Cómo catar un vino correctamente

Hoy en día acceder a un vino de gran calidad es algo tan sencillo como encender el ordenador y buscar...

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Viernes 21 de Marzo de 2014

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Hoy en día acceder a un vino de gran calidad es algo tan sencillo como encender el ordenador y buscar una tienda online de vinos, donde encontrar un amplio catálogo de caldos, tanto nacionales como internacionales, todos con sus características especiales y sus diferentes precios, para que todo el mundo pueda deleitar su paladar con una bebida tan especial, pero… ¿verdaderamente sabemos cómo beber el vino?

Catar un buen vino es algo de lo que todos hemos oído hablar o incluso visto, aunque la gran mayoría desconoce cómo se realiza. En esta entrada vamos a conocer cuáles son los pasos que se deben hacer para probar el vino correctamente.

Lo primero que debe hacerse tras servir la copa de vino es observar detenidamente su color pudiendo colocar la copa a contraluz o con un fondo blanco y hay que ir un poco más allá que lo obvio. Si un vino es tinto, es normal que sea oscuro, pero hay que ver un poco más allá, intentando ver si es color cereza, ladrillo, burdeos o una tonalidad muy oscura. ¿Para qué? Para saber qué clase de vino es el que tenemos en nuestra copa.

Además del color hay que tener en cuenta el olor, un paso muy importante en una cata. Se debe mover el vino alrededor de la copa durante unos 10 segundos aproximadamente para que se pueda evaporar poco a poco el alcohol y desprenda sus aromas naturales. Tras ello debemos acercar la nariz y oler sutilmente para obtener las primeras impresiones del vino y reconocer algunos olores como madera, cítricos, etc. Oliendo más profundamente se podrán apreciar muchos otros detalles que recuerdan a lugares, productos, maderas, etc.

Como todos los vinos de calidad que podemos adquirir en las bodegas online, uno de los factores más importantes es el sabor, algo que se consigue metiendo un poco en la boca, donde debemos moverlo de un lado a otro, para impregnar toda la boca y conocer si es ácido, dulce, astringente, etc. Esta parte de la cata podemos dividirla en tres fases:

Primera impresión: Lo que se debe notar aquí son las sensaciones y no directamente el sabor, es una primera toma de contacto para saber si realmente el vino será de nuestro agrado o no.

La segunda fase es el bouquet, quizá una de las fases más importantes de la cata; es donde se saborean más intensamente los sabores y donde se aprecian los toques frutales como la pimienta, canela, tabaco, cítricos, sabor ahumado, floral o afrutado entre muchos otros. Sin duda es una auténtica delicia poder saborear un buen vino en esta fase y el final es cuando se traga el vino, momento en el que podremos apreciar cuánto tiempo tarda en desaparecer el sabor del vino de la boca, conocer si es un vino ligero, con cuerpo, si tiene características especiales o no.

A pesar de que esta es la última fase, se podría añadir otra más, una etapa donde los aromas retro-nasales juegan un papel muy importante. Después de tragar el vino hay que exhalar a través de la nariz, lo que nos permitirá percibir aromas y olores que no captamos en un primer momento, lo que nos dejara un formidable recuerdo de un buen vino.

Un artículo de Santa Cecilia
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