Jueves 01 de Mayo de 2014
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Hace unos meses leí un artículo de David Cantone que me llamó la atención al respecto. Mencionaba Motivación y Disciplina como fundamentales a la hora de tener éxito en un emprendimiento. Yo quiero añadir una tercera pata, la Actitud de uno frente al reto.
DC compara a los dos primeros como el aceite que lubrica el motor de un coche y la gasolina que hace que ande. Siguiendo ese mismo símil quiero comparar la actitud con el motor, si hay actitud el motor no se parará nunca y tu proyecto andará y llegará a las metas propuestas.
Emprender es sinónimo de soledad. Muchos te animarán con palabras vacías pensando en el fondo, que torta te vas a dar. Otros te dirán que eres un loco, en estos tiempos como te metes en esto… Fíate solo del que se quede a tu lado y mirándote a los ojos te pregunte, ¿Qué puedo hacer por ti?, pero de esos hay pocos…
Que el proyecto fracase o triunfe depende básicamente de ti. Hacer un Business Plan no es tan importante, si la idea es buena, si resuelves una demanda de la sociedad tendrás una oportunidad, el resto depende de lo bien que hagas el trabajo. Hazlo siempre mejor que los demás y es posible, solo posible, que te vaya mejor que a los demás…. Recuerda lo que dijo Ralph Waldo Emerson: “Un kilo de acción vale más que una tonelada de teoría”.
Por todo ello creo que no hay que tener miedo a ningún reto, yo solo me tengo miedo a mí mismo, a mi manera de afrontarlos. A mi debilidad, a que me falten las fuerzas, las ganas, la disciplina o la motivación, a que me venza el desánimo. Si soy capaz de eliminar todas esas vicisitudes de mi cabeza estoy seguro que triunfaré.
No te conformes con vivir la vida de otros, vive la tuya, la que te llene, la que te haga feliz, no pienses que todo está escrito, todo lo contrario, toda tu vida está pendiente de ser escrita, asume la responsabilidad de escribirla tu mismo, con tu propia mano, con tu propia letra y tu propia música… Ya lo dijo un señor que se ganó la vida haciendo hablar, cantar y bailar a unos dibujos sobre un papel, “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. (Walt Disney).

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