La viticultura biodinámica del Cono Sur refuerza su apuesta por la sostenibilidad y pide flexibilizar certificaciones

Productores de Chile y Argentina buscan facilitar el acceso a la biodinámica y mejorar la comunicación con el consumidor final

Lunes 01 de Diciembre de 2025

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El 15° Encuentro Internacional de Vitivinicultura Biodinámica reunió a productores, técnicos y expertos de Chile y Argentina en el Valle del Rosario, en la región de San Antonio. El evento se celebró durante dos jornadas en Viña Matetic, con la organización de la Asociación de Viñas Biodinámicas de ambos países. Esta cita alterna su sede entre Chile y Argentina y se ha consolidado como un espacio relevante para quienes impulsan la agricultura biodinámica y el desarrollo de vinos ligados a criterios estrictos de sostenibilidad.

En Chile, forman parte de esta asociación viñas como Antiyal, Emiliana, Koyle, Lurton, Matetic, Odfjell y Veramonte. Todas ellas han apostado por la agricultura biodinámica como una estrategia a largo plazo para producir vinos que reflejan el carácter de sus territorios y que cumplen con estándares ambientales y sociales exigentes. Viña Matetic, anfitriona en esta edición, es conocida por su trabajo en vinos orgánicos y biodinámicos de alta gama. Además, ha desarrollado una oferta de enoturismo que incluye hotel boutique, gastronomía local, visitas guiadas y formación en agricultura consciente.

El lema del encuentro fue “Luz para nuestros Viñedos”. Bajo este concepto se abordaron temas como el propósito, la espiritualidad y la gestión agronómica en la vitivinicultura. Joan Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia, intervino con una ponencia sobre la necesidad de conectar la práctica agrícola con los valores personales. Melé defendió que la biodinámica debe entenderse no solo como un método productivo sino también como una filosofía que afecta a toda la cadena: desde el trabajo en el campo hasta la relación con los consumidores.

Uno de los bloques principales del encuentro se centró en las certificaciones y su papel en el mercado internacional del vino. Sebastián Tramón, gerente de Sustentabilidad, y Cristián Rodríguez, gerente general de Viña Emiliana, analizaron los diferentes sellos disponibles y cómo son percibidos por los compradores internacionales. Ambos señalaron que la certificación biodinámica todavía no es la más solicitada por los grandes importadores. Sin embargo, subrayaron su valor como elemento diferenciador en calidad e impacto ambiental positivo.

Rodríguez planteó que uno de los problemas actuales es cómo mantener la esencia de la biodinámica sin dificultar el acceso a nuevos productores. Según explicó, sería necesario flexibilizar algunos criterios normativos para facilitar la incorporación al sistema sin perder rigor. También remarcó que es importante mejorar la comunicación hacia el consumidor final para que comprenda mejor qué implica un vino biodinámico.

Durante el encuentro se realizaron recorridos por los viñedos y bodegas de Viña Matetic. Los asistentes pudieron observar prácticas concretas como el manejo del suelo, el fomento de la biodiversidad o la preparación del compost. Estas actividades permitieron un intercambio técnico entre equipos agrícolas, enólogos y asesores.

La presencia argentina fue amplia e incluyó viñas como Alpamanta, Domaine Bousquet, Doña Paula, Krontiras y Aluvia. Estas bodegas compartieron sus experiencias sobre cómo aplican la biodinámica en diferentes regiones y condiciones climáticas del país vecino. También participaron empresas proveedoras del sector como Silagro, In-Pacta, Industrias Corcheras, Precisión Tech o Ecocert. Demeter tuvo un papel relevante por su función en las certificaciones internacionales.

Julio Bastías, enólogo jefe de Matetic, explicó que encuentros como este ayudan a definir una estrategia común para el futuro del sector. Recordó que Matetic lleva más de 25 años trabajando bajo principios sostenibles e integrando aspectos sociales y ambientales en su gestión diaria.

Arturo Labbé, coordinador general de Viñas Biodinámicas de Chile, resumió el objetivo principal del grupo: ofrecer vinos que transmitan el sentido del lugar donde se producen y que estén comprometidos con prácticas responsables hacia las personas y el entorno natural.

El encuentro dejó claro que para las viñas chilenas y argentinas presentes es necesario avanzar hacia una agricultura consciente como base del negocio vitivinícola. También se puso sobre la mesa la importancia de revisar los estándares normativos para facilitar su adopción sin perder exigencia técnica ni ética. Por último, se insistió en construir un mensaje claro para acercar estos conceptos al consumidor final sin simplificarlos demasiado.

La viticultura biodinámica sigue ganando espacio entre productores del Cono Sur que buscan diferenciarse ante mercados internacionales cada vez más atentos a cuestiones como trazabilidad, ética y autenticidad. El evento celebrado este fin de semana en Viña Matetic refuerza esa tendencia e impulsa nuevas formas de entender el vino desde una perspectiva integral.

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