Luis Gutiérrez: “El paisaje y las personas detrás de cada botella es lo que permite entender mejor el vino”

Foto de Estanis Nuñez

Centrado en descubrir el lado más humano del vino, el periodista y sumiller Luis Gutiérrez ha concebido su nuevo libro "Los nuevos viñadores. Una nueva generación de viticultores españoles", bajo la máxima de reivindicar el trabajo de estos profesionales otorgándole, además, un importante peso a la gastronomía local y tradicional.

Editado por Planeta Gastro, este próximo 30 de mayo el libro estará a la venta oficialmente. Sin embargo, un centenar de privilegiados asistentes a la cata magistral que el catador de Robert Parker ofreció en Ferrol el pasado mes de abril durante la celebración de FEVINO ya pudieron saborear las páginas de la publicación. Fue una excepción y un regalo para la feria y para la ciudad, la antesala de la presentación oficial que tendrá lugar a finales de este mes y que dará lugar a un ciclo de presentaciones.

Mientras aguardamos, hablamos con Luis Gutiérrez sobre "Los nuevos viñadores", una relación de catorce perfiles que cubren la mayor parte de la geografía vitícola española pero que no dejan de ser una selección personal en una publicación en la que no encontraremos notas de cata ni añadas si no historias humanas que surgen de la conversación, de la contemplación del paisaje y de la elaboración de la gastronomía local a cargo de los propios viñadores.

Y es que según explica Luis Gutiérrez la obra recoge un lado humano muchas veces obviado pero, sobre todo, nos habla de paisajes vitivinícolas y de tradiciones, de la historia que hay detrás de cada botella a través de la variedad y la diversidad de lo que está haciendo en España, con especial atención a los paisajes y las personas que hacen posible estos vinos. "Es una conjunción entre sitios y personas, vinos que tienen un cierto hilo común, que representan un movimiento de lo que está ocurriendo en España y que para mi tiene importancia destacar ese trabajo de recuperación de territorios y de la sostenibilidad en el campo, trabajando de forma sustentable, coherentemente con la tradición y el pasado, recuperando las variedades autóctonas, con mucho respecto por el campo y el paisaje", explica.

Viñadores frente a vignerons

Alfonso Torrente, José Martínez, Laura Ramos y Roberto Santana de Envínate (Tenerife); Daniel Gómez Jiménez-Landi y Fernando García de Comando G (Gredos); Eduardo Ojeda de Equipo Navazos (Jerez); Iñaki Otegi de Malus Mama (País Vasco); Jorge Monzón de Dominio del Águila (Ribera del Duero); José María Vicente de Casa Castillo (Jumilla); Pablo Calatayud de Celler del Roure (Valencia); Pedro Rodríguez Pérez de Guímaro (Ribeira Sacra); Pepe Raventós de Raventós i Blanc (Conca del Riu Anoia); Rafa Bernabé de Rafa Bernabé Viñedos Culturales (Alicante); René Barbier y Sara Pérez de Sara i René Viticultors (Priorat); Ricardo Pérez Palacios de Descendientes de J. Palacios (Bierzo); Rodrigo Méndez de Forjas del Salnés (Rías Baixas) y Telmo Rodríguez de Compañía de Vinos Telmo Rodríguez (Rioja) son los 14 viñadores escogidos, una palabra que para Gutiérrez tenemos que recuperar frente al uso de otras como vignerons, "es una palabra propia que incluso contiene la ñ que la hace tan nuestra".

La elección de los viñadores nos permite recorrer buena parte de la geografía vitinícola española, de Canarias a Jerez, de Galicia a Cataluña, más allá de variedades o denominaciones de origen. Respecto a estas últimas y las polémicas en torno a sus funciones y utilidad, Luis Gutiérrez considera que no se puede generalizar y que es importante reconocer el mérito de los pioneros que las pusieron en marcha y que hicieron un gran trabajo para dar a conocer este patrimonio.

Sin embargo, sí cree que sería necesario actualizar sus estructuras para apostar por una viticultura sostenible y de futuro pero considera que las bodegas deben trabajar de la mano, porque juntos somos más fuertes, sobre todo en el exterior. "Es necesario darle valor a todo el trabajo que se ha hecho hasta ahora pero también dar a conocer el de estos viñadores, muchas veces de pequeñas bodegas".

Foto de Estanis Nuñez

Salto internacional a finales de año

Y todo ello muy de la mano de la gastronomía, de la que forma parte intrínseca el vino. Por eso cada viñador elabora en el libro, en su casa y con los productos locales de la tierra, alguno de los platos de la gastronomía local más tradicional. "A cada uno de ellos los pusimos a cocinar los platos típicos de su territorio y en su casa, sobre todo pensando en la edición internacional, ya que nos permitiría dar una imagen mucho más amplia de estos territorios y de su gastronomía. Aunque inicialmente se publica en castellano, la idea es que para navidad de 2017 el libro salga también en inglés y por eso era tan importante explicar qué son los percebes, las cocochas o el pescaito frito. Todos ello cocinados por nuestros viñadores".

La fotografía ha sido otro de los elementos fundamentales de la obra, un gran trabajo fotográfico de recopilación de más de 1000 instantáneas a cargo del fotógrafo Estanis Núñez, "un gran amigo de toda la vida, fotógrafo del rock, contar con él ha sido como hacer una gira en compañía que nos ha permitido tener mucho material del que luego se hizo una selección de cada uno de estos viñadores, del paisaje y el territorio en el que se elaboran estos vinos".

El libro sirve así para descubrir el grandioso paisaje vitivinícola con el que cuenta España. "Hablamos mucho de la Ribeira Sacra pero también tenemos viñedos espectaculares con los suelos calcáreos de Jerez o en Lanzarote, cuyos vinos aún están por alcanzar la verdadera revolución. Pero sobre todo descubrimos la inmensa riqueza de variedades y las tradiciones en su elaboración. Para mi el vino es un mundo apasionante y complejísimo que va mucho más allá de un líquido metido en una botella de cristal, es un mundo rico y agradecido, y es algo quería trasmitir con esta publicación", explica el catador de la Wine Advocate. "Este trabajo va mucho más allá de una botella o de una cata, es el entorno y las conversaciones con los viñadores lo que te permite entender mejor esos vinos. Y es un valor añadido cada vez más importante para enganchar a nuestros consumidores", y concluye "El que conoce el territorio y las viñas de las que se obtiene un vino establece con él una conexión muy fuerte, es el mejor consumidor que podemos tener porque, además, lo va a transmitir en su entorno, va a ser un prescriptor".