Cómo ser un buen anfitrión, y servir correctamente el vino

Reglas básicas, con amigos o en una comida formal, para servir correctamente el vino

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Tanto si está pensando en organizar una cena formal como si sólo va a invitar a unos amigos a tomar una copa en su casa, bueno es saber que va a hacerle justicia a esos vinos (y con ello a sus invitados) sirviéndolos como se merecen.

Servir un vino sin que se derrame ni una gota es una habilidad que merece la pena aprender.

Protocolo del servicio del vino

Una vez haya abierto la botella, haya comprobado que no presenta defectos y haya decantado el vino (en caso de que sea necesario), sólo queda servirlo.

Si se trata de una reunión informal, puede servir el vino a los amigos que tenga más cerca y dejar luego la botella en la mesa para que los demás puedan servirse, pero si se trata de una comida formal, es preferible que sea usted el que se levante a servir a sus comensales.

Empiece por la señora de más edad y continúe sirviendo sucesivamente al invitado que quede a su izquierda.

Póngase detrás de cada persona y sírvale por su lado derecho (no se le ocurra aprovechar para servir a la persona que tenga enfrente en la mesa). Sírvase usted en último lugar.

Cómo ser un buen anfitrión

Sea cual sea la ocasión, lo importante es que esté pendiente de sus invitados y procure que sus copas no queden vacías, sin que se vean presionados por su parte a seguir bebiendo si no lo desean.

No todos los invitados beberán al mismo ritmo, e incluso si usted lo hace con cierta parsimonia, no se olvide de volver a llenar las copas de sus comensales.

Sin embargo, un anfitrión que esté constantemente llenando las copas puede hacer que sus invitados terminen perdiendo la cuenta del vino que llevan consumido. Es mucho mejor esperar a que alguien vacíe su copa (o esté a punto de hacerlo) antes de ofrecerle más vino, y, sobre todo, no sirva a nadie sin preguntarle previamente si quiere más vino.

En las reuniones informales, lo mejor es dejar que sean los propios invitados los que vayan sirviéndose cada vez que les apetezca.

Servir un vino no espumoso

Sostenga recta la copa o apóyela simplemente en la mesa (con los vinos no espumosos no es necesario inclinar la copa). Sujete la botella por su parte central y aproxime el cuello de ésta a la copa.

Coloque el gollete de la botella aproximadamente a 1 cm del centro de la copa, sin llegar a tocarla. Incline levemente la botella hasta conseguir un chorro continuo de vino.

Cuando haya terminado, pero todavía sobre la copa, gire lentamente la botella hacia usted antes de retirarla para evitar en lo posible que caiga alguna gota.

Servir un vino espumoso

El éxito a la hora de servir Cava, Champagne u otro vino espumoso dependerá de cómo se haya descorchado previamente la botella. Si la ha movido demasiado, déjela reposar unos minutos hasta que se reduzca la salida de espuma.

Mantenga la copa en un ángulo de 45° para que no se le desborde la espuma, y vaya enderezándola poquito a poco a medida que escancie el vino.

Luego sirve media copa a cada invitado, rellenando la copa después de que haya bajado la espuma.

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