Exigí Buen Café: un recorrido donde los aromas cuentan historias

Más de 25.000 visitantes recorrieron stands con catas, charlas, concursos y experiencias multisensoriales

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Martes 16 de Septiembre de 2025

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El café es mucho más que una bebida. Nació en Etiopía, se expandió por Arabia y Europa, y terminó conquistando el mundo como un ritual cotidiano. En cada taza conviven siglos de historia y un sinfín de aromas capaces de despertar recuerdos, reunir personas y marcar pausas en medio del vértigo diario. Hoy se calcula que más de 3.000 millones de tazas se beben cada día en el planeta, y mientras los nórdicos lideran el consumo per cápita, en Argentina el café de especialidad pisa cada vez más fuerte, con un público exigente que explora y no se conforma.

Ese espíritu fue el que reunió a miles de personas en la 12ª edición de Exigí Buen Café, realizada en La Rural de Buenos Aires. Con más de 25.000 visitantes y alrededor de 100 expositores nacionales e internacionales, la feria se consolidó como el evento más grande del país dedicado al café. Talleres, catas, concursos de baristas y latte art, charlas y presentaciones marcaron el pulso de dos jornadas en las que el café fue absoluto protagonista.

Apenas cruzar las puertas, el aire estaba cargado de fragancias: tostado, cacao, frutas, flores. El aroma del café era un hilo invisible que me guiaba de stand en stand, sin necesidad de mapas ni señales.

En ese recorrido descubrí Tremendo Café, creación de Yu Yeng Llao. Su propuesta combina granos de especialidad de Perú y Brasil — variedades Bourbon y Geisha — que se traducen en una taza elegante y versátil: notas de caramelo, cacao nibs, chocolate, fruta madura, vainilla y flores blancas. Intensidad media, cuerpo cremoso y una presencia aromática que invita a volver una y otra vez. Fue uno de esos hallazgos que justifican toda una visita.

Pero el viaje sensorial no terminó ahí. En el stand de West Indian, Roi González, embajador de Chivas Regal, guió una cata única que unió whisky, chocolate y café. La combinación sorprendía al paladar en cada paso: el dulzor del chocolate, el ahumado del whisky, la acidez justa del café. Tres universos que parecían hechos para encontrarse.

Otra escala de placer fue en Conyntra Fine Foods, donde probé un espresso de Lavazza acompañado de los delicados amarettis de Matilde Vicenzi —receta italiana con tradición pastelera— y bombones Lindt, ese emblema suizo de chocolate refinado. El maridaje fue un diálogo perfecto entre lo intenso y lo dulce, lo crocante y lo sedoso.

También hubo lugar para la sorpresa: Georgalos presentó su Mantecolatte, una pasta de mantecol lista para sumar al café y llevar la costumbre argentina de la sobremesa a las barras de especialidad. Esa mezcla de maní cremoso con espresso promete convertirse en un nuevo clásico.

Y como toda feria que celebra no solo el producto sino también la cultura, Caffettino mostró su costado innovador: cápsulas reutilizables y compostables, junto con su drip coffee, un método práctico y sustentable que permite extraer con claridad cada nota del grano. Una invitación a disfrutar sin culpa, cuidando el ambiente.

El recorrido estuvo salpicado de música, charlas, competencias y ese murmullo constante de gente entusiasta probando, preguntando, compartiendo. Exigí Buen Café es un viaje que empieza en la nariz y termina en el corazón: aromas que guían, sabores que sorprenden, y la certeza de que en cada taza se sirve una historia.

Un artículo de Jocelyn Dominguez
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