La tecnología reduce un 75% el uso de fitosanitarios en viñedos y baja un 30% los costes de inspección

Robots, drones e inteligencia artificial transforman la vendimia en España y ayudan a afrontar la escasez de mano de obra

Viernes 10 de Octubre de 2025

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La tecnología reduce un 75 % el uso de fitosanitarios en viñedos y baja un 30 % los costes de inspección

La vendimia de este año en España ha mostrado una cara diferente gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. El uso de robots, drones e inteligencia artificial se ha extendido en varias zonas vitivinícolas, con el objetivo de mejorar la eficiencia, reducir el impacto ambiental y hacer frente a la falta de mano de obra en el campo. La campaña ha llegado antes de lo habitual y con una producción menor, pero ha servido para poner en marcha proyectos que buscan transformar el sector.

España se ha situado como el cuarto país europeo en innovación agrícola y el decimosexto a nivel internacional, según el último informe de la Oficina Europea de Patentes. El sector vitivinícola, que representa el 1,6 % del PIB nacional y genera más de 22.000 millones de euros en Valor Añadido Bruto, ha impulsado el desarrollo de herramientas tecnológicas para afrontar los problemas actuales y futuros.

En la Denominación de Origen Calificada Rioja, el Consejo Regulador ha implementado desde 2023 una herramienta basada en inteligencia artificial que ayuda a predecir el momento óptimo para la vendimia y otros estados fenológicos de la vid. Esta herramienta utiliza datos históricos y actuales, recogidos en las 60.000 hectáreas de viñedo, y analiza hasta 1.600 parámetros diferentes. Según Alejandra Rubio, directora técnica del Consejo Regulador, el sistema permite una gestión más precisa de los recursos y una mayor sostenibilidad, aunque recalca que el equipo humano sigue siendo fundamental para validar los datos que generan los algoritmos. Además, desde 2022, la DOCa Rioja cuenta con el sistema "Datadoc", que monitoriza el cambio climático mediante sensores y estaciones agroclimáticas repartidas por la denominación.

En Galicia, la Ribeira Sacra ha sido escenario de pruebas con drones para facilitar el transporte de uva desde zonas de difícil acceso hasta puntos donde pueden recogerla tractores y llevarla a las bodegas. El proyecto ESCAI, liderado por la empresa pública Ineco, ha demostrado que es posible trasladar hasta 80 kilos de uva por viaje en una cesta enganchada a un dron. Antonio Lombardía, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, explica que esta tecnología ayuda a superar los problemas derivados de la orografía complicada y la escasez de personal, ya que el trabajo en el viñedo sigue siendo manual en muchas parcelas.

En Pontevedra, la bodega Terras Gauda ha finalizado el proyecto internacional FlexiGrobots, que combina robots vendimiadores y drones para vigilar la salud de las cepas. Emilio Rodríguez, director enológico de la bodega, señala que el objetivo era facilitar el trabajo de los operarios, agilizar el ritmo de la vendimia y reducir el tiempo que tarda la uva en llegar a la bodega, lo que repercute en una mejor calidad del producto final. Los drones se encargan de detectar posibles enfermedades en las plantas y transmiten la información a los robots terrestres, que localizan las cepas afectadas y aplican tratamientos específicos con un brazo articulado. Según Rodríguez, este sistema ha permitido reducir más del 30 % los costes de inspección y un 75 % el uso de productos fitosanitarios.

Estas iniciativas muestran cómo el sector vitivinícola español está apostando por la innovación para adaptarse a los cambios del clima, mejorar la calidad del producto y hacer más atractivo el trabajo en el campo. La incorporación de nuevas tecnologías se presenta como una vía para asegurar el futuro del viñedo y del enoturismo en las zonas rurales del país.

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