El vino en Estados Unidos sube un 20% en los último 25 años en plena caída del consumo

La subida de precios, los aranceles y el auge de bebidas alternativas reducen la variedad y dificultan la venta de vino

Lunes 17 de Noviembre de 2025

Compártelo

Leído › 779 veces

Wine Prices Surge 8 Percent in a Decade as Tariffs and Shifting Tastes Hit U.S. Market

El mercado del vino en Estados Unidos atraviesa un periodo de cambios que afecta tanto a los consumidores como a los comerciantes. Los precios de las botellas de vino han subido cerca de un 20% en los últimos 25 años y un 8% en la última década, según datos oficiales recientes. Este aumento se debe a varios factores, entre ellos el cambio climático, la inflación y el incremento de los costes de producción.

A estos problemas se suman los aranceles impuestos a las importaciones, especialmente desde la administración de Donald Trump, que aplicó un gravamen del 15% a los vinos procedentes de la Unión Europea. Esta medida ha tenido un impacto directo en el precio final para el consumidor y en la variedad disponible en las tiendas. Daniel Mesznik, propietario de McCabes Wine & Spirits en Manhattan, explica que los precios en su establecimiento han subido entre un 5% y un 12% este año debido a los aranceles, el transporte, la fabricación y la mano de obra. Mesznik señala que intentan no trasladar todo el aumento al cliente, pero reconoce que es complicado mantener los precios bajos.

Las empresas importadoras también sufren las consecuencias. Elenteny Imports, una compañía dedicada a la logística y distribución que trabaja con unos 9.000 minoristas y restaurantes, informa de una caída del 13% en las ventas de vino respecto al año anterior. Según Alexi Cashen, directora ejecutiva de Elenteny, los pedidos de vinos importados han bajado casi un 30% en lo que va de año. Cashen atribuye esta situación principalmente a los aranceles, aunque también menciona una menor demanda tras el repunte experimentado después de la pandemia.

El consumo de vino en Estados Unidos ha descendido un 3% entre 2019 y 2024 y se prevé que baje otro 4% hasta 2029, según IWSR, una firma especializada en análisis del sector de bebidas alcohólicas. Marten Lodewijks, presidente de IWSR, explica que muchos consumidores optan por bebidas listas para tomar o espirituosos, ya que suelen ser más asequibles y se presentan en formatos más pequeños y prácticos. Estas alternativas han ganado terreno frente al vino tradicional.

La situación afecta tanto a vinos importados como nacionales. Cashen indica que los vinos estadounidenses tampoco están registrando mejores ventas este año. Ante este panorama, algunos comercios están adaptando su oferta. Mesznik comenta que su tienda ha ampliado la presencia de tequila y mezcal, productos exentos de aranceles gracias al acuerdo comercial firmado con México en 2018. Ha incrementado en un 40% las marcas y tipos disponibles y les ha dado mayor visibilidad dentro del local. El peso del vino en sus ventas anuales ha pasado del 70% al 65%, mientras crecen otras categorías como las bebidas elaboradas con agave.

La reducción en los pedidos desde el extranjero es notable: Elenteny señala una caída del 50% en las importaciones desde Francia y del 66% desde Italia. Esto puede traducirse en una menor variedad para el consumidor final. Mike Veseth, economista especializado en vino, afirma que muchos minoristas, distribuidores y restaurantes han simplificado su oferta ante la bajada generalizada del consumo de bebidas alcohólicas. Los clientes pueden encontrar más dificultades para localizar marcas concretas.

La incertidumbre aumenta por la próxima decisión del Tribunal Supremo sobre la legalidad de estos aranceles, lo que frena nuevas inversiones o ajustes importantes en los precios por parte del sector vinícola. Cashen apunta que los vinos de gama media (entre 40 y 50 dólares) son los que más dificultades encuentran para venderse, mientras que las botellas más económicas y las premium mantienen mejores cifras.

Ante este escenario, algunos comerciantes ajustan sus compras para aprovechar descuentos por volumen o promociones puntuales. Mesznik pone como ejemplo un Pinot Noir argentino que este mes está rebajado: antes compraba entre una y tres cajas; ahora adquiere entre cinco y diez para beneficiarse del precio especial.

El sector vinícola estadounidense afronta así una etapa marcada por la subida de precios, menor demanda y cambios en las preferencias del consumidor. Las decisiones políticas sobre aranceles y la evolución económica seguirán influyendo en el acceso al vino tanto para comerciantes como para quienes buscan una botella para acompañar sus celebraciones.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 779 veces