La Ruta del Vino de Ribera del Duero consolida su apuesta por la desestacionalización de sus productos turísticos

Sus responsables han apostado fuertemente por un plan de dinamización a través del que se han creado nuevos productos adaptados a todo tipo de público

Carmen Fernández

Jueves 25 de Octubre de 2012

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Con más de 21.000 hectáreas de viñedo, este territorio oferta actividades todo el año aunque la vendimia hace especialmente recomendable una visita a cualquiera de sus 55 bodegas preparadas para recibir enoturistas

Con casi 63 millones de quilos de uva recogidos hasta la semana pasada, la vendimia de Ribera del Duero sobrepasa ya su mes de duración cumpliendo las mejores previsiones que hablan de una buena cantidad de uva de excelente calidad en un proceso de recogida de la uva que para los habitantes del corazón de la Península Ibérica va mucho más allá.

Para ellos la vendimia representa el fin de una etapa y un ritual ancestral en los procesos de elaboración del vino que convierten estas fechas en un momento idóneo para buscar una propuesta distinta y original que permita conocer todos los procesos de elaboración de estos vinos con escapadas para todos los gustos y edades.

Con más de 21.000 hectáreas de viñedo que se extienden por las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid, la Denominación de Origen ampara más de 260 bodegas que hacen de este territorio uno de las mejores lugares del mundo para los amantes del vino.

En este marco, la Ruta del Vino de Ribera del Duero ha acometido una ingente labor de desestacionalización de su producto turístico, buscando ofrecer actividades y ofertas adaptadas a las distintas épocas del año y a distintos públicos que permitan continuar creciendo en número de visitantes y consolidarla como referente del enoturismo.

Y los resultados no se han hecho esperar. Con más de 112.000 visitantes en el 2011, se trata de una de las Rutas del Vino con mayor afluencia turística, según los datos aportados por ACEVIN, que registró un incremento del 35% en el número de visitantes en el 2011 frente al 2010.

De este total de visitantes, más de 90.000 se repartieron entre las diez bodegas más visitadas, siendo Bodegas Protos, Arzuaga Navarro y Portia, las que se sitúan en el podium.

Este año 2012 se prevé incrementar el número de visitas gracias a las múltiples novedades, nuevas propuestas y recorridos que permiten combinar la oferta enoturística con propuestas de ocio que van desde las degustaciones gastronómicas, tratamientos de vinoterapia, SPA, visitas culturales o históricas como la Ruta de los Castillos, senderismo, paseos a caballo o piragüismo, entre otras muchas. Y es que en estos territorios se hace vino y turismo, ya que las empresas están volcadas en convertir la visita del turista en una experiencia de todos los sentidos.

Para lograrlo la Ruta del Vino Ribera del Duero busca seducir a sus visitantes con exquisitos vinos, gastronomía, una dilatada historia y cultura a través de sus 55 bodegas adheridas a las que se unen el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO), 54 ayuntamientos, 20 alojamientos, 22 restaurantes, 12 enotecas y comercios especializados, 21 Museos y centros de interpretación, 12 servicios de ocio complementario y 8 asociaciones.

Experiencia a pie de viña

Precisamente centradas en la vendimia, muchas de estas bodegas ofrecen actividades que permiten que los visitantes puedan vivir intensamente estas semanas de duro trabajo, que dará lugar a los afamados tintos (joven, crianza, reserva y gran reserva) o rosados que enamoran los paladares de aquellos que los prueban, sin olvidar las festividades que se celebran con motivo de la vendimia como la entrega del Bodeguero de Honor a una personalidad pública que haya destacado durante este año en su labor profesional.

Durante esta época en concreto las actividades que se ofrecen al visitante van desde el pisado de uva, visitas a caballo por los viñedos, la observación en directo de procesos como la selección de los racimos o el remontado de los mostos hasta catas y maridajes. Esta amplia oferta se debe a que los bodegueros han sabido entender el enoturismo como un elemento más de su negocio, que aporta un valor añadido a los productos que se comercializan.

En este proceso de incorporación del enoturismo ha tenido mucho que ver la labor de formación llevada a cabo desde el Plan de Dinamización y que abarca también otros ámbitos, como la mejora de los productos turísticos ofertados o la implementación de paquetes turísticos originales.

Así, a través de este plan se han promovido un gran número de cursos de formación que estarán en marcha hasta primavera del 2013 dirigidos a cubrir aspectos como la mejora de la gestión de la empresa, mejora de la imagen de marca o creación de nuevos productos, conceptos y servicios que respondan a la demanda del turista.

Gracias a esta experiencia y a la continua formación, las bodegas adheridas a la Ruta consiguen ofrecer algo más que una visita turística a la zona, ofrecen una experiencia vital que colma las expectativas de sus visitantes, con recuerdos de gastronomía, paisajes y sabores que les acompañarán en su memoria hasta su regreso a las tierras del río del vino.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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