Jueves 11 de Diciembre de 2025
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El gasto en alcohol sigue siendo bajo en los principales mercados internacionales, a pesar de que la confianza financiera de los consumidores muestra algunos signos de mejora. Así lo indica la última oleada del estudio Bevtrac de IWSR, realizado en septiembre en 15 países, entre ellos España, Reino Unido, Estados Unidos, Francia y China. El informe señala que las personas continúan priorizando el gasto en productos básicos como alimentación y cuidado personal frente al consumo de bebidas alcohólicas, debido a la persistencia de presiones económicas e inflacionarias.
Aunque se observa cierta estabilización en la situación económica, el gasto recordado en alcohol sigue siendo negativo. Incluso los grupos con mayores ingresos, que suelen estar más protegidos ante las crisis económicas, están reduciendo sus presupuestos destinados a bebidas alcohólicas. El estudio detecta una diferencia clara: la confianza financiera ha mejorado respecto al año pasado en nueve de los mercados analizados, pero esta tendencia aún no se traduce en un aumento del gasto en alcohol. En países como Reino Unido, Estados Unidos y España se percibe una mayor confianza económica, aunque esto no ha impulsado el consumo de bebidas alcohólicas.
En 11 de los 15 mercados estudiados, los consumidores con mayores ingresos han reducido su gasto en alcohol. Solo India y China presentan una situación diferente, aunque el estudio solo incluye a consumidores urbanos de clase media en estos países.
En cuanto a los hábitos por generaciones, la participación de la Generación Z en el consumo de alcohol ha aumentado ligeramente respecto a hace dos años, pasando del 72% al 74%. Sin embargo, este crecimiento se ha estabilizado durante el último año. Además, los jóvenes de esta generación parecen ser más selectivos: el número medio de categorías consumidas por ocasión ha bajado de 2,8 a 1,8 en dos años.
Los Millennials también están simplificando sus preferencias. Aunque siguen siendo el grupo más implicado con el alcohol en Estados Unidos, las actitudes hacia la moderación han reducido el número medio de categorías consumidas por ocasión de 6,3 a 5,9 durante el último año. En otoño, un 81% de los Millennials declaró haber consumido alcohol en los últimos seis meses, frente al 83% registrado en primavera. Se trata del porcentaje más bajo registrado por Bevtrac para este grupo generacional. En Brasil, la percepción de empeoramiento económico entre los Millennials está limitando su consumo, especialmente en vinos espumosos y destilados. En Francia, este grupo está mostrando una preferencia creciente por el vino frente a otras bebidas como destilados o bebidas listas para tomar.
El nivel declarado de moderación se mantiene estable respecto al año anterior. El porcentaje de consumidores que optan por días sin consumo ha disminuido ligeramente entre los adultos más jóvenes con edad legal para beber. Sin embargo, cada vez más personas afirman conocer a alguien que está reduciendo su consumo de alcohol, lo que indica que estas conductas se están normalizando. La entrada de nuevos consumidores al segmento sin alcohol también se estabiliza; el crecimiento del volumen proviene sobre todo del aumento del consumo entre quienes ya forman parte del segmento. Solo Japón y México han registrado un aumento relevante en la base de usuarios durante el último año.
Las visitas a bares y restaurantes han disminuido respecto al año anterior tras un breve repunte observado a finales del año pasado. Esta tendencia negativa continúa según los datos recogidos durante la primera mitad del año actual. Los descensos más marcados se han producido en China y México; por el contrario, España y Taiwán han experimentado aumentos. Además, las visitas actuales incluyen menos categorías y menos consumiciones por visita si se compara con 2024. La cerveza gana terreno frente a los destilados porque muchos consumidores buscan ahorrar dinero cambiando sus preferencias.
Según explica Milica Mitic, responsable del estudio Bevtrac, la inestabilidad económica y las dificultades financieras siguen haciendo que las personas salgan menos a consumir fuera del hogar. Esta tendencia lleva dos años y medio y no apunta a una recuperación próxima del consumo en locales públicos. El precio es uno de los factores principales que impulsa el cambio hacia el consumo doméstico o en espacios alternativos.
Por otro lado, el uso de inyecciones GLP-1 para perder peso continúa extendiéndose internacionalmente. Estados Unidos lidera este fenómeno: un 14% de quienes consumen alcohol afirma utilizar estos medicamentos; le sigue Australia con un 11%. También se observa un aumento del uso en Reino Unido y Brasil. Según Mitic, la familiaridad y accesibilidad de estos tratamientos está impulsando su adopción entre quienes beben alcohol, especialmente en Estados Unidos. Los datos muestran que quienes usan GLP-1 tienden a consumir menos por placer y sus hábitos se asemejan cada vez más a los del consumidor medio.
El estudio Bevtrac abarca mercados como Estados Unidos, Canadá, Brasil, México, Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido, Sudáfrica, India, China, Japón, Taiwán y Australia.
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