Lunes 01 de Marzo de 2010
Leído › 1440 veces

El primer inconveniente con el que se encuentran los productores de estos vinos, es que la vendimia tienen que hacerla en condiciones extremas, cuando la uva está congelada, en torno a los -8º C (puede variar unos grados dependiendo del país).
Y ¿cuál es el motivo? conseguir que la mayor parte del agua que está en el interior de la baya, se encuentre en estado sólido, para que cuando la uva sea prensada, se obtenga un mosto muy concentrado. Debido a esto, el rendimiento de la uva puede llegar a bajar a un 10 % ¿qué quiere decir esto? pues que de una cantidad de uva que en condiciones normales se conseguirían 10.000 litros de mosto, ahora se obtendrán sólo 1.000 litros. El prensado es largo y tiene que hacerse lentamente pues, el roce del hielo puede subir la temperatura y derretirlo, con lo que estaríamos cediendo agua y bajando la concentración del mosto.
Otro gran problema es la fermentación, nos hallamos ante un líquido muy concentrado y las levaduras encuentran en él un ambiente hostil (alto contenido en ácidos, azúcares y otras materias sólidas) con lo que sólo algunas pueden, con gran dificultad, desarrollar la transformación de azúcares en alcohol.
Estas contrariedades son lo que hace que pocos productores se aventuren a elaborar estos vinos y también que lleguen al cliente final a un precio elevado. Aún así, creo que el resultado merece la pena y que su complejidad aromática y gustativa compensa el trabajo, el esfuerzo…y su precio.
Para el que tenga dudas, lo desafío a que compre una botella de icewine (vino de hielo), busque un momento, una buena compañía y deje que esta maravilla de la naturaleza despliegue sus encantos ¡seguro que repite!.
Leído › 1440 veces