La garnacha aragonesa, de uva poco valorada en los noventa a quinta variedad más plantada del mundo

La Denominación de Origen Campo de Borja ha presentado este jueves en Madrid su nueva campaña dedicada a la variedad de uva garnacha. El acto se ha celebrado en el auditorio de Talent Garden y ha reunido a profesionales del sector, medios de comunicación y representantes institucionales. El objetivo principal es poner en valor la garnacha como patrimonio aragonés y mostrar su evolución desde los años noventa hasta su posición actual entre los vinos tintos más reconocidos a nivel internacional.

Victoria Martínez, Directora de Producción y Operaciones en Factoría Plural de Henneo, ha abierto el evento explicando el origen de la garnacha y la importancia de transmitir su historia a través del nuevo plan de comunicación. La campaña incluye un spot publicitario que se difundirá en medios regionales y nacionales, así como en redes sociales y eventos donde el vino tinto será protagonista.

Eduardo Ibáñez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja, ha recordado que la garnacha era una variedad poco apreciada en los años noventa. Según Ibáñez, entonces resultaba complicado elaborar vino con esta uva, pero con el tiempo se ha convertido en una referencia entre los tintos internacionales. Ha subrayado la importancia del trabajo constante para mantener la actividad vitivinícola en el territorio y para que la garnacha sea conocida fuera de España.

Durante la presentación se ha proyectado el anuncio central de la campaña, creado por Pablo Calahorra. El mensaje principal es que Campo de Borja es el origen de la garnacha y que gracias al esfuerzo continuado de sus bodegas, otras regiones pueden también utilizar esta variedad para producir vinos reconocidos.

José Ignacio Gracia, secretario general del Consejo Regulador, ha intervenido para repasar la historia de la garnacha. Ha explicado que la domesticación de la vid comenzó hacia el año 6.000 a.C. en zonas como Georgia, Armenia e Irán. En Aragón existen pruebas arqueológicas relevantes, como las pepitas de uva halladas en Moncín por el arqueólogo Isidro Aguilera, datadas en 2.550 a.C., lo que indica una tradición vitivinícola muy antigua.

Gracia ha señalado que las órdenes monásticas, especialmente las benedictinas y cistercienses, jugaron un papel importante en la conservación y desarrollo del cultivo durante siglos. El monasterio de Veruela, fundado en 1145, fue un centro espiritual y agrícola clave para la expansión y mejora de las cepas locales. Con la Corona de Aragón, la garnacha se extendió a otras regiones como Barcelona, Valencia, el sur de Francia y las islas Baleares y Cerdeña. Actualmente es la quinta variedad más plantada del mundo después de cuatro francesas.

El evento ha incluido una cata guiada por José Ignacio Gracia con tres vinos representativos. El primero ha sido Ilusión, elaborado por Bodegas Román, una bodega familiar tradicional que utiliza métodos clásicos como depósitos de hormigón. Este vino ofrece aromas intensos a fruta roja madura.

El segundo vino presentado ha sido Palmeri Navalta, procedente del municipio de Tabuenca, situado en una zona elevada del Campo de Borja. Esta garnacha madura lentamente debido a su ciclo largo y presenta un perfil aromático especiado y un sabor prolongado. Palmeri Navalta recibió el premio al Mejor Vino Ecológico del Mundo entre más de 9.000 referencias internacionales.

El tercer vino catado ha sido uno elaborado por Bodegas Alto Moncayo, fundada en 2002 y especializada en garnachas viejas con más de 40 años. Este vino busca prolongar la madurez fenólica dejando las uvas varias semanas adicionales en la cepa para concentrar aromas y sabores. Presenta notas a fruta negra madura y un toque herbal balsámico. Las añadas 2007 y 2009 recibieron los 100 puntos Parker.

Para cerrar el acto, José Ignacio Gracia ha invitado a los asistentes a brindar con estos vinos aragoneses y les ha deseado unas felices fiestas navideñas.