COAG anuncia movilizaciones, tractoradas y encierros desde el mes de octubre

La organización agraria COAG ha anunciado hoy movilizaciones, tractoradas y encierros en las principales comunidades autónomas del país durante octubre y noviembre, coincidiendo con unas "fechas clave" para la reforma de la Política Agraria Común (PAC) para el período 2014-2020.

Así lo ha asegurado hoy el secretario general de COAG, Miguel Blanco, en una rueda de prensa en plena calle -frente a la sede madrileña de la representación de la Comisión Europea en España-, un encuentro que han acompañado de un "gesto solidario", con la entrega de 5.000 kilos de alimentos básicos -como leche, azúcar, aceite, frutas y hortalizas- al Banco de Alimentos de Madrid.

Bajo el lema "Agricultura es Alimentación", realizarán un calendario de protestas -que incluirán a Andalucía, Aragón, Castilla y León y otras "del norte" de España, entre otras-, ha anunciado.

La campaña coincide con el probable cierre del marco financiero o perspectivas financieras de la UE post 2013 y de la propia PAC -unos 7.000 millones anuales para España- y pretende evitar el "jaque mate" de la agricultura española derivado de una mayor desregulación y apoyo presupuestario a la hectárea que beneficiaría a "tenedores" de tierra y perjudicaría a la agricultura "social" y a la ganadería.

Serán protestas en capitales autonómicas y también en zonas agrarias, "provincializadas" o "regionalizadas", según el caso, para defender la agricultura como "un sector estratégico", que se coordinarán además con otras actuaciones a nivel comunitario.

De hecho, COAG se unirá mañana con una marcha hacia Bruselas de varias organizaciones como Via Campesina hasta la sede del Parlamento Europeo, con las que "abren" la movilización europea.

Según Blanco, está previsto además, que mañana y pasado, los representantes de COAG se reúnan con el jefe de Gabinete del comisario europeo (Dacian Ciolos), Georg Haeusler, el presidente de la comisión de Medio Ambiente y Agricultura del Parlamento Europeo, Paolo de Castro, y el ponente de los informes de la PAC en la Eurocámara, Luis Manuel Capoulas Santos y OCM única, Michel Dantin.

Según ha detallado Blanco -quien estuvo acompañado en la rueda de prensa de los máximos responsable de la organización y sus distintos sectores en los distintos territorios- la agricultura y ganadería se encuentran en un "momento crítico" ahora, tras "el hundimiento" de producciones estratégicas, lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria y favorece la dependencia de las importaciones.

Ha recordado que desde 2003 a 2011 se ha perdido un tercio la renta agraria -que en 2011 volvió a caer un 5,9 % en términos reales- y 150.000 empleos y denunció que los precios que perciben los agricultores ni siquiera cubre lo que costó producirlos.

"Un litro de leche se paga a 30 céntimos al ganadero pero el kilo de pienso le cuesta 34", según Blanco, quien ve "insostenible" que el lácteo cueste la mitad que un litro de agua en un supermercado.

Ha denunciado que la PAC ha fomentado la desregulación de los mercados y los desequilibrios en ámbito nacional con una gran distribución que en su opinión impone prácticas comerciales que favorecen la "especulación" de cara al consumidor y que desploma las cotizaciones que reciben los agricultores y los ganaderos.

De igual modo, ha denunciado que los fertilizantes se han encarecido 25 % desde 2010; la energía, un 22 % y un 29 % el gasóleo, mientras que desde 2008 repuntaron los piensos un 35 %.

Por su parte, los cereales -de los que depende en parte la alimentación del ganado-, se dispararon un 40 % en lo que va de año.

Ha apuntado que la PAC ha favorecido la dependencia de alimentos y materias primas agrarias del exterior, como la soja -que se importa "el cien por cien" y cuyo precio se ha disparado un 78 % en 12 meses hasta 540 euros/t en agosto- o la leche -el 60 % es foránea-, aunque España también es deficitaria en cereal o azúcar.

En este punto ha asegurado que lobbies centroeuropeos e internacionales presionan para controlar el mercado alimentario español a través del desmantelamiento de su tejido productivo, por lo que pide el apoyo de los consumidores para evitar que desaparezcan sectores como ya ha ocurrido con espárragos o judías.

La apertura de importaciones hortofrutícolas del Magreb, así como la liberalización de la plantación de viñedos y la eliminación de cupos de azúcar o cuotas de leche que sopesa la UE fomentarían la deslocalización y destrucción de tejido productivo y empleo.

En este escenario, COAG exige precios "remunerativos" para el campo, regulación de los mercados y de la cadena alimentaria, preferencia comunitaria y reciprocidad en las importaciones, políticas de desarrollo rural -que eviten la despoblación, los incendios y el paro- y un reparto justo de las ayudas PAC para que 2.000 perceptores en el país no se lleven hoy más que otros 500.000.