La producción de vino en Europa sube un 1% en 2025 pero sigue un 7,5% por debajo de la media

España reduce su vendimia un 15% y el sector arrastra una tendencia descendente por el clima y la baja demanda

Miércoles 29 de Octubre de 2025

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European Wine Output Rises 1% in 2025 but Remains 7.5% Below Five-Year Average

La producción de vino en Europa muestra una leve recuperación en 2025, según los datos publicados por Copa-Cogeca este martes 28 de octubre. Se estima que la producción total alcanzará los 145,5 millones de hectolitros, lo que supone un aumento del 1% respecto al año anterior. Sin embargo, este volumen sigue siendo un 7,5% inferior a la media de los últimos cinco años y más de 40 millones de hectolitros por debajo de la cosecha de 2018. El sector continúa arrastrando una tendencia descendente a largo plazo.

Italia mantiene su posición como principal productor de la Unión Europea con unos 47 millones de hectolitros. Francia ocupa el segundo lugar con cerca de 37 millones y España se sitúa en tercera posición con aproximadamente 31,5 millones. En conjunto, estos tres países representan el 80% del vino producido en la UE. A pesar de su peso, han reducido su producción conjunta un 1,5% respecto a la vendimia de 2024.

España, Alemania y Portugal han registrado caídas importantes en sus volúmenes. España ha producido un 15% menos que el año pasado, Alemania un 8% menos y Portugal un 11% menos. Por el contrario, Italia ha incrementado su producción un 8%, mientras que Francia ha experimentado una subida del 2,3%. No obstante, la producción francesa sigue siendo un 12% inferior a la media quinquenal.

Las condiciones meteorológicas han sido uno de los principales obstáculos para el sector este año. Olas de calor, sequías e inundaciones han dificultado la recuperación plena tras las caídas sufridas desde 2020. En el sur de Francia, los incendios forestales registrados a finales de agosto destruyeron más de mil hectáreas de viñedo y podrían afectar indirectamente hasta dieciséis mil hectáreas adicionales.

En Francia, la vendimia se ha visto afectada por fenómenos extremos y una distribución irregular de las precipitaciones. Algunas zonas han recibido demasiada agua y otras muy poca, lo que ha complicado la gestión del riego. La floración se produjo en condiciones frías y húmedas, lo que provocó problemas como la caída prematura de flores y bayas o el desarrollo desigual del fruto. Además, la falta de lluvias en verano favoreció la propagación de incendios en el sur del país. Este año también ha comenzado un programa para reducir definitivamente la superficie dedicada al viñedo.

Italia ha logrado aumentar su producción gracias a unas condiciones climáticas más favorables. El otoño y el invierno fueron suaves y las lluvias abundantes en el centro y norte del país permitieron acumular reservas hídricas suficientes para iniciar bien la temporada. La primavera fue lluviosa, lo que garantizó agua pero también incrementó los problemas sanitarios por enfermedades como el mildiu. Las regiones del sur han crecido más rápido que otras zonas y Basilicata, Abruzzo y Molise han incrementado su producción entre un 25% y un 40%. Véneto sigue siendo la región italiana con mayor volumen producido.

En España, las altas temperaturas y las olas de calor han supuesto una presión importante sobre los viñedos, especialmente en el interior peninsular. Aunque la primavera fue favorable y permitió prever una cosecha dentro de la media quinquenal, el verano extremadamente seco —sobre todo en agosto— redujo drásticamente la vendimia otoñal. Además, los viticultores españoles han sufrido especialmente los efectos del mildiu. A pesar del descenso en volumen, se valora positivamente la calidad obtenida este año.

Alemania encadena dos años consecutivos con descensos en su producción; este año se sitúa un 14% por debajo de la media quinquenal. La situación se agrava por una demanda interna débil que añade presión al sector.

Portugal también ha experimentado una reducción importante del 11%, siendo el país con mayor descenso entre los cinco principales productores europeos.

Austria y Países Bajos han informado aumentos en sus respectivas producciones; Países Bajos incluso ha superado su media habitual.

Suecia ha participado por primera vez en el evento europeo sobre vendimia celebrado este año bajo el lema “Vino y cambio climático: adaptando tradiciones”. El país nórdico cuenta con solo 65 productores y una producción total estimada en dos mil hectolitros, pero está creciendo rápidamente debido a las nuevas condiciones climáticas favorables para el cultivo de vid.

El sector vinícola europeo no solo afronta problemas derivados del clima. Las presiones comerciales también afectan a los productores. Estados Unidos sigue aplicando aranceles a productos europeos como el vino, lo que limita las exportaciones e impacta tanto en los volúmenes vendidos como en los precios obtenidos por los productores europeos. Esta política comercial se suma a las dificultades derivadas de las tensiones internacionales que alteran los flujos comerciales habituales.

La demanda general sigue siendo baja debido a factores económicos como la inflación o la incertidumbre laboral. Además, se observa un cambio importante en las preferencias dentro de los mercados nacionales europeos. Estos elementos impiden que el consumo compense la reducción en los volúmenes producidos.

Luca Rigotti, presidente del grupo de trabajo sobre vino de Copa-Cogeca, señala que las condiciones siguen siendo complicadas para los viñedos europeos pero subraya que muchos productores han conseguido revertir parcialmente la tendencia negativa reciente gracias a su dedicación y esfuerzo.

Copa-Cogeca representa a agricultores y cooperativas agrarias europeas y defiende una agricultura sostenible e innovadora para garantizar la seguridad alimentaria en Europa.

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