Y la magia volvió a hacerse vino en Ferrol

La cuarta edición del Salón Profesional del Vino de Ferrol cierra sus puertas consolidando un evento imprescindible para el sector profesional que se ha dado cita en una edición atlántica llena de calidad y personalidades del mundo del vino

Carmen Fernández

Viernes 07 de Junio de 2019

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Más de 3500 vistantes, 85% de los cuales vinculados al sector del vino y de la hostelería, una decena de actividades y 200 referencias de las que, por primera vez, más de la mitad eran vinos gallegos. La cuarta edición del Salón Profesional del Vino de Ferrol, Fevino 2019, respiró aires atlánticos en esta edición más que nunca y lo hizo dando un paso más en su consolidación como cita preferente en el calendario nacional de ferias vitivinícolas. Para ello nada mejor que impulsar el nombramiento de los primeros seis Guardianes del Vino, todos ellos destacadas personalidades del sector acompañados de una madrina de excepción, la ferrolana Paula Vázquez, y promover la primera edición de su concurso Os Espíritos do Viño, en los que se premiaron elaboraciones gallegas amparadas por las diferentes denominaciones de origen en las categorías de espumosos, rosados, vermús y aguardientes y licores tradicionales de Galicia.

Todo ello aderezado de catas y talleres, además de por un túnel de los vinos y los espirituosos gallegos premiados en la última cata de la Xunta de Galicia en un espacio luminoso y diáfano como la sede de Afundación en Ferrol, en pleno centro de una ciudad que para no ser elaboradora de vino, sigue demostrando conocimiento, respeto y entusiasmo hacia la cultura del vino. "Fevino es ya un evento consolidado en una tierra  donde no se elabora vino pero que se consume y se disfruta", explicaba el máximo responsable de la feria, Fernando Yáñez, que se declaraba profundamente emocionado de contar con las felicitaciones y el respaldo de toda la cadena de valor que conforma el sector vitivinícola.

A lo largo de estos años de trabajo al frente de este salón, Yáñez ha visto evolucionar Fevino, como lo ha hecho el propio sector y como lo hace el vino, "ha cambiado su color, su sabor o su aroma pero no su esencia y así este salón ha cambiado como él, sabiendo entender la importancia de la evolución de este mundo que se tasa en suelos, materia prima, pero sobre, en personas", afirmaba al tiempo que se mostraba seguro del futuro prometedor que le aguarda a este evento, que coloca a Ferrol en el mapa del mundo del vino y que cuenta ya con nuevos defensores, como son los primeros seis guardiantes del vino de este edición. "Fevino para mi es un gran escaparate", explica la directora técnica del salón, Mercedes González, "gente de toda Galicia y del resto de España, visitas internacionales, establecimientos de hostelería con lleno total, hoteles, restauración yo sólo puedo felicitar a Fernando Yañez por la valentía de un evento que permite acercase a conocer y probar novedades que de otro modo sería casi imposible".

La también responsable del jurado del concurso Os Espíritos do Viño destacó, además, el escrupuloso respeto a las elaboraciones que cuentan con un sello de calidad a la hora de llevar a cabo el concurso, en el que se cataron algo más de 60 muestras entre rosados, espumosos, vermús y destilados y en diferentes categorías, según estuvieran o no dentro de D.O, y de la que salieron los premiados que se daban a conocer en la última jornada.

Exclusividad y experiencias

Tras una primera jornada en la que hubo momentos muy esperados, como la cata de Raúl Pérez, compuesta por diferentes añadas de sus vinos Ultreia de Valtuille y Tilenus Pieros de Bodegas Estefanía, o la de Luis Gutiérrez, con su selección de ocho vinos con más de 100 puntos Parker, lfue el turno para las catas de vinos gallegos, los grandes protagonistas de segunda jornada del certamen con una cata de blancos gallegos de guarda y otra de elaboraciones con la variedad autóctona conocida por diferentes nombres, según el territorio de su cultivo: Blanco legítimo (Betanzos), Raposo (Boiro ), Albarin blanco (Cangas del Narcea) o Blanca do País (Negueira Muñiz).

Dirigidas ambas por Mercedes González, estas catas reunieron a un gran número de productores de algunos de los vinos de la cata, lo que permitió profundizar más en las características y potencialidades de esta variedad autónoctona de gran singularidad, riqueza de aromas y gran capacidad de crianza. "Como "el raposo" estos vinos se abren camino en la nariz agazapados al principio para luego, con las cuatro patas en el suelo, dar ese porte elegante, dejando el sigilo a un lado. Así veo yo esta variedad cuando llega con sorbos a tu boca", destacaba la directora técnica, que incidía que lo interesante que había resultado comprobar que cada unos de estos vinos mostraba diferentes matices según su microclima de cultivo.  "La albarín elaborada por Raúl Pérez fue como el gran contraste en principio porque como sabemos gusta de maduraciones largas en barrica".  Diversidad, singularidad pero también exclusividad, ya que algunos de los vinos catados solo cuentan con 400 botellas, lo que nos da muestra de la enorme riqueza de variedades, especialmente las autóctonas, a las que ahora cada vez se le da mayor importancia en todos  los territorios, y que en Galicia se convierte en una de sus grandes fortalezas.

Diversidad y trazabilidad, también para La Rioja

Y junto a esta apuesta por los vinos gallegos, también un apuntalamiento de la calidad conseguida en las elaboraciones. Todo ello sin olvidar que Fevino no es solo un salón de vinos gallegos si no un evento con espíritu transfronterizo y de efensa del vino más allá de sus fronteras más próximas, de ahí que la programación se completara con catas de champagne y un taller de presentación y cata de tres nuevas etiquetas de selección Rioja con la que se quiere apostar por la trazabilidad y la mayor transparencia para los vinos deste territorio, que ahora podrán también clasificarse a partir de esta añada como Vino de Zona, Vino de Municipio, Viñedo Singular y Espusmoso de Calidad de Rioja.

Además, la D.O Ca.Rioja ha revisado sus definiones de categorías tradicionales de reserva y gran reserva e incorpora novedades en los blancos y rosados, todo ello con el objetivo de dotar de más información, rigurosa y veraz, a los consumidores de estos vinos. Un procedimiento, voluntario para los bodegueros, y en con el que el este consejo regulador se vuelca en un proceso de formación e información, apostando por la calidad y la diferenciación de sus vinos en un mercado cada vez más amplio y competitivo.

Y así, una edición más, con formación, con disfrute de los sentidos, con intercambio de experiencias la magia volvió a hacerse realidad en Fevino bajo la mirada atenta de los profesionales de cada eslabón de la cadena que tan delicadamente se entrelaza para hacer posible que el consumidor final disfrute de una elaboración perfecta para cada momento. Alma, esencia, magia, bágoas, alento, solpor....palabras elegidas para intentar verbalizar lo que el vino consigue conmover en el espíritu de cada uno de nosotros.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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