Crónicas de la Añada 2014: “Del arte de la poda”

Por Alejandro Moyano, cofundador Valdemonjas Viñedos y Vinos

Valladolid

Miércoles 05 de Febrero de 2014

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Arranca el 2014 con más retos y determinación si cabe. 2014 año de efemérides, quince años desde aquel mi primer vino allá por 1999. Claro está que antes había tenido la iniciación de Abadía Retuerta: plantar 200 hectáreas de viñedo, vivir los inicios de la restauración de una abadía del siglo XII y la edificación de una macrobodega. Pero eso no cuenta, fueron clases particulares pagadas. Nada que ver, con la puesta en marcha de un proyecto propio, hecho día a día, con las limitaciones del común de los mortales (dineros, tiempo), y sin duda la más importante, la del conocimiento.

La verdad es que quienes me abrieron los ojos a otra perspectiva fueron aquel podador andaluz y Rubén, mi "pepito grillo" en esto de las viñas. Hasta entonces había tratado de entender el viñedo y sus terruños, de escuchar la planta y de seleccionar sus frutos con aprendidos criterios. De lo que se trata ahora es de entablar un dialogo con ellas. A la vista de lo individualistas que son, se antoja harto complicado.

Para un diálogo fructífero y duradero hace falta respeto y cariño. A la vista de mis claras y obtusas limitaciones de agrónomo raso, me fui, a través de mi amigo José Ignacio (porque amigos hasta en el infierno), a contactar con dos enamorados y grandes conocedores del tinto fino en nuestras tierras: María y Jesús. Juntos visitamos el viñedo y coincidimos en la gran necesidad de renovación si realmente lo que buscábamos, era gestionar un patrimonio vitícola y no gestionar una producción vinícola.

Con decisión nos pusimos manos a la obra. El primer escollo que ya conocíamos, era la necesidad de implicar a nuestros incansables y entregados colaboradores, Miguel e Iván, a la vez que incorporar sangre nueva, que pudiera iniciarse en esto del arte de la poda, Sisi. Porque no estamos hablando de una poda automatizada, donde las cuadrillas aleccionadas recortan "a dos yemas" y dejan las viñas cual soldados en formación, todas iguales.

Se trata de dialogar con ella, librarla del mal que le aqueja, quitarle esa tara que poco la favorece, pintarla y curarla. María y Jesús con paciencia, repasaron algunos conceptos, que no por conocidos dejan de ser imprescindibles en el momento de iniciar una renovación en profundidad. Limpieza y saneamiento sin temor, pensando en mañana. El resultado, un ejército de heridos convalecientes pero rejuvenecidos y dispuestos.

María con el estoicismo que se le supone, se dedicó a retocar y revisar con ellos las pequeñas imperfecciones que pudieron colarse. Trabajo de profundidad, de largo recorrido, de paciencia y habilidad. Donde seleccionar entre un mar de posibilidades, deja de ser mera técnica, donde la destreza de Miguel e Iván cobran todo su sentido. Donde la ilusión de Sisi es más importante que su rendimiento. Una ruina económica, placer en estado puro de las cosas bien hechas.

Intentaré describir lo que sentí al reencontrarme con la tradición de la poda, arte, fruto de siglos de sabiduría popular transmitida de padre a hijo. Llevo con Rubén un relación de "amor odio" muy curiosa. Ante tanta ignorancia, él me regaña con razón y yo lo acepto, rendido ante su destreza y la calidad de su trabajo, solo posible por la pasión que tiene por la viña y su entorno. Habla de luna menguante y luna creciente para explicar los ciclos vitales de la planta. Ahora los biodinámicos, además de estos ciclos lunares, le añaden el horóscopo. Justificando días, fruto receptores de todas las fuerzas cósmicas. Yo pragmático, accedo a lo que entiendo y dejo lo divino para otros lugares.

Decía, que no dejo de extrañarme, ante la lectura que Rubén es capaz de hacer de estas viejas viñas de "El Nogal". Con extrema delicadeza las escucha, las fuerza a reproducirse, donde antes solo había madera muerta, saca vástagos vigorosos, llenos de futuro. Llena de vida nueva huecos perdidos, alargando y acodando según las más hondas tradiciones, con sujeciones inverosímiles según los cánones de hoy en día. Salí extasiado como podéis comprobar, incluso ahora, si lo pienso, "la carne se me pone de gallina".

VALDEMONJAS VIÑEDOS Y VINOS

Valdemonjas Viñedos y Vinos es un proyecto familiar, basado en valores como la humildad, tradición, compromiso, orgullo y pasión. Nace con la voluntad de resaltar un patrimonio vitivinícola único (Valdemonjas, El Nogal de la Valera). El punto de partida es el terruño, con una situación privilegiada en la Ribera de Duero. Valdemonjas Viñedos y Vinos apuesta por una viticultura paciente y sostenible – ecológica, por el trabajo respetuoso con la planta y su terruño. El resultado es un vino de producción limitada -"El primer beso", "Entre palabras", "Los tres dones" y "Abrí las alas"-, que con su exclusividad y calidad sabe contentar a todo aquel que ansía algo diferente y único.

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