Lunes 15 de Diciembre de 2025
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Finlandia se convierte en un destino muy solicitado durante el invierno. El país nórdico ofrece una serie de experiencias que solo pueden vivirse en esta época del año. La llegada de la Navidad marca un cambio en el ritmo de vida de los finlandeses, que aprovechan para reunirse con sus familias y disfrutar de la tranquilidad. Las ciudades se llenan de mercadillos navideños, donde se pueden encontrar productos locales y artesanía, además de una iluminación especial que transforma el ambiente urbano.
Uno de los principales atractivos para quienes viajan a Finlandia en invierno es la posibilidad de conocer a Papá Noel. Su residencia oficial se encuentra en Rovaniemi, en la región de Laponia. Allí está Santa Claus Village, una aldea temática que recibe visitantes durante todo el año. En este lugar también se encuentra la Oficina Principal de Correos de Papá Noel, que recibe cartas procedentes de casi todos los países del mundo. Los visitantes pueden enviar sus propias cartas o simplemente recorrer las instalaciones y conocer a Papá Noel en persona.
El fenómeno natural de las auroras boreales es otro motivo por el que muchas personas deciden viajar al norte del país. En regiones como Levi, Saariselkä o Rovaniemi, las condiciones climáticas permiten observar este espectáculo unas 200 noches al año. Para quienes buscan una experiencia diferente, existen alojamientos con techos de cristal que permiten ver las luces del norte desde la cama. Estos establecimientos combinan comodidad y diseño moderno con vistas directas al paisaje ártico.
La sauna es una parte fundamental de la cultura finlandesa y cobra especial importancia durante el invierno. Existen saunas construidas íntegramente con hielo y nieve, como las que se encuentran en Pyhäpiilo Sauna World o RukaKuusamo, en Laponia. El contraste entre el calor interior y el frío exterior forma parte del ritual. Muchas personas completan la experiencia con un baño en agua helada, una costumbre muy arraigada en Finlandia.
La gastronomía navideña también tiene un papel central durante estas fechas. El jamón al horno acompañado de mostaza suele ser el plato principal en muchas casas. Los pescados como el salmón, el arenque o el róbalo aparecen preparados de diferentes maneras según la tradición familiar. Entre los platos vegetarianos figuran la ensalada de remolacha y varias cazuelas elaboradas con tubérculos, siendo la más habitual la de colinabo. Los postres incluyen tartaletas rellenas de mermelada de ciruela, pasteles especiados y gachas de arroz. Decorar galletas de jengibre es una actividad común entre niños y adultos, y muchas veces estas galletas se utilizan como adornos para el árbol.
El glögi es una bebida típica durante el invierno finlandés. Se trata de vino caliente o zumo aromatizado con especias como cardamomo y canela, al que se añaden pasas y almendras antes de servirlo. Esta bebida suele acompañar los momentos más relajados del día, especialmente después de una sesión en la sauna.
Finlandia ofrece así un conjunto de experiencias ligadas a su clima y tradiciones que convierten el invierno en una época especial para quienes buscan conocer costumbres diferentes y disfrutar del contacto directo con la naturaleza.
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