Italia afronta pérdidas de hasta 460 millones por el nuevo arancel estadounidense

El 76% del vino italiano enviado a EEUU queda vulnerable y los precios suben hasta un 30% en tiendas y restaurantes

Martes 18 de Noviembre de 2025

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15% Tariff on Italian Wine Threatens $1.7 Billion in U.S. Revenue and 317 Million Euros for Italy

La administración de Estados Unidos ha confirmado la aplicación de un arancel del 15% sobre el vino importado desde la Unión Europea, una medida que afecta de forma directa a los productores italianos y, en menor medida, a otros países exportadores como España y Francia. Según datos difundidos por la Unione Italiana Vini (UIV), el impacto económico para las empresas italianas se estima en unos 317 millones de euros en un periodo de doce meses. Esta cifra podría aumentar hasta los 460 millones si el dólar mantiene su actual nivel de depreciación frente al euro.

El acuerdo que ha dado lugar a esta tarifa fue ratificado tras la reunión entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el expresidente estadounidense Donald Trump el pasado 27 de julio. La declaración conjunta publicada el 21 de agosto detalla que la nueva política arancelaria estadounidense afecta a la mayoría de las exportaciones europeas, incluyendo sectores como automóviles, productos farmacéuticos, semiconductores, madera y bebidas alcohólicas.

La UIV ha señalado que esta decisión perjudica tanto a los productores como a los importadores. El sector vinícola italiano representa el 24% del valor total del vino exportado desde Europa hacia Estados Unidos, con un volumen anual cercano a los 2.000 millones de euros. El Observatorio UIV calcula que las pérdidas para los socios comerciales estadounidenses podrían alcanzar los 1.700 millones de dólares debido al descenso en las ventas y al encarecimiento del producto final.

Entre los vinos italianos más afectados por estos aranceles figuran el Moscato d'Asti, con un 60% de su exportación dirigida al mercado estadounidense; el Pinot Grigio (48%), Chianti Classico (46%), vinos tintos toscanos con denominación de origen protegida (35%), tintos piamonteses DOP (31%), Brunello di Montalcino (31%) y Prosecco (27%). En total, el 76% de las botellas italianas enviadas a Estados Unidos se encuentran en una situación vulnerable ante este nuevo gravamen.

El presidente de la UIV, Lamberto Frescobaldi, ha advertido que el segundo semestre del año será complicado para el sector y ha pedido una mayor colaboración entre la cadena italiana del vino y sus socios estadounidenses —distribuidores, importadores y restauradores— para defender intereses comunes. Además, el secretario general Paolo Castelletti ha reclamado apoyo estatal para promover el vino italiano en el exterior, subrayando que en los primeros cinco meses del año ya se ha registrado una caída cercana al 4% en los volúmenes exportados.

El acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea incluye también compromisos europeos para adquirir gas natural licuado, petróleo y productos nucleares estadounidenses por valor de 750.000 millones de dólares hasta 2028. Sin embargo, sectores como el vino, licores y vinagres han quedado fuera de cualquier exención arancelaria. Maroš Šefčovič, comisario europeo para el comercio, ha reconocido que no se logró incluir estos productos bajo el criterio de nación más favorecida y que las negociaciones seguirán abiertas para otros sectores como acero y aluminio.

El impacto sobre los precios es evidente: según UIV, una botella italiana que salía de bodega a cinco euros se vendía en tiendas estadounidenses a 11,5 dólares a principios de año. Ahora, con la suma del arancel y la depreciación del dólar, ese precio ronda los 15 dólares. En restaurantes estadounidenses, esa misma botella puede llegar a costar cerca de 60 dólares al consumidor final.

Italia es uno de los países más expuestos por su cuota en el mercado estadounidense —el 24% del valor total exportado— frente al 20% de Francia o el 11% de España. Además, gran parte del vino italiano exportado pertenece a gamas medias o populares, lo que hace más difícil trasladar estos incrementos al consumidor sin perder cuota frente a otros orígenes.

El sector agroalimentario italiano también se ve afectado por estos aranceles. Productos como aceite de oliva virgen extra (140 millones de euros en exportaciones), pasta (74 millones), carne porcina y lácteos sufren pérdidas conjuntas estimadas en mil millones de euros anuales. Las asociaciones Coldiretti y Filiera Italia han lamentado que no se haya excluido al vino italiano del listado arancelario y han advertido sobre la necesidad de mantener estándares europeos en calidad y seguridad alimentaria ante la apertura a productos estadounidenses.

En este escenario comercial complejo, tanto productores como autoridades buscan fórmulas para mitigar las consecuencias económicas e impulsar la promoción internacional del vino europeo.

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