del país.
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